Capítulo 11.

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¿Como podía escapar de mi misma?

Por primera ves en mucho tiempo sentía miedo, no quería que nadie resultará herido por mi culpa. Había pensando en escapar, irme lejos de aquí y tratar de hacer esto por mi cuenta pero simplemente no podría, no podría dejar a Ryder y a Ivy, hasta extrañaría a Wilson y sus comentarios tontos.

—te conozco bien —dijo Ivy sentándose a mi lado.
—lo lamento —dije con pesar.

Todo era mi culpa, ahora éramos fugitivas gracias a mi.

—claro que no, esto es por culpa de Carol —dije ella apoyando su cabeza en mi hombro.
—no lose —dije fijando mi vista en el cielo.

Ivy me dio un abrazo y se fue minutos después cuando Ryder llego a mi lado.

—¿Estas bien? —pregunto con voz cálida mientras tomaba mi mano.
—no —dije desanimada.
—estaremos bien, lo prometo —me dedico una sonrisa reconfortante y tiro de mi mano para ponerme en su regazo.
—nos iremos de los ángeles, no estamos seguros aquí —dijo el acariciando mi cabello.

¿Y donde estaríamos seguros? Pensé, otro inmune podría seguirnos el rastro de manera rápida.

—gracias por todo —dije mirándolo fijamente.

Ryder coloco su mano en mi cuello y se acercó a mis labios dándome un beso cálido y apasionado, sus labios eran deliciosos, una droga de la cual jamás me podría liberar, podía sentir la necesidad y el deseo que sentía en aquel momento y yo sonreí sin poder evitarlo.

—demonios Eiren, ¿que me as hecho? —pregunto con su respiración agitada.
—te quiero Ryder —susurre en su oído.

Pude ver como Ryder se sorprendió ante mis palabras y un brillo especial se instalo en sus ojos, acaricio mi mejía y sonrió segundos después.

—prepara tus cosas preciosa, nos iremos de aquí —dijo el levantándose del suelo.

Me extendió su mano y me levante con un breve cosquilleo en mi interior.

—¡vamonos! —grito Roger haciéndome dar un respingo.

Me tense de inmediato y pude escuchar como Wilson maldecía en vos baja mientras tomaba la mano de Ivy para salir de aquel lugar.

—tenemos que irnos —dijo Ryder sujetando mi mano.

Salimos de la casa y dos hombres bajaron de una camioneta corriendo hacia nosotros, los miré fijamente y los estampe contra el auto, pero se levantaron de manera rápida, uno de ellos comenzó a atacar a Wilson y el segundo se dirigía hacia mí.

Ryder se puso delante de mí y se puso en posición de ataque, el hombre reveló su poder que consistía en ser un hombre de acero, trague saliva nerviosa y lo levante del suelo pero no podía levantarlo tan alto.

—tu puedes —susurro Ryder en mi oído.

El esfuerzo era demasiado y una pequeña gota de sudor comenzaba a bajar de mi frente.

—mamá, papá —estaban muertos.

Mis padres estaban muertos y eso era gracias a Carol, todo era culpa de ella.

Un grito ahogado salió de mi garganta y con todas mis fuerzas lanze contra el auto a los dos hombres que nos estaban atacando, los mire fijamente y aturdi sus cerebros hasta dejarlos inconscientes. Caí al suelo de rodillas mientras tomaba bocanadas de aire.

—Eiren ¿Estas bien? —Ryder me tomo en sus brazos y pude ver el miedo en sus ojos.
—estoy bien, vamonos de aquí —dije en susurro.

El asintió y todos nos metimos en el auto para emprender camino hacia el aeropuerto.

—¿donde iremos? —le pregunto Ivy a Ryder.
—nos iremos a Rusia —dijo Ryder decidido.
—estaremos bien —dijo Roger para Alentarnos un poco.

Pero nada podía animarme en aquel momento, sabía que sólo era el comienzo, que Carol vendría por mi tarde o temprano y tendría que estar más que preparada para ello.

—¿Estas seguro de ir a Rusia? —pregunto Wilson mirando fijamente a Ryder.

Con verlos supe que algo ocultaban asi que opte por escudriñar los pensamientos de Wilson.

—no hagas eso Eiren —dijo Ryder con voz autoritaria.
—tienes que confiar en mi —pidió con cierta ansiedad.
—bien —conteste de mala gana.

Algo me ocultaban y lo sabría al llegar a Rusia.

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