Capítulo 19.

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Caminaba sobre la carretera pero parecía nunca tener un final, ¡donde diablos estaba! ¿En el desierto? Así parecía pues solo había polvo y tierra alrededor.

—Ryder —susurre con ojos llorosos mientras me dejaba caer en la tierra.

Extrañamente me dolían mis piernas, necesitaba descansar y parecía que tendría que dormir sobre una roca pues no había un lugar donde esconderme.

¿Donde estaría Ivy? La imagine a ella abrazada con Wilson mientras una sonrisa nostálgica se asomaba en sus labios.

—no puede ser —apareci de golpe en una especie de bodega abandonada, el lugar estaba oscuro y lo único que lo iluminaba era una pequeña lámpara que estaba en el rincón del lugar, había una mesa en el centro con varios papeles regados y sillas por todo el lugar.

Entonces lo vi... Apareció Ryder caminando hacia la mesa junto con Ivy y los demás chicos, corrí hacia el para darle un abrazo pero mi cuerpo atravesó el de Ryder haciéndome caer en el suelo.

—Ryder —susurre con tristeza mientras acariciaba su mejilla pero el no se inmutó en mirarme.

Se veía cansado y angustiado, me partió el alma verlo así, Ivy tenía sus ojos hinchados por llorar y Wilson la consolaba dándole pequeños abrazos.
Roger estaba serio mirando a  un punto vacío de la habitación y por último Lev se miraba preocupado y un tanto nervioso.

—¿donde puede estar Ryder? —pregunto Roger con cautela.
—la tienen en un lugar protegido, Ivy ya no pudo teletransportarse con ella —contestó Ryder con amargura.
—¿crees que....? —Lev no pudo terminar la frase y Ryder solo se giro dándole la espalda y negando rotundamente.
—¡no! No lo vuelvas a decir —dijo Ryder con voz quebrada mientras tensaba sus músculos.
—Los rastreadores nos dirán algo si encuentran alguna pista —dijo Roger tratando de calmar la situación.

Era angustiante y desgarrador presenciar aquel momento, ¡no podía hablarles! No podía darles pistas de donde estaba, sentía como mi vida se destruia a cada minuto y como mi corazón se rompía una y otra ves.

—¡chicos aquí estoy! —dije llorando mientras trataba de tocarlos a todos pero mi cuerpo los atravesaba sin poder tan siquiera rosarlos.

¿Como aparecí aquí? ¿Es real o esto es un sueño? ¡Si, eso debe ser! Vamos Eiren despierta me dije a mi misma mientras golpeaba mi rostro pero no pasaba nada... Todo seguía exactamente igual.

Todos comenzaron a salir de aquel lugar y yo los seguí con paso apresurado, subieron al auto y yo me subí con ellos, ojalá pudieran verme.

—necesitamos descansar un poco, mañana a primera hora nos reuniremos con los rastreadores y veremos que hacer —dijo Lev dirigiéndose a Ryder.
—necesito encontrarla —dijo Ryder con la mirada perdida.
—no hemos descansado en casi tres días, necesitamos reponer fuerzas para pelear —comentó Roger con cautela.
—bien, vamos —contesto Ryder con voz apagada.

Conducio hasta el hotel más cercano y pidio habitaciones separadas para todos.

—bien aquí están sus llaves, nos reuniremos mañana a primera hora con los rastreadores —dijo Ryder dándole a cada uno sus llaves.
—muy bien —contesto Lev caminando con desánimo hasta el asensor.

Mi corazón se estrujaba al verlos a todos tan desanimados y caídos, ¿tanto les importada? Todos se metieron a sus habitaciones y yo me meti a la habitación con Ryder, sonreí con tristeza al verlo acostado en la cama pues me gustaría mucho poder darle un abrazo y decirle que lo heche de menos.

—prometo que te voy a encontrar Eiren, perdóname por no cuidar bien de ti —dijo Ryder con voz rota mientras una lagrima salía de sus ojos.

Por primera ves veía a Ryder llorar y no era algo grato de ver, quise decirle que no era su culpa, ¡que fui una completa estúpida! Pero sencillamente no podía decirle tal cosa pues no me escuchaba.

—te amo Ryder —dije con tristeza mientras me acostaba a su lado.

Acaricie su cabello y por unos segundos pude sentir su sedoso cabello pero después mi mano lo atravesó rápidamente, la angustia se alojo en mi pecho y solté un grito frustrado pues me sentía inútil al no poder comunicarme con Ryder.

—¡Ryder aquí estoy! ¡estoy aquí! —chille con todas mis fuerzas mientras tocaba el rostro de Ryder.

Mi dedo índice toco su frente, entre sus dos cejas y un leve brillo salió al hacer eso.

—¿Eiren? —Ryder se levantó de golpe viendo cada rincón de la habitación y acto seguido se limpio las lágrimas.
—¡si! ¡Soy yo Ryder! —dije esperanzada mientras me paraba frente a él, pero la decepción llegó segundos después, el no podía verme.

Ryder de igual manera perdió el brillo de esperanza en sus ojos y se volvió a la cama mientras reía con nostalgia y negaba con la cabeza.

—te amo Eiren —murmuró con voz suave mientras nuevamente las lágrimas salían de sus ojos.

Perdóname Ryder.

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