Odio a la novia de mi hermano

Capítulo 15

Ambas dejamos la habitación y bajamos de las escaleras, en el comedor miramos la mesa repleta con dos asientos sobrando.

—Hola buenas noches—Saludo Melisa a todos los presentes.

—Hola Melisa—Habló Alex sonriendo—Por favor toma asiento eres bienvenida.

—Gracias—Ella sonrió.

Fue a su lugar y se sentó, Melisa sí que daba escalofríos al fingir esa actuación.

— ¿Ana que te sucede hija por qué no te sientas? —Pregunto mi madre sonriendo.

—Ehh sí—Dije en corto, Melisa me estaba dejando impresionada que no pude apartar la mirada de ella, sabía mantener el control muy bien.

Tome asiento y miré a los invitados, aquí es donde vienen las tenciones, Johan miraba fijamente a Melisa, estaba mordiendo el anzuelo.

—Ana me puedes pasar una servilleta por favor—Dijo Melisa.

—Seguro—Sonreí y se la extendí.

—Muchas gracias—Antes de tomar la servilleta roso mis dedos.

Me estremecí del contacto, debo reconocerlo ella era muy buena. Miré que Johan la fulminaba con la mirada, claro que lo entendía por completo, estaba quitándole algo que pensaba que era suyo y esos cruces solo significaba una cosa, pronto se acercaría el momento en que Johan atacaría.

—Nos da gusto verte de nuevo Ana—Comento el señor Jeremías.

—Lo mismo digo—Sonreí—Gracias a ustedes por venir—Miré hacía Alicia y la salude con la mano, ella hizo lo mismo correspondiéndome con el mismo gesto.

—Johan me comento que tienes un nuevo novio ¿Eso es cierto Ana? —Pregunto Alex.

Así que le fueron con el chisme, sabía que esto no se podía guardar por mucho tiempo.

—Sí, aunque hay algo que tengo que confesarles a todos—Repuse yo nerviosa.

Todos dejaron de masticar sus platillos y me miraron, observe por unos segundos a Melisa, ella asintió dándome ánimos de confesarle a todos el gran secreto.

— ¿Qué es lo que nos tienes que decir hija? —Pregunto mi padre inquisitivo.

—Esto será muy difícil de explicar—Dije yo nerviosa—Verán.

Melisa sujeto mi mano tranquilizándome, mi familia, la de Johan y ella misma se quedaron extrañados de mi actitud, era tiempo de soltar la sopa.

—En realidad les he mentido todo el tiempo a mi familia, la verdad no tengo novio, ahora estoy en una relación seria con...

Mi lengua se me trabo sin decir lo último.

—Yo y Ana estamos saliendo—Intervino Melisa sonriéndoles—Amor no te pongas nerviosa, mira lo sonrojada que estás—Me miro y sonrió.

Estaba sonrojada y apenas me daba cuenta, no por la confesión, era por el teatrito montado entre Melisa y yo, si todos supieran la verdad sería muy vergonzoso, luego los latidos descontrolados de mi corazón debido al nerviosismo estimulaban más el ambiente de inquietud.

— ¿Ana esto es en serio? —Pregunto mi madre muy seriamente.

La mire a los ojos tratando de calmarme y así creyera en la mentira—Sí madre, Melisa y yo llevamos unos días de salir y se los oculte, ahora saben porque no traía conmigo un varón para mi noviazgo.

— ¿Eres lesbiana? —Pregunto Alicia.

La mire y asentí.

— ¿Por qué no lo dijiste antes Ana? —Pregunto mi padre.