Perdida en mi destino.

Capítulo XXXVIII

Había amanecido, Caden estaba a mi lado, hoy era su cumpleaños y planeaba muchas cosas para esta noche, él aún dormía, me puse muy cerca de él y comencé a besar su mejilla, sin abrir los ojos sonrió.

-Buenos días. – Susurré en su oído. – Feliz cumpleaños. –

-Es la mejor mañana de cumpleaños que he tenido, despertando a tu lado después de oír tu voz.–

-Y el día será mejor, ya sabes que te veré hasta el atardecer, pero nos vamos a divertir mucho. –

- Ya lo creo, ahora debemos apurarnos para que llegues temprano a casa, no queremos problemas. –

-Vamos. –

Nos levantamos de la cama; entre risas, abrazos y besos salimos de la cabaña camino al castillo, estábamos a punto de llegar cuando escuchamos voces.

- ¿Está segura de que era la princesa? –

- Completamente segura. –

- ¿Dónde la vio? –

- Estaba caminando por esta área del bosque. –

- Informaremos de inmediato al rey. –

- Sí, yo solo veo por la seguridad de la princesa, estar por aquí es muy peligroso. –

Era un guardia el que hablaba con una mujer joven, parecía de mi edad, era pelirroja, un tanto más alta que yo y ojos verdes muy brillantes.

- Quédate aquí, no dejes que te vean. –Dijo Caden.

Sin que pudiera hacer algo salió en dirección a ellos y yo obedecí escondiéndome entre los arbustos, pero observando que sucedía.

-Lamento entrometerme en su conversación, he oído que hablan de la princesa y es verdad también yo la he visto caminar por el bosque. – ¿Qué estaba haciendo? ¿me delataría?

- ¿Dónde la vio? –

-Vi que se dirigía al pueblo. Yo no soy guardia, pero mi sugerencia es que vayan a buscarla al pueblo pues después de los acontecimientos en el castillo la princesa puede correr peligro. –

- ¿Está seguro de que era la princesa? –

- No puedo decirle que estoy completamente seguro, pero o era una chica idéntica a la princesa o era la princesa, más vale ir a revisar. –

-Tiene razón, yo mismo iré en busca de la princesa antes de dar aviso al rey; agradezco mucho su información. –

-No tiene que agradecer. – Dijo Caden y el guardia salió en su caballo en dirección al pueblo; la chica pelirroja lo miraba asustada. - ¿Qué estás haciendo Eleonor? – Preguntó Caden molesto.

- Yo sabía que algo raro había contigo y si tu no me lo decías yo lo iba a averiguar. –

- Los detalles de mi vida privada no son de tu incumbencia, no tengo nada que decirte y tú no tienes nada que averiguar. –

- ¿Por qué eres así conmigo Caden? –

- Porque te lo has buscado, desde hace mucho tiempo te dije que te alejaras de mí y me dejaras tranquilo. –

- Te lo dije tantas veces, solo fue un error, no debías odiarme por el resto de tu vida. – Dijo la chica casi suplicante.

- El único error fue haberte conocido. –

- Te seguí anoche, y vi que había una chica contigo, ¿Quién es ella y qué hacía en tu casa? –

- Ya te lo dije, eso no te importa, no vuelvas a seguirme. –