MI PEOR ERROR

30. ¿Samantha?

—Mami, mami.— tire del vestido de mi mamá. Ella se agacho hasta quedar a mi altura.

—¿Qué paso princesa?.

—Ves a esa niña.— susurre mientras la abrazaba y señalaba a Sam. Mi madre asintió.— Se llama Samantha.

Mi madre sonrió y al poco tiempo de hablarle de ella, Samantha se encontraba caminando hacia nosotras. Yo refugié mi cabeza en el cuello de mi madre.

—Hola señora.— escuche su voz.— Soy Sam Mejor amiga de Paula.— rió.

—Hola nena.— mi madre tomo de mi cabeza e hizo que mire a Sam.— Princesa, ¿Quieres jugar con tu amiguita?.

Frote mis ojos y asentí suavemente.

—¡Bien!.— tomo mi mano.— Vamos, yo te cuido. Señora yo le cuido. Nada malo le va a pasar.— mi madre sonrió y se cruzo de brazos mientras observaba como jugabamos.

(...)

—No lo entiendo.— sollozaba.— No entiendo porque hizo todo eso.— Mateo y Damian me tenian tomada de la mano.

—Ya amor tranquila. Muchas veces no podemos explicar el comportamiento que tenemos frente alguna situación. Aveces sin darnos cuenta lastimamos a personas cercanas a nosotras. Creyendo hacer un bien, solo terminamos por lastimar al resto.

—Sam no es así Pau. La conocemos toda la vida y ella siempre a cuidado de nosotros.

Mire a mis dos hombrecitos mientras intentaba secar mis lágrimas.

—Ya lo sé. — suspire.— Ya sé que Samantha no es así. Pero me hizo daño, ni si quiera pueden imaginarse lo culpable que me sentí por enamorarme del novio de mi mejor amiga. Todas las noches que pase odiandome por ser tan egoísta.— sujete la mano de Mateo con fuerza.— Casi me quedo sin dar este paso por miedo. No me atrevía.

—Creo que es mejor que nos vayamos.

—Apoyo esa idea.

—Bien iré a avisar a los demás. Mientras cuida de ella.— Damian salió de la tienda y entonces recarge todo mi peso en el pecho de mi novio.

—Pude haberme perdido de ti.— susurré.

—Pero ya estamos juntos. Y nada ni nadie nos va a separar.— besó mi frente.

—Necesito tiempo. Tiempo para asimilar todo esto y poder hablar con Sam.— sorbi por la nariz.

—Entiendo.— acomodó un mechon de cabello detrás de mi oreja.— Creo que será lo mejor.

Damian se había encargado de informar a todos que regresariamos esta tarde a casa. Siento una estaca en mi corazón. Me siento traicionada por mi propia amiga, y esto realmente se siente jodido. No me cabe en la cabeza, no entiendo el ¿Por qué? Si Sam sabía que me dolía verlos juntos, que mi corazón se hacia pedacitos cada vez que intentaba acercarme a Mateo. ¿Es de mejores amigas hacerse daño? Lo dudo.

En el camino a casa, nadie dijo una sola palabra. Creo que todos preferimos ir abrazados y las chicas ir escuchando el corazón de nuestros amores. Al llegar al pueblo pedí que me dejarán en la entrada al pueblo junto a Mateo.