Corrí hacía Carlos, mi intención era evitar que viese a Miguel, así que me lancé hacía el y le di un beso.
- ¿Y ese ataque de amor?- Me preguntó con una sonrisa.
+ Nada, te echaba de menos.- Mentí.
Lo cogí del brazo para darle la vuelta y empezamos a andar rumbo al hotel. Mi plan había funcionado, había evitado que Carlos y Miguel se encontraran. Al llegar al hotel, comimos y subimos a nuestra habitación. Estaba muy cansado, había sido un día muy tenso. Cuando estaba a punto de dormirme, Carlos empezó a besarme.
No me disgustaban para nada sus besos. Poco a poco fue bajando el recorrido de sus labios hacía mi cuello, y empezó a subirme la camiseta para deshacerse de ella. Yo hice lo mismo con la suya. Carlos fue bajando sus manos por mi cuerpo a la vez que acariciaba mi piel, desabrochó el botón de mis pantalos y se quitó los suyos.
Solo nos separaba la fina tela de nuestra ropa interior. Cuando Carlos estaba a punto de quitarse la única prenda que le quedaba, los nervios se apoderaron de mi, no podía hacerlo. Estaba casi temblando.
- Carlos, para.- Le dije. El me miró confundido.
+ ¿Que pasa?
- No lo se... No creo que este preparado Carlos, lo siento.- El suspiró.
+ Esta bien, te entiendo, lo haremos cuando tú estes preparado.- Me dijo a la vez que me daba un beso.
- Perdoname...
+ No tienes por que pedir perdón... Será mejor que durmamos un rato.
Nos quedamos dormidos y al cabo de un par de horas me desperté. Miré mi movil y tenia varias llamadas perdidas de Ana. La llamé inmediatamente.
- Ana, ¿Que ha pasado?
+ ¿Que estabas haciendo? Llevo mas de una hora intentando hablar contigo.-Me dijo enfadada.
- Tranquilizate, estaba durmiendo.
+ Bueno, da igual. Te llamaba por que tengo que decirte algo importante.
- ¿Que pasa?
+ Guille quiere hablar contigo.
- Guille, ¿para que?
+ Me ha dicho que tiene algo importante que decirte.
- No creo que sea una buena idea Ana...
+ Alex, debe de ser algo serio... Tienes que ir.
- Esta bien, pero iré con Carlos.
+ Vale... Nos vemos en el restaurante de la otra vez a las ocho.
Desperté a Carlos y le dije que ibamos a cenar con Ana y un amigo suyo. Nos alistamos y fuimos al sitio donde habíamos quedado. Al llegar, nos saludamos y entramos al restaurante. Después de un rato de charla, Ana dijo:
- Carlos, ¿Me acompañas un momento a pedir las bebidas?
Agradecí que Ana hubiese hecho eso para llevarse a Carlos un rato, no podía esperar a que Guille me dijera lo que me tenía que contar. Carlos se fue con Ana a la barra y yo me quedé en la mesa con Guille.
- ¿Que es eso que me tenías que contar?- Le dije desesperado.
+ Verás Alex... Ana me ha contado lo que ha pasado. Y lo primero de todo quería pedirte perdón por que hayas cortado con Miguel por mi culpa.
- Eso ya da igual...- Dije mirando hacía abajo.
+ Lo que quería decirte era que, Miguel dice la verdad.
- ¿Que?- Dije confuso.
+ Si. Se que el dice que yo lo forcé a besarme, y tiene razón. Cuando entramos al baño yo lo agarré de las manos y lo besé, el trataba de soltarse. Pero yo no lo dejaba...
Me quedé paralizado al oír las palabras de Guille. Miguel tenía razón, no fue su culpa, yo solo pense en mí. Me sentía la peor persona del mundo.