-Sea relevante o no, nunca me he estado seguro de lo que siento- Dije recordando cada amor fallido, cada emoción desperdiciada.
-Nadie se siente seguro hasta que experimenta el momento y las sensaciones que ellas provocan, somos acumuladores de sentimientos que explotan ya muy tarde, pero podés continuar- dijo el doctor.
Continué: Después de un encuentro como ese te volvés paranoico y pensás que la vas a encontrar en cualquier esquina, además de seguir pensando en cómo era, intentado dejarme un recuerdo vivo al menos mientras la volviera a encontrar; su cabello era un tanto desordenado, brazos delicados asidos a su regazo como quien sostiene algo con fuerza para que no se le escape, un vestido blanco que parecía sacado del mismo cielo, pero seguía pensando en su mirada, me daba la impresión de que no quería nada con la vida a pesar de estar respirando, lo hacía como para compensar su incomprensión del mundo.
Yo que soy más de analizar las cosas y decirlas para cuando ya a nadie le importan, me guarde todo esto, aun mas sabiendo que no tenía a nadie a quien contárselas.
Al siguiente día, sucedió eso que temía, pensé que sobre mi pesaba alguna maldición que a la vez me refrescaba la vista; la vi subirse al bus una vez más, hoy cuando vi su mirada me pareció algo viva, más que ayer; cuando pasó a mi lado me miro, pero de la manera que yo miraría a cualquier extraño casual en el mundo. Volvió a ocurrir igual, bajamos en el mismo lugar caminando a una distancia prudente (no quería que pensará que era un acosador) Igual, todo igual.
La vida se nos muestra de instantes, si no aprovechas hoy, de nada servirá lamentarte mañana. Piensen lo que quieran, pero ya después de cierto tiempo quería saber quién era ella, al parecer nadie la conocía o la había visto nunca, lo sabía porque ya conocía y hablaba con algunos de mis compañeros (no crean que soy un desalmado, antisocial) Y uno en especial, su nombre era Gonzalo o Gonzo como le decíamos de cariño, se convirtió en uno de mis mejores amigos en una tierra de desconocidos para mí.
Él estaba igual de loco que yo, en cuestión de dos meses llegué a conocerlo bien; me sentía detective junto a él porque incluso, la habíamos buscado en redes sociales y no llegamos a encontrarla, aun así, me negaba pensar que era solo un invento de mi imaginación.
-Dejá ya de darle vueltas a eso y hablale como lo harías con cualquier persona idiota- Me decía Gonzo mientras caminábamos hacia el teatro de la Universidad.
-No porque me ha visto caminar muchas veces al lado de ella, estar en el mismo autobús y entrar a la misma facultad, si le hablo va a pensar que quiero conquistarla como uno de esos acosadores y enfermos sexuales- Lo dije en tono de broma/en serio -No quiero espantarla, de todos modos, debe tener novio o ser de esas mujeres que odian el compromiso-.
-O sea una fácil- Me dijo Gonzalo soltando una estruendosa risa -No me creas, solo hablale y se acaba el problema, no pierdes nada-.
¿Y que creen? Lo hice.
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Epifanía(Encuentro, arraigo, confusión y dolor)
RomanceFede tuvo un encuentro con lo divino, algo que nubló su coherencia y que lo condujo a vivir lo mas oscuro y fuerte que le ha tocado: un amor tóxico. Enfretá junto a Fede la situación que marcó su alma y su existencia