25. La mujer de mi vida

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MateoPOV.

Acabo de besar a la mujer de mi vida. Siento mis mejillas acalambradas, y como no lo iba a estar, sino he dejado de sonreír.

Debemos ir a buscarla, deja de ser un idiota feliz y apresurate.

*toque la puerta de su camerino*

—¿Quién?. — pregunto con esa vocecita tan hermosa.

—El amor de tu vida.— respondí sonriendo. Maldita sea no puedo dejar de sonreír me siento el hombre más feliz del mundo.

—Pasa...— dijo entre risas.

Acomodé mi suéter rojo y mi cabello. Carajo me muero de los nervios. ¿Qué pasará ahora?

Abrí la puerta y ella se abalanzó sobre mi. La abracé. Huele tan deliciosamente bien.

—No me sueltes nunca.— soltó cerca de mi oído. Su voz era tan delicada y segura. Pero a la vez logré sentir su miedo en aquellas palabras.

—Nunca lo haré.— nos apartamos un poco para poder vernos.— Paula, yo te quiero. Estoy jodidamente enamorado de ti.

suspiró.— Sabes siempre creí que fue mi error haberme fijado en ti.— calló. — Pero, mi peor error fue no correr a besarte y decirte lo mucho que te quería. — alzo su mirada.— ¡Que Te quiero!.— se lanzo a besarme.

Cerramos la puerta de su camerino y empezamos a besarnos. Carajo matew no me vayas a fallar, no debes ponerte feliz. No quiero que lo hagas.

¿Como carajo no lo va hacer, si no dejan de besarse?

Abrieron la puerta.

—¿No echaste seguro?.— preguntó.

—Solo la cerre.— rasque mi cabeza.

—¿Paula?.— vimos a Samantha asomarse detrás de la puerta.

—Sam.— respondió Paula un poco avergonzada.

—¿Mateo?.— siguió Damian detrás de Samantha.

Pero que carajos es esto. ¿Una presentación de todos? Mucho gusto me llamo Mateo y acaban de cortar mi casi erección.

—¡Huuuuy! Este camerino huele como a...— Sam empezo a percibir.

— ¡Setso!.— completo Damian.

—Mi hermano es virgen.— escuche a Elena detrás de la puerta. ¿Pero qué carajo hace Elena aquí?.

—El ambiente huele a amor, son unos malditos envidiosos. Sam cariño, nosotros vamos al camerino de Mateo.— ¿Quién invito a Chase?

Solo falta que aparezcan mis padres y los padres de Paula y estaríamos con casa llena, familia completa y boda incluida.

—Bien pues...— Pau rasco su cabeza.— Chicos muy bonito y todo pero, ¿Qué carajos hacen aquí? ¿A caso no entienden lo que significa privacidad? ¿Espacio personal?.

—Asi que finalmente tú. — señaló Elena a Paula.

—¿Qué? ¿Ahora que hice?.— respondió Paula de mala manera.

—Solo robar el corazón de mi hermanito. Bien Paula seremos súper amigas, es decir las mejores complices.— extendió su mano.

—Disculpa.— Samantha fingió toser. — Ella ya tiene una complice.— sonrió desinteresadamente.

—Y un complice también. — añadió Damian.

Paula rodo los ojos mientras respondía al aprenton de manos con Elena y seguido de esto alzo sus brazos y fingió frustración.

MI PEOR ERRORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora