9° Capítulo: "La tienda" 🎧

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Sábado por la tarde. Llueve de vuelta. Esta lluvia intermitente generaba en mí, paz pero al tiempo molestia ya que hacía que no hubiera tantos clientes. Y me divertía tanto en cada venta en la tienda.
Estaba arreglando algunas estanterías con todo tipo de flautas. Escuchando música como siempre, mi tipica playlist. Miré la hora: 5:30pm. Debía cerrar la tienda a las 6pm. Pensé en Shawn, cuando mi celular sonó. Definitivo, la ley de atracción es real.

- Hola? - dije mientras me movía de esquina a esquina en la tienda
- ‎Hola Ali, cómo estás? Estoy yendo. Tuve un problema con mi auto pero ya lo solucioné. Estás ahi todavía no?
- ‎Si. Todavía estoy aquí con clientes - mentí pero quería sonar ocupada - así que no te hagas problema.
- ‎Esperame ahi, Ali. Nos vemos - colgó

Me senté. Apoyé mis brazos en mis piernas y mi cabeza en mis manos estuve así por minutos hasta que me llamó Liam.

- Hey, Aliga - me reí al recordar que él me llamaba así desde pequeños por Alina + Amiga = Aliga.
- ‎Hey, Liago. Qué estás haciendo? - se río. Recordé nuestros apodos.
- ‎Nada importante. Sólo quería comunicarte que... ¡Conseguí trabajo aquí en Toronto! - dijo eufórico
- ‎Oh mi dios, Liam, te felicito! Estoy muy feliz por ti - dije alegre porque eso significaba una cosa.
- ‎Así que como ya sabes lo que esto significa, me quedaré a vivir aquí. Al fin, nos veremos más seguido Ali!
- ‎Lo sé, Liam. Estoy tan feliz. Al fin, Clay, Sami, tu y yo viviendo en la misma ciudad - no dejaba de sonreir
- ‎Debemos festejarlo. Mañana por la noche, te parece? Le aviso a los chicos
- ‎Me parece perfecto. Mañana festejamos entonces.
- ‎Que feliz estoy, Ali. Nos estamos hablamos - colgó.

Estaba tan feliz y se notaba en mi rostro, mientras miraba mi móvil para ver los mensajes que ya estaban enviando al grupo que teníamos en WhatsApp, cuando una voz masculina apareció desde la puerta de la tienda. Era Shawn.

- Hola Ali. Oh cuánta felicidad hay en tu rostro, ¿se pueden saber los motivos? - dijo mientras cerraba la puerta y se acercaba a mi.
- ‎Hola Shawn. Creo que también te alegrará la noticia - me miró intrigado - Liam se mudará aquí, a Toronto, no lo puedo creer - sonreí por demás pero él no demostró la felicidad que esperaba. Simplemente sonrió sin dientes y no pronunció palabra alguna. Me extrañó pero respeté su silencio. Para cortar el momento, dije:

- Ok. Bueno, qué necesitabas de la tienda? - dije seria mientras tomaba mis manos y las balancee un rato hacia ambos lados.
- ‎Oh, te habré parecido un antipático ante mi reacción con lo de Liam. Me alegro muchísimo por él, sólo que no lo esperaba. Pensé que le gustaba vivir en Argentina - dijo mientras miraba la tienda
- ‎Si, pero consiguió trabajo y ahora podrá pagar el alquiler del departamento que ya había visto hace un tiempo - volvió la sonrisa a mi
- ‎Oh por eso. Me alegro por él - pensó - bueno, volviendo al tema que me trajo hasta aquí. Necesito comprar una nueva guitarra. En unos días, vuelvo a mi tour - me miró a los ojos cuando dijo esa frase y yo sólo asentía - y necesito una guitarra para llevar en mi bus.
- ‎Perfecto. Te mostraré mi preferida - dije caminando hacia el pasillo principal de la inmensa tienda.
- ‎Es muy hermosa - dijo Shawn mientras me alcanzaba al caminar.
- ‎Qué? - dije volteando hacia él
- ‎La tienda, digo, es muy hermosa. Es inmensa - miraba mis ojos
- ‎Ah si, esta tienda es mágica - dije mirando sus ojos y voltee para ver la hermosa guitarra que se encontraba frente a mi. Él iba a decir algo pero lo interrumpí - Aquí está. Te presentó a Stella - y extendí mis brazos como en estado de presentación. Él se río. Y fue tan tierno cuando lo hizo. En fin, Ali no te desconcentres. Volví mi mirada a la guitarra y contemplé al igual que él lo hermosa que era.
- ‎Wow, no tengo palabras - se acercó y la tomó con sus dos manos - permiso.

