Capítulo 8.

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Aclaración: confundí accidentalmente el nombre de la maestra Carol, puse accidentalmente Amanda en ves de Carol en el capítulo anterior, ya hice las correcciones. Muchas gracias.

Ryder comentó que ir a un hotel sería demasiado arriesgado e igual volver a mi apartamento.

—¿entonces donde nos ocultamos? —pregunte frustrada.
—tengo una idea —dijo con una sonrisa maliciosa.

Bufé mentalmente y me deje caer en el asiento mientras miraba a través de la ventana, ¿en que lío me metí? Ahora ya no podría estar tranquila hasta matar a la estúpida de Carol, un nudo se instalo en mi garganta impidiendome respirar, ella había asesinado a mi familia. Me arrebato todo lo que tenía... Lo único que poseía.

Negué con mi cabeza, tenía a Ivy y eso era un consuelo y también conocí a Ryder, una sonrisa se escapo de mis labios al pensar en nuestro beso... ¿Así se sentía el amor? Sonrisas tontas y sentir una tranquilidad inexplicable cuando estas con esa persona.

—llegamos —anuncio Ryder interrumpiendo mis pensamientos.

Se detuvo frente a una enorme casa color verde olivo con ventanales blancos, se veía realmente hermosa, un chico abrió la puerta mirándonos expectantes, su cabello era rojizo con ojos color caoba y piel pálida.

—hola Ryder, veo que as traído unas lindas chicas —dijo el chico acercándose a mi lado.
—ni te atrevas —amenazó Ryder tomando mi mano.

Wilson también tomo la mano de Ivy haciendo que ella se sonrojara.

—bien, ¿que esta pasando aquí? —pregunto el chico curioso.
—Roger necesitamos quedarnos aquí unos días —por el tono de Ryder parecía más una exigencia que un permiso.
—como quieras —dijo el chico encogiendose de hombros.

Entro ala casa y nosotros seguimos el paso, senti como Ryder apretaba levemente mi mano dandome ánimos y yo solo fui capas de dedicarle una sonrisa tímida, era la primera ves que me tomaba de la mano y se sentía increíblemente bien.

—discutiremos más tarde sobre lo que pasó —dijo Ryder con voz dura.
—está bien —dije resignada.

No queria pensar en lo que había sucedido horas atrás, pues sentía que mi corazón se encogía más y más con recordar que Carol era la responsable de la muerte de mis padres.

Entramos ala casa y todo era muy bien ordenado lo cual me sorprendió pues Roger no se ve de la clase de persona que le gusta ser ordenado, recorrí con la mirada cada rincón de aquella casa y me sorprendi al ver una foto de Ryder junto con una niña pequeña de piel cremosa, ojos verdes y cabello rubio.

—¿quien es? —pregunte curiosa.
—nadie —dijo Ryder tajante llevándome ala escaleras.

Sentí una punzada de decepción ante sus palabras pues esperaba que el confiara en mi pero quizás era muy pronto para hablar sobre su pasado.

—pueden elegir la habitación que gusten —murmuró Roger tomando un zumo de naranja.

Wilson subió las escaleras junto con Ivy y me pregunté por un momento si Wilson ya conocía este lugar.

—¿como es que eres amigo de Wilson? —pregunto en susurro mientras subíamos también las escaleras.
—larga historia —murmuró Ryder cortante.

¿¡No piensa contarme nada!? Bien... Dos podemos jugar este juego, vamos Eiren relájate me dije a mi misma, a pasado por un pasado difícil y no a de ser fácil confiar en una desconocida.

Llegamos al pasillo y habían 5 habitaciones en total, Ryder eligió la segunda habitación ala derecha y Wilson la tercera de la izquierda, Ivy me dedico una mirada reconfortante y yo sonreí en respuesta. Saldríamos de esta.

—ponte cómoda, buscaré ropa para ti —dijo el abriendo el armario.
—no es necesario, puedo comprar ropa aquí cerca —dije acercándome ala ventana.

