-El Rey Albert, la Reina Sylvia y la Princesa Elise.-
Nos anunciaron esa noche en la celebración del príncipe Daimmen, llegaron reyes, reinas, príncipes, princesas, duques y duquesas de reinos innumerables al castillo del Rey Benoit que era lo suficientemente grande para albergarnos a todos. Mis padres y yo pasamos un rato saludando a muchas personas que habían asistido y que eran conocidos de mi padre, en eso escuche dos risitas inconfundibles, voltee y ahí estaban Florence y Gabrielle conversando alegremente, de repente, se giraron y me vieron.
-¡Elise!- Dijeron al unísono mientras se apresuraban a saludarme.
-Florence, Gabrielle, es un gusto verlas de nuevo.-
-Lo mismo digo, creí que volveríamos a vernos hasta que fuera la boda de alguna de nosotras.-
-¡Ay Gabrielle! a este paso lo más probable es que nos viéramos hasta el funeral de una de nosotras.-
-Ni lo digas Florence, no quiero hablar de funerales en una celebración.-
-Gabrielle, Elise ¿qué les parece si salimos unos minutos al jardín antes de que llegue el príncipe? está haciendo calor aquí.-
-Nos parece una excelente idea.-
Caminamos hacia los jardines hablando de todo lo que en cartas no nos pudimos decir; la noche era hermosa, el cielo resplandecía y el viento fresco nos acariciaba.
-Pienso bailar toda la noche sin parar.- Comentó Gabrielle, quien siempre había sido muy extrovertida y muchas veces sus comentarios la metían en problemas o la hacían pasar situaciones embarazosas.
-Y si es en los brazos del príncipe mejor- Se burló Florence.
-No se hagan ilusiones muchachas, seguramente el príncipe no es más que otro tipo arrogante y presumido que ni siquiera se dignará a mirarnos por no ser dignas de él.- Dije sarcásticamente riendo a carcajadas.
-Pero Elise, si no lo conoces aún.-Dijo Florence aún riendo.
-Eso lo se, pero conozco demasiados príncipes y todos han resultado ser así por lo que no me extrañaría que Daimmen fuera igual.-
-A mi no me importa si tiene una actitud desagradable o incluso si tiene la cara verde y el cabello azul, yo bailaría con él toda la noche, claro, si llegara a fijarse en mí.- dijo Gabrielle.
Todas estallamos en risas por su comentario, estábamos muy animadas.
-Y tu Elise, ¿no piensas bailar con algún príncipe esta noche?.- Dijo Florence en tono burlón.
-En absoluto, debe ser realmente ocurrente y amable para que acepte bailar con alguien.- dije riendo.
-¿Y conmigo bailaría?.- Dijo una voz que no reconocí, voltee, y ahí estaba un joven muy apuesto de cabello negro y ojos verdes, que sonreía muy divertido al ver que mis amigas y yo quedamos pasmadas frente a él, entonces supe que debía responder.
-Lo siento pero tendrá que hacer algo mejor que entrometerse en conversaciones ajenas.-
Dí media vuelta y comencé a caminar lejos de él tratando de contener la risa, pero él se adelantó y de un arbusto arrancó una pequeña flor y la puso frente a mi cara deteniendome.
-Le ruego me disculpe, acepte esta flor para enmendar mi ofensa, es pequeña pero es casi tan hermosa como usted- Diciendo eso la puso detrás de mi oreja. Toda la situación me causaba mucha gracia.
-Supongo que ese truco lo usa con todas las chicas que ha conocido pero temo que funciona a la perfección, no puedo rehusarme a aceptar sus disculpas y su oferta de un baile después de tan adorable gesto, lo veré en un momento en el interior del palacio.-
![](https://img.wattpad.com/cover/124037140-288-k369274.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Perdida en mi destino.
Ficção Histórica¿Qué es lo que puedes hacer cuando toda tu vida ya está planeada? ¿y cuando no tienes elección? Creí que todo estaba arruinado...hasta que lo conocí.