Desperté en la habitación de Carlos, miré el reloj. Llevábamos casi dos horas dormidos. Quería despertar a besos a Carlos, pero me di cuenta de que no estábamos solos, se oían voces en la cocina.
-Mierda. -Pensé.
Desperté a Carlos de forma brusca, empezaba a ponerme nervioso, no quería que sus padres nos vieran así, ambos estábamos desnudos. Nos vestimos rápidamente y salimos de su cuarto.
Estaba cardiaco, estaba a punto de conocer a los padres de Carlos, no quería dar una mala impresión ante ellos, al fin y al cabo, iba a vivir en su casa.
-Tranquilo, verás como les caes genial, eres un encanto. -Dijo Carlos para tranquilizarme.
Salimos de su habitación y ahí estaban sus padres, sentados en el sofá. Ambos sonrieron al verme. Sobretodo su madre, era una de esas personas que te transmiten confianza con tan solo mirarlas.
Pasamos un rato en el salón con sus padres charlando. Todo iba bien hasta que el padre de Carlos me preguntó:
- Bueno Alejandro... ¿Y como se tomaron tus padres lo de que su hijo sea gay?
Inmediatamente Carlos y su madre se dieron cuenta de que esa no era una buena pregunta. Al parecer, su padre no sabía que mis padres me echaron de casa por esa misma razón. Él lo notó y rápidamente dijo:
- Vaya, lo siento si he metido la pata Alejandro...
- Bueno... Alex y yo nos vamos a dormir, estamos muy cansados. -Dijo Carlos para evitar que yo me pusiera a llorar en frente de sus padres.
Al entrar a su habitación, él no hizo más que abrazarme. Él sabía perfectamente cuando necesitaba simplemente un abrazo y todo lo demás sobraba. Nos tumbamos en su cama dispuestos a dormir y me dijo:
- Cariño...
+ ¿Qué pasa amor?- Le pregunté preocupado.
- Aunque me duela dejarte aquí, mañana tengo que ir a clase si o sí, mi madre me ha obligado. -Dijo triste.
+ No pasa nada idiota, te esperaré aquí.
Ambos nos dormimos rápidamente debido al cansancio. A la mañana siguiente desperté solo en la cama. Carlos se había ido ya a clase.
Estaba muy aburrido, no sabía que hacer hasta que pensé que sería una buena idea sorprender a Carlos buscándolo a su instituto. Le pregunté a su madre como ir y me explicó como llegar hasta allí. Al parecer no estaba tan lejos de su casa.
Llegué a la puerta, había mucha gente, esperaba no haber llegado tarde y que Carlos se hubiese ido ya a casa. Pero mis pensamientos se esfumaron nada más ver los rizos pelirrojos de Carlos a lo lejos. Iba a acercarme a él corriendo, pero a medida que iba acercándome a él me di cuenta de que no estaba solo.
Carlos estaba con otro chico, estaban besandose. Me quedé paralizado por unos segundos. Hasta que empecé a llorar descontroladamente. No podía creer lo que veía, estaba pasando otra vez, me estaban engañando de nuevo.
Empecé a correr sin destino alguno. Hasta que sin querer llegué a la playa. No hacía nada mas que andar descalzo en la arena, me relajaba. Pero la imagen de Carlos con ese chico no salía de mi cabeza.
De repente choqué con alguien.
+ Lo siento. -dije mirando aún hacía el suelo.
- No pasa nad... Alejandro!?
Miré hacía arriba y no lo podía creer.
+ Guille?- Dije confuso.