MI PEOR ERROR

1.Soy Paula...

—Paula, Paula ¿Estas lista ya? Bueno en cinco minutos nos vamos, espero hayas agarrado ya a tu peluche.

—Si mami, ya estoy lista—observe mis zapatitos de charol nuevos.

—Tan hermosa mi bebé —ordeno mi vestido—Hoy empezamos una nueva vida. Espero que Damystel Roms nos trate de maravilla.

—Yo ya quiero estar en la escuelita mami.

Mi madre me observó con la mirada mas tierna. Como solo ella podía hacerlo.

—Tu primer año de escuela lo iniciaras allí mi linda princesa.

***

Llegamos a un pequeño pueblo al noroeste del país, según podía escuchar a mi madre y a mi padre. Los tres estabamos muy felices de poder iniciar una nueva y deslumbrante vida en aquel pueblo.

Nuestro departamento quedaba cerca de la plaza principal, era amplio y muy bonito. Mi madre habia puesto mis cosas en la habitación que tenía la vista hacia un pequeño puente.

En mi primer día de clases hice muchos amigos, pero había conectado super bien con Samantha y Damian. Asi se llamaban mis nuevos mejores amigos.

Diez años después.

—Paula, hija apresurate que Sam te esta esperando...

Rodeé los ojos al escuchar a mi padre, hace menos de cinco minutos que ha llegado Samantha y ya me estan apresurando. Como si ella no pudiera subir sola.

—¿Cuántas veces te he dicho lo horrible que se ve en una mujer eso de rodar los ojos?—escuche a la tenaz rubia detrás de mi.

—Seguire rodandolos mientras mi padre siga siendo apresurado cuando llegues—sonreí—Y Damian? No venia contigo?

—Pues eso creí, pero repito sus palabras—hizo un raro movimiento con sus manos—"Se van a tardar mucho blablabla" "Paula dice cinco minutos que se convierten en cuarenta blablabla" Asi que prefiero esperar en mi casa, comiendo, y cuando esten listas paso a buscarles—hizo otro raro moviento con sus manos—Fin. Eso dijo y pues tiene razón.

Frunci el ceño y volví a rodar los ojos.

—Pues para su información ya estoy mas que lista—me retoque el labial—Vamos a la bendita fiesta que se nos hace tarde.

—Esto es un milagro de la naturaleza, Paula lista antes de los diez minutos de espera, debo anotarlo en el libro de los record gines—grito la muy exagerada.

—Basta ya! Y llama a Damian...

—Voooooooy!!!!—sonrió.

Esta sera una larga y emotiva noche pensé...