Pasamos un rato hablando de sus características, marca y precio. Hasta que después de un silencio, dijo:

- Me la llevaré. No tengo dudas - dijo cargandola en sus brazos como si fuera un bebé y me miraba sonriendo.
- ‎De acuerdo. Pareciera que la estás adoptando más que comprando - reí y voltee para ir rumbo a la caja.
- ‎Disculpa, pero no soy yo la persona que le puso un nombre - rió y busco mi mirada, que obviamente no dirigí. Reí pero seguí caminando.

En la caja, mientras buscábamos una funda para que pudiera llevársela y él me daba su tarjeta para pagarla. Lo miré fijamente y le dije:
- Debes cuidarla. Y sí, le puse nombre porque es mi guitarra favorita. La usaba cuando estaba aburrida en el negocio. Es perfecta y fue una gran compañía - dije y automáticamente miré hacia mi computadora para hacer los trámites de pago y factura.
Él me estaba mirando. Lo notaba. Pero no dijo palabra alguna. Parecía que estaba pensando mientras miraba la guitarra. Hasta que me respondió:

- Si quieres no la llevo. Sé lo que es amar algo, y si tanto te gusta, no la compraré - dijo mientras acercaba la guitarra hacia mi y guardaba su billetera en su campera.
- ‎No, por favor. Llevatela. No quise decir que la extrañaré ni nada de eso - reí - sino que realmente valores lo que es - lo miré a los ojos. Y nuevamente vi la luz. Permanecimos así un tiempo, hasta que él dijo: - De acuerdo, la llevaré pero si algún día quisieras usarla, no dudes en llamarme y te la traeré. Consideremos que es algo que compartiremos, trato? - dijo seriamente y me extendía su mano hacia mi.
- ‎Trato - reí. Su mano era inmensa. Creo que dos manos mías entraban dentro de una de las suyas, así que volví a reirme.
- ‎Bueno, listo. Me llevaré a Stella en el bus. Sé que te extrañará mucho - dijo mirando a la guitarra
- ‎Cuida de ella. Es tan pequeña - dije soltando una carcajada. Esto era extraño pero tan divertido a la vez.
- Quédese tranquila. Seré un padre responsable - rió y negó con su cabeza em forma graciosa - Bueno, Ali, debo irme, te agradezco por tu ayuda con mi compra. Creo que amaré a Stella - abrazó a la guitarra - ¿Ya estás por cerrar el negocio?
- ‎Si, ya es tarde. Debí cerrar hace una hora pero no podía echar a mi cliente - lo señalé con mi dedo índice.
- ‎Oh, eres una excelente vendedora - ambos reímos y empecé a cerrar las ventanas de la tienda - Te esperaré.

Empezó a sonar John Mayer en mi playlist. Ese hombre era un gran guitarrista y nadie podía negarlo.
Shawn empezó a cantar la canción "Helpless" y buscó mi mirada aunque yo estaba tan concentrada en mis tareas que no giré a verlo.

- ‎Podrías ayudarme a cerrar las puertas traseras, te parece? - lo miré elevando mis cejas. Realmente necesitaba ayuda.
- ‎No te hagas problema. Me encargaré.

Cerramos el negocio. Y nos encontrábamos en la puerta de salida.

- Muchas gracias Shawn y espero que disfrutas a Stella. Sé que lo harás.
- ‎No cabe duda. De nada. Gracias a ti.
Nos despedimos. Y subí a mi auto cuando veo a Shawn frena su paso y viene nuevamente hacia mi.

- Veo que tienes la manía de olvidarte de decir las cosas y acordarte cuando ya me he subido al auto - dije riendo y sacando mi cabeza por mi ventana.
Él sonrió y aceleró el paso.
- Sí, es una de mis debilidades. Debes acostumbrarte a eso - río - Ok, seré directo - elevé mis cejas - Recién sonó John Mayer en la radio, y recordé que mañana por la noche tengo un concierto al cual iré, al igual que Matt, Jake y Geoff, ¿Quieres acompañarme? Bah ¿Acompañarnos? Será divertido.

Me quedé sorprendida. Pero ni lo pensé, automáticamente asentí con mi cabeza.
- Obviamente, Shawn. Un recital de John Mayer es una oportunidad que nunca se puede rechazar.
Sonrió y me miró fijamente a los ojos.

Maldita sonrisa. Maldita mirada.

Enseguida sentía perderme en su magia y olvidarme de todo mi alrededor. Cuando él interrumpió mi momento mágico:
- Perfecto Ali. Te llamaré más tarde para que arreglemos mejor. Me alegra mucho que aceptaras - guiñó un ojo y se dirigió lentamente hacia su auto.

Estaba ocurriendo... Iría a un concierto. Nunca había ido a uno. El dinero siempre había sido una dificultad para mi familia en Argentina y para mi en Canadá. Mi felicidad era inexplicable. Estaba flotando en el aire, iba tan distraída manejando que decidí frenar, salir del auto, gritar, y volver a conducir normalmente. Debía aprender a controlar mis emociones.

PerdidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora