Regresé al castillo y Charlotte ya me esperaba en mi habitación lista para prepararme para un nuevo día.
-Tu padre ha dicho que hoy debes constatar junto con el príncipe Daimmen las listas de invitados y comenzar a enviar las cartas.-
-Mi padre y Daimmen hicieron las listas no entiendo por qué quieren mi opinión si después de todo aunque algo no me parezca correcto lo harán de todos modos.-
-No lo se, ¿simple protocolo?-
-Tal vez, pero me parece una pérdida de tiempo.-
-Lo es, pero debes hacerlo y ahora ve al comedor, después del desayuno revisarás las listas.-
Me dirigí al comedor, los reyes de francia y mis padres ya estaban ahí, Daimmen también, salude a todos y me senté ante la mesa.
-Después del desayuno el Rey Benoit y la Reina Christine deben regresar a Francia.-Dijo mi padre.-Daimmen estará con nosotros unos meses más.-
-Reina Christine hágale llegar mis saludos a Marguerite y hágale saber la falta que hizo su presencia en este viaje.-
-Claro querida Elise, le alegrará mucho oír tus saludos.-
El desayuno fluyó con naturalidad, al termino los reyes de Francia salieron directamente al patio principal, los sirvientes ya habían cargado sus pertenencias en un carruaje y ellos ya estaban listos para partir.
-Albert, agradezco tu hospitalidad y todas las atenciones que has tenido conmigo y mi esposa.-
-No debes agradecer Benoit, fue un placer haberlos recibido en mi hogar.-
-Sylvia, nos veremos pronto, gracias a ti también.-
-Por nada Benoit, a penas parten y ya espero con ansias volverlos a ver.-
-Será pronto. Elise, la próxima vez que nos veamos te estarás convirtiendo en la esposa de mi querido hijo.-
No me alegraba en absoluto escuchar eso pero tuve que fingir felicidad como siempre, sonreí e hice una reverencia al Rey diciendo:
-Tiene usted razón majestad, debemos prepararnos todos para el gran festejo.-
-Estoy preparado desde el instante en que mi hijo y tu se comprometieron.-
-Elise.-Dijo la Reina Christine.- Ya siento que eres casi como hija, pronto serás parte de nuestra familia.-
-No puedo estar más feliz.- Mentí.
-Bien, es hora de partir.-Dijo el Rey.
Subió al carruaje junto con la Reina, mientras se alejaban los despedíamos con la mano; una vez que estuvieron lejos, Daimmen me dijo:
-Elise, debemos revisar las listas de invitados para que puedan comenzarse a enviar las cartas, vamos al salón a dejar este asunto listo.-
Me tendió su brazo, y lo tomé con mala cara, después de todo era parte de nuestro acuerdo, caminamos hasta el salón y nos sentamos en unos pequeños sillones, las listas ya nos esperaban, eran largos pergaminos y estaba segura que eso nos tomaría horas.
-El Rey Louis y su familia, el Rey Stevan y su familia, el Rey Pedro...-
-No debes mencionármelos a todos también puedo leer Daimmen.-
-Pues hazlo tú en ese caso.-
-Lo haré pero da igual, más de la mitad de estas personas son completos desconocidos para mí.-
Comencé a leer las listas, incluían el nombre del rey su esposa y sus hijos, leía cada uno de los nombres hasta que me topé con uno que sin duda alguna conocía.
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Perdida en mi destino.
Historical Fiction¿Qué es lo que puedes hacer cuando toda tu vida ya está planeada? ¿y cuando no tienes elección? Creí que todo estaba arruinado...hasta que lo conocí.