20° Capítulo: "Caída" ⛔

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Entré al auto. Shawn y Jake hablaban, ambos asentían, hasta que Jake empezó a caminar hacia la esquina de la calle para tomar un taxi. No entendía lo que pasaba pero Shawn entró al auto, puso el estereo y arrancó. Volteó a verme.

- Y Jake? No vendrá con nosotros? - dije
- ‎No, Jake se irá a su casa, le di el día de descanso. Aunque a la noche irá al concierto - volteó hacia al frente.
- ‎Pero, dónde iremos? No sabía que salías solo, sin que nadie te acompañara - reí
- ‎Tú me estás acompañando - sonrío
- ‎Si, pero no me refiero a personas como yo, sino a guardaespaldas y todo eso - voltee a verlo y observé su perfil, que sin lugar a dudas, no tenía errores. Sacudí mi cabeza y miré hacia la ventana. No quería distraerme mirándolo.
- ‎Oh, entiendo. Creo que en algunas salidas, necesito estar solo, sería extraño sino - río y notaba que estaba mirando, entonces voltee a verlo.
- ‎Sin embargo cuando fuimos a la pizzería, cuando has venido a la tienda de música o inclusive al bar, siempre estuvo Jake - elevé mis cejas
- ‎Si, lo sé, él me acompaña a todos lados, es como mi sombra, además de mi amigo. Pero a este tipo de salidas sería extraño que viniera, no te parece? - elevó sus cejas, sonrió sin dientes y volteo a la ruta

Sí, me estaba sonrojando inexplicablemente y seguía sin comprender los motivos.

- No sé de que tipos de salidas hablas - intenté que sea más explicito en sus respuestas pero lo único que conseguí fue un largo silencio por casi 10 minutos.
Sonaba Say you won't let go de James Arthur y lloviznaba un poco, era el ambiente perfecto. Mi mirada se concentraba en la ventana pero al cabo de unos minutos, voltee a verlo a Shawn.

Contemplé su concentración al conducir, sus manos sosteniendo el volante fuertemente, su ceño serio pero relajado, su perfil era simplemente perfecto. Sonreí porque mi interior estaba en paz y en una tranquilidad que nunca había sentido. Los sentimientos que venía sintiendo hace días seguían presentes y a pesar de que aún nos conocíamos hace unas semanas, parecía que habían pasado meses. No quería despegarme de su luz y de lo que él me transmitía. Me sentía tan bien.

Perdida en mis pensamientos como siempre, me encontré con su mirada sobre la mía y me dijo:

- Te quedaste mirandome, ¿estás bien? - río y frenó el auto, estacionando en una esquina. Desvié mi vista al volante.
- ‎Y tú frenaste el auto, ¿estás bien? - reí
- ‎Estoy muy bien - elevó sus cejas - ¿por qué te quedaste mirándome? - me miró desafiante pero sonriendo. No sabía que responder sinceramente.
- ‎¿Por qué no puedo mirarte? - dije sonriendo y mirandolo fijamente
- ‎No se responde con otra pregunta - frunció su ceño y sonrió - ¿Por qué te quedaste mirándome, Ali? - me miró fijo y me sentía totalmente intimidada.
- ‎No lo sé. Sólo te observaba, ¿si? - volteo mi mirada al frente y él río.
- ‎Gran excusa, Bilbao. No eres buena en eso - río - lo tendré en cuenta - se acercó hacia mi rostro y elevó sus cejas.

El viaje continuó, mientras hablabamos sobre su familia, su música y de en vez en cuando cantabamos alguna canción de Ed Sheeran, Matt Corby, James Arthur, John Mayer, Sia o Zayn. Al cabo de casi una hora y media, llegamos al destino que aún desconocía pero bajamos del auto.

- De acuerdo, llegamos - apuntó sus largos brazos hacia un cartel - Bienvenida a Niágara Falls, Ali, ¿Has venido alguna vez? - Mi rostro estaba lleno de asombro ya que en casi dos años aqui nunca habia venido y siempre lo había querido hacer - Creo que no. Bueno, todos los Sábados vengo aquí, por eso te decía que era mi rutina, asi que te la enseñaré completa.
- ‎Nunca había venido aquí, y siempre he querido conocerlas Shawn - él sonrió.
- ‎Esto recién empieza, Ali - y empezó a correr rumbo a la entrada del parque. Sonreí y lo imité. Llegamos y pensé que pagaría los pases pero me dijo:

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