MI PEOR ERROR

6.Una oportunidad

—No me dejes solo...

Me abrazo y de inmediato senti unaa tremendas ganas de llorar, no sabia porque carajo reaccionaba asi. Tenia que alejarme de él... Pero aquello era algo imposible, con aquel abrazo me di cuenta que en ningún otro lugar me voy a sentir mejor como me siento en este preciso momento.

Las lágrimas empezaron a caer sin cesar por mis mejillas

—Hey! No llores ¿Te hago sentir mal acaso?—pregunto Mateo mientras secaba mis lágrimas.

—No es nada—respondí —Solo que me muero de hambre—me solte de él para poder abrazar mi estómago y fingir que me dolía, no iba a decirle que me gustaba. Mucho menos que me hace sentir todas esas cosas.

Él me miro un poco extraño, hasta que reacciono y me dio de sus galletas con yogurt.

—Solo quiero estar bien contigo, ya sabes. Salir, hablar, reír... Típicas cosas que hacen los—se quedo en silencio y a los dos minutos reacciono—Amigos—dijo mientras agachaba la cabeza.

—Más bien cuñados—dije mientras lo observaba de reojo.

El abrió los ojos como platos, su vista se perdio enseguida. Creo que no fue buena idea decir aquello...

>Lo digo por lo de Sam—empece a toser, acaba de irse medio litro de yogurt por el otro orificio. Me estoy ahogando!!

Él empezo a darme palmadas en la espalda, sentía morirme. Hasta que finalmente pude recuperar la respiración, nos empezamos a reír de la nada y volvio abrazarme.

—Es lindo pasar asi contigo —dijo mientras acariciaba mi cabello.

Sonreí y cerre los ojos para poder disfrutar de aquel momento.

—Se siente espectacular...

Pasamos el resto de la tarde jugando y hablando sobre los libros que ordenabamos.

—Como el mágico canto de una sirena—dijo mientras veía la portada de un libro.

—Una amistad eterna—repetí tras leer el epilogo de un libro.

Él me miro enseguida.

—Crees que nuestra amistad sea eterna—me preguntó.

Es mejor afrontar las cosas que huir de ellas. Me acabo de dar cuenta que mientras mas huya de lo que siento por Mateo peor sera. Asi que desde ahora prefiero compartir tiempo con él, no sera tan difícil.

—Yo creo que mientras no me tires del pelo todo ira perfecto—sonrei

—Nunca te he tirado del pelo, del cabello si—empezo a reír sin parar.

Aquello me hizo poner como un tomate. Dios que tonto era maldito.

>Tranquila—acaricio mi mejilla mientras sonreía, y aquello me hacia poner mas roja aun.

—Bien—quite su mano de mi cara—Tengo que irme, hoy tengo una pijamada con tu novia.

El tenso su cuerpo de inmediato, no se porque tiene esas reacciones.

—Cuidate, me saludas a los chicos—acaricio mi cabello—Ya te escribo linda.

Agarro su mochila y se fue.

Maldito idiota porque hace todo aquello. Todo lo que pone a mis hormonas en una completa revolución, aquello que me hace titiritar de los nervios, aquello que me hace querer algo mas que un abrazo. Como por ejemplo saltar y devorarlo de un beso...

Malditos pensamientos...

***

Samantha había hablado con mis padres para que me dejaran ir a su casa. Ellos accedieron y ahora estoy camino a su casa en el coche de Damian.