Capítulo XXVI

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Regresé al castillo y Charlotte ya me esperaba en mi habitación lista para prepararme para un nuevo día.

-Tu padre ha dicho que hoy debes constatar junto con el príncipe Daimmen las listas de invitados y comenzar a enviar las cartas.-

-Mi padre y Daimmen hicieron las listas no entiendo por qué quieren mi opinión si después de todo aunque algo no me parezca correcto lo harán de todos modos.-

-No lo se, ¿simple protocolo?-

-Tal vez, pero me parece una pérdida de tiempo.-

-Lo es, pero debes hacerlo y ahora ve al comedor, después del desayuno revisarás las listas.-

Me dirigí al comedor, los reyes de francia y mis padres ya estaban ahí, Daimmen también, salude a todos y me senté ante la mesa.

-Después del desayuno el Rey Benoit y la Reina Christine deben regresar a Francia.-Dijo mi padre.-Daimmen estará con nosotros unos meses más.-

-Reina Christine hágale llegar mis saludos a Marguerite y hágale saber la falta que hizo su presencia en este viaje.-

-Claro querida Elise, le alegrará mucho oír tus saludos.-

El desayuno fluyó con naturalidad, al termino los reyes de Francia salieron directamente al patio principal, los sirvientes ya habían cargado sus pertenencias en un carruaje y ellos ya estaban listos para partir.

-Albert, agradezco tu hospitalidad y todas las atenciones que has tenido conmigo y mi esposa.-

-No debes agradecer Benoit, fue un placer haberlos recibido en mi hogar.-

-Sylvia, nos veremos pronto, gracias a ti también.-

-Por nada Benoit, a penas parten y ya espero con ansias volverlos a ver.-

-Será pronto. Elise, la próxima vez que nos veamos te estarás convirtiendo en la esposa de mi querido hijo.-

No me alegraba en absoluto escuchar eso pero tuve que fingir felicidad como siempre, sonreí e hice una reverencia al Rey diciendo:

-Tiene usted razón majestad, debemos prepararnos todos para el gran festejo.-

-Estoy preparado desde el instante en que mi hijo y tu se comprometieron.-

-Elise.-Dijo la Reina Christine.- Ya siento que eres casi como hija, pronto serás parte de nuestra familia.-

-No puedo estar más feliz.- Mentí.

-Bien, es hora de partir.-Dijo el Rey.

Subió al carruaje junto con la Reina, mientras se alejaban los despedíamos con la mano; una vez que estuvieron lejos, Daimmen me dijo:

-Elise, debemos revisar las listas de invitados para que puedan comenzarse a enviar las cartas, vamos al salón a dejar este asunto listo.-

Me tendió su brazo, y lo tomé con mala cara, después de todo era parte de nuestro acuerdo, caminamos hasta el salón y nos sentamos en unos pequeños sillones, las listas ya nos esperaban, eran largos pergaminos y estaba segura que eso nos tomaría horas.

-El Rey Louis y su familia, el Rey Stevan y su familia, el Rey Pedro...-

-No debes mencionármelos a todos también puedo leer Daimmen.-

-Pues hazlo tú en ese caso.-

-Lo haré pero da igual, más de la mitad de estas personas son completos desconocidos para mí.-

Comencé a leer las listas, incluían el nombre del rey su esposa y sus hijos, leía cada uno de los nombres hasta que me topé con uno que sin duda alguna conocía.

Perdida en mi destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora