Capítulo 7.

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Me recupere horas después lo cual me sorprendió a mi misma, Ivy se encontraba preparando las pocas cosas que teníamos en nuestra habitación y yo miraba mis manos nerviosa.

—Ivy... —dije dudosa.

Ella se giro para verme y espero que las palabras salieran de mi boca, pero como podía decirle que no quería irme, no sin Ryder.

—te conozco más de lo piensas, tranquila... Lo encontraremos después —dijo ella entrando al baño.

Yo me deje caer en la cama y pensé en mi familia, si no fuera por la muerte mis padres yo me encontraría en algúna linda casa de los ángeles, inscribiéndome para ir ala universidad y ser una magnífica científica. Mis padres estarían orgullosos.

—todo listo —comentó ella saliendo del baño.

Tocaron la puerta y nos miramos fijamente mientras nos preguntábamos quien podría ser.

—¿si? —dije abriendo la puerta un poco.

Un hombre fornido con traje negro me miraba de piez a cabeza y yo convertí mis manos en puño al leer sus pensamientos.

—¡vamonos! —dije corriendo en dirección a Ivy pero todo pasó demasiado rápido.

El hombre me dio una carga eléctrica haciéndome caer inconsciente al suelo.

Pequeñas voces se escuchaban en la habitación, me sentía desorientada y mareada.

Abrí mis ojos y poco a poco pude ver donde me encontraba, intenté moverme pero me llevé una gran sorpresa al ver que me tenían sujeta a una pared.

—¿que significa esto? —pregunté confundida.

Y de repente aparecio la maestra Carol frente a mi, al igual que Ivy, negué mi cabeza confundida al verlas juntas y temí lo peor.

—tengo que decir que esperaba más de ti —dijo Carol decepcionada.
—¿que? —pregunté incrédula.

¡E tenido un avance increíble!

—por tus padres esperaba más potencial —dijo ella caminando en círculos frente a mi.

Trague saliva nerviosa, preparándome para lo peor.

—¿quién es usted? ¿Usted los mato? —preguntó con rabia.

Me giro a ver a Ivy pero ella evita mi mirada y yo solo niego mientras una lagrima se resbala por mi mejía.

—yo soy la persona que hará de nuestra sociedad algo más grande, y tus padres pues si —dijo ella con una sonrisa macabra.
—yo los maté, yo quería crear una rebelión, ¡gobernar el mundo! Somos más poderosos, veloces y peligrosos, merecemos ser los dioses de este mundo —dije ella convencida.
—pero tus padres se negaron a mi causa —comentó ella con un mohín.

Grite con todas mis fuerzas e hice el intento por safarme de aquellas ataduras de metal pero me era imposible, fije mi vista en Carol y trate de tirarla ala pared pero no pude.

—¿pero que? —dije sorprendida, no podía usar mis poderes.
—¿crees que sería tan tonta como para dejarte usar tus poderes? —dijo ella divertida.
—¡maldita! —grite con mi voz rota.
—suficiente charla —dijo ella desinteresada.
—muy bien, matala —dijo ella dándole un arma a Ivy.

Me quito los sujetadores de metal y caí al piso de golpe, pequeñas lágrimas caían al piso al pensar en la traición de Ivy, ¿Porque?

—hazlo —la animo.

Ivy se acercaba a mi con paso lento y yo solo era capaz de mirarla con odio y con dolor, ¿esta seria mi muerte? No, claro que no.

—prométeme que nunca entraras en mis pensamientos, tienes que confiar siempre en mi —pidió Ivy con una mirada seria.
—te lo prometo —dije dándole un abrazo.

Tendría que romper esa promesa y lastimar a Ivy, la persona que cuidado de mi desde pequeña. Ivy en un segundo se teletrasporto a mi lado y y me tomó en sus brazos sacandonos de aquel lugar.

—¿pero que? —pregunté confundida mientras lagrimas salían de mis ojos.
—¿enserio creíste que te mataría? —pregunto ella dolida.

Me abrazo fuertemente y yo solo era capas de emitir pequeños sollozos mientras correspondía su abrazo, me sentía abrumada y confundida.

—jamás te haría daño, eres mi familia —dijo ella susurrandome en mi odio.

Me limpio las lágrimas y acomodo mi cabello con ternura mientras yo calmaba mis sollozos.

—tenemos que irnos de aquí, el campo está protegido no puedo sacarnos de aquí —dijo ella preocupada.
—¿que? ¿Dónde estamos? —pregunte mirando alrededor.

Estabamos en una especie de bodega oculta o algo así.

—aquí es donde guardan el armamento pesado —tomo mi mano y caminamos hacia la ventana.

Una alarma comenzó a sonar haciéndonos retroceder instintivamente.

—mierda —murmure.

Wilson y Ryder conducían una pequeña camioneta así que tome la mano de Ivy y pensé en un plan.

—Ivy metenos en ese auto —dije señalando el auto.

Ella asintió y aparecimos en los asientos traseros.

—Chicos saquenos de aquí, por favor —supliqué mirando hacia atrás.

Golpee a todo el grupo que se dirigía hacia nosotros y después incendie todo aquel patio.

Ryder me miró sorprendido y Wilson dio un respingo al vernos atrás de ellos.

—¿que carajos? —soltó Wilson frotando sus ojos.
—¿estas bien? —me pregunto Ryder examinandome con la mirada.
—si si estoy, sacanos de aquí rápido —supliqué mirando atrás de nosotras.
—sujetense bien —dijo Ryder tomando el volante.

Atravesamos una reja y yo solo pude suspirar aliviada al ver como el campo de concentración se hacía cada ves más lejano.

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