Sigo aquí...(one piece)

>Esperanza<

"Los niños buenos no deben llorar"

Estaba viva.

No estaba segura de como, pero lo estaba. Le seguí doliendo el cuerpo, pero era muy poquito. Era como cuando duermes en mala posición y los músculos te regañan cuando despiertas. Lo sabía por que Law siempre se queja de su espalda cuando se duerme leyendo y el se enoja cuando le pintaba la cara. ¿Quién le manda a dormirse en la mesa? Aparte babea los libros.

Un segundo... ¡¿En donde estaba?!

Alarmada abrió los ojos, sin embargo no vio nada el lugar estaba completamente a oscuras y se movía levemente, Lamy tembló, desde siempre le temió a la oscuridad, no era capas de dormir sin una luz de noche y una historia para dormir. Law siempre le decía que si le temía a la oscuridad no podía cumplir su sueño. Si la oscuridad le hasia temblar los monstruos, las tormentas y los piratas sin duda le harían llorar, no podía salir al mar.

Con dificultad mueve la mano, se siente muy pesada, se olle un tintineo, uno fuerte. Tocó su muñeca encontrando una pulsera metálica unida a una cadena bastante gruesa. Miro a todos lados desesperada No le gustaba la oscuridad.

-¿Hola?

Era una niña, por su voz pudo asegurar que esta tan o más asustada que ella. Intento responder pero lo único que logre fue lastimar su garganta, ¿Cuando fue la ultima ves que tomo agua? Decidío mover las manos de arriba a abajo haciendo que las cadenas tintinen.

-¿No puedes hablar, eh?- Su voz ya no tenía tanto miedo, sin embargo seguía ahí. Ollo como algo se arrastraba a su dirección. Aun objeto toco sus labios.-Ten, bebe.

Tomó el objetó, un cuenco lleno de agua y en menos de cinco segundos éste acabo vacío. La fresca agua alivio el ardor en su garganta de forma casi inmediata.

-Gra...cias

-De nada.

-¿Sabes donde estamos?- Pregunto Lamy mirando a su alrededor.

-En un barco dirigido a New Word; en este instante estamos en Red line

-¡¿New Word?! ¡¿Red line?!-Exclamó sin poder creerlo.- P-Pero ayer estaba en Nort Blue.

-....- La chica se quedo callada.-Emos estado al menos tres días en este barco. Eras la única a parte de mi que ha despertado.

-Lo... Lo entiendo.

Mentía. No lo entendía en lo más mínimo. ¿Por que estaba rumbo al mar más peligroso del mundo? ¿Qué había pasado con su família?¿Estarían bien?¿Vendrían por ella?.Un toco en su hombro la despertó de sus pensamiento.

-¿Estás bien?

-Si

-Mientes

-Lo siento

La chica suspiro, Lamy era tan transparente como el cristal; estaba aterrada, pero ¿cómo no estarlo? Estaban en un barco con dirección a quien-sabé-donde solo de ida.

-¿cómo te llamas?

-Lamy.

-Lindo nombre, yo soy-

Un puerta se abrió de golpe, la luz entro a la habitación ceguando a las niñas. Un par de marines entraron, uno de ellos le miro sorprendido y se voltio a su compañero.

-¿No se suponía que dormirian una semana, por lo menos?- Y se puso a discutir con su compañero.

Lamy aprovecho la luz para mirar a su nueva amiga. Quien estaba observando la discusión. Pelo rosa hasta la cadera, ojos violetas y piel clara. Era tal ves un año mayor que ella. Al parecer su observación fue muy fuerte pues la voltio a ver sonriendo.

-Soy Bonney.
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Estaba cansada, lo único que quería era estar en su esquina sin que los mountros vengan. Su cuerpo duele.

No queria moverse, sus costillas aun estaban recuperándose del último juego.  Por lo menos los otros niños, sin siguen asi los monstruos azules vendrán, se los llevarán como todos los días... cuando eso pasa solo sé que no van a volver.

"¡No necesitamos críos, necesitamos soldados!"

Quería irse, pero no con ellos.

Por eso no lloró, por que sé que si llora sera peor. Lo mejor es bajar la cabeza y no gritar, debía ser valiente. Por lo menos hasta que Law venga. Los otros niños dicen que jamás vendrá, que esta muerto y nunca lo volverá a ver e incluso Bonney lo dice.

Ellos mienten. ¿Verdad?  Están resignados a no ser encontrados; simplemente se han rendido, no los culpa, ella también se esta empezando a rendir.

"Siempre ten esperanza, por que de ella nace la fuerza"

Tal vez tienen razón...

Tal vez Law este muerto.

Tal vez nunca saldremos.

Tal vez.... mamá se equivocó.

La puerta se abrió de repente, uno de los monstruos entro gritando "¡¡En fila!!", la mayoría se despertó de golpe, sin embargo obedecieron al ver quien los levantaba. Sus costillas se quejaron, pero se aguanto y se coloco al lado de Bonney.

-Escuchen bien mocosos desde ahora habrá una doctora encargada de que no mueran el los juegos, así que si dice salten ustedes, escorias, saltan. ¿Quedó claro?

-Si señor Dante.

-Puede pasar señorita Black.

Lamy sintió que el mundo se detenía al ver a la mujer con bata. Era hermosa: pelo negro transado que llegaba por debajo de los glúteos, piel pálida, alta y con cuerpo bien proporcionado, unos finos lentes ocultaban sus ojos rojos sangre. Desprendía un aura de serenidad y elegancia natural. Hacía sentir que ella era más que nadie, y que se sintiera afortunada de respirar su aire.

Sin embargo, Lamy solo sintió miedo y calma, una combinación extraña. La sensación de dejá vú la inundó cuando sus ojos onix se conectaron con los rubí de la mujer, aun detras de unos delgados lentes pudo verlo...

El como los ojos de un depredador brillaban al encontrar su presa.