Ryder cerró la puerta del armario y en un segundo ya estaba a mi lado sujetando mi rostro con un poco de fuerza.

—no puedes salir de este lugar por unos días, ¿entendido? —pregunto con su voz profunda.
—no tienes que preocuparte, estaré bien —dije quitando sus manos de mi rostro.

El soltó un gruñido en respuesta y yo trate de mostrarme segura.

—¿que paso en el campo? —pregunto Ryder cambiando de tema.
—Carol... Yo —dije con voz rota.

¿Como era posible? Ella mato a mis padres como animales y ella parecía no haberle importado matar personas inocentes.

—necesito saberlo Eiren —pidió con voz suave.
—Carol me había sujetado a una pared y me dijo que esperaba más de mi, admitió que mato a mis padres y dijo que ella quería que nosotros fuéramos los gobernantes de todo, encargo a Ivy matarme y ella me saco de ahí —mi corazón latía de manera rápida al recordar aquel momento.

Ryder coloco su mano en mi cuello e hizo que mi cabeza se apoyara en su pecho, lágrimas corrieron por mis mejía sin poder evitarlo y abrace a Ryder con fuerza, pequeños gritos se escaparon de mi garganta y Ryder tomo mi barbilla para mirarlo fijamente, limpio mis lágrimas con sus pulgares y beso mi frente con ternura.

No podía creer que Ryder el chico más frío y alejado de todo el campo de entrenamiento se estuviera comportando de aquella manera conmigo.

—tranquila, todo estará bien —susurro el con voz suave.
—cuidare de ti hasta las últimas consecuencias —dijo el acariciando mi mejía.

Negué asustada al escuchar sus palabras pues no quería que Ryder sufriera ningún daño por mi culpa.

—no, yo no soportaría si algo... Te pasará —dije con miedo.
—estare bien, lo prometo —dijo el paseando sus dedos en mis labios.

Mi respiración se torno agitada y fije mi vista en Ryder, su mirada era fría, oscura pero hipnotizante, como si me invitara a mi propia destrucción.

Acercó sus labios a los míos y nos unimos en un apasionado beso, sus labios eran tan cálidos y embriagantes que mi cuerpo pedía más y más hasta saciarme de él, Ryder coloco sus manos en mis caderas y sus labios bajaron a mi cuello haciendome soltar un pequeño gemido.

—¿que me as hecho Eiren? —pregunto el mientras unía sus labios a los míos nuevamente.
—Ryder... No esta bien —no podía reconocer mi propia voz, estaba llena de deseo que solo Ryder podía saciar.

Una parte de mi decía que era muy pronto para esto, pero sentía que Ryder conocía cada detalle de mi, que con el tiempo Ryder confiaría en mi para decirme sus más oscuros secretos.

—eres mía, desde el instante que entraste al campo de entrenamiento —dijo el tomándome en sus brazos.

Con sus dedos expertos desabrocho mi camisa y acaricio mis pechos con suma delicadeza, sus labios se dirigieron a mis pezones succionadolos con fuerza haciéndome arquear la espalda en respuesta.

Ryder se quito la camiseta en un segundo y dirigió su mirada cómplice hacia mi, sonreí sin poder evitarlo y minutos después nos encontrábamos completamente desnudos.

—jamás dejaré que sufras ningún daño —dijo el fijando su vista en la mía, como si fuera una especie de promesa.

Sentía como la sangre hervía por mis venas y mi cuerpo se excitaba cada ves más los besos de Ryder, sus dedos acariciaron mi clitoris y yo gemi sin poder evitarlo.

Ryder entró en mi segundos después y yo disfrute de aquella sensación tan placentera, el se movía con cuidado como si temiera hacerme daño, minutos después el ritmo fue aumentado y sentía como pronto llegaría al climax.

—Ryder —dije entre gemidos al sentir como el climax se apoderaba de mi.
—eres toda mía —dijo el acomodando mi cabello con ternura.

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