Epifanía(Encuentro, arraigo, confusión y dolor)

Confusión (parte 2/Jealous)

Días antes de que Helena llegara:

-¿Quien eres?- Pregunté

-Eso no importa en este momento- era una voz femenina que se atrevía al fin a llamarme -Necesito verte en el Parque de la Ciudad a las 3, costado norte-.

-Y para que quie...- se colgó la llamada.

No sabía si ir en realidad, pero quería saber que era todo esto, primero, mensajes de texto y ahora una llamada que me asustaba y me confundía antes que darme tranquilidad.

Eran las 3 de la tarde, llegué al costado norte, me senté en una de las bancas del parque, tenía mucho miedo la verdad, pero antes hablé con Gonzalo para que estuviera al tanto por si pasaba algo, NO LO SÉ, podría ser algún estafador o un asesino.

De pronto todo se quedó en silencio, ya no pasaba ni un alma y veo a lo lejos una figura femenina, estatura promedio, contextura delgada, conforme se acercaba lo vi mejor y pude ver su cabello rubio, vestía una gabardina beige y botas.

Se me acercó y se sentó, sin previamente dirigir un "hola" ó "mucho gusto" solo dijo:

-Sé que querés acabar con el misterio, y en realidad ya es un poco tarde, esto tenías que saberlo desde antes- Me miro, tenía unos ojos azules, que me atraparon en ese momento -Mi nombre es Clara, conozco a Helena desde hace 10 años, fuimos las mejores amigas que podás imaginar, mejor dicho, almas gemelas-

-Conocés a mi novia, pero ella nunca me había hablado de vos-

-Me parece creíble que nunca me mencionara, verás, estuvimos juntas en la secundaria durante 3 años, pero la conocí desde muy pequeña, ya que en la primaria sus padres se fueron de la ciudad, años mas tarde regresaron-

-Pero, que tengo yo que ver con esto y por qué el maldito misterio- Aun no entendía NADA.

-Me temo que lo que te voy a contar ahora te puede afectar mucho y necesito que me digás si querés que continúe con lo que voy a decir-

-Necesito que sea ya o nunca voy entender que pasa- Dije ya un poco molesto.

-Verás, hace 5 años conocí a un hombre mucho mayor que yo, me enamoré de una manera indescriptible, para ese momento yo era muy joven e inocente y él se aprovecho de ello y me conquistó muy fácilmente, mis padres nunca aprobaron esa relación, pero yo estaba tan enamorada que no me importaba ser rechazada por mi propia familia, acá entra Helena, cuando regresó a la ciudad, retomamos esa amistad y ella también lo conoció a "él" lo que yo no sabía es que él se había enamorado de ella...-.

-¿Y Helena de él?- pregunté.

-No, para ese momento no, pero él despertó en Helena esa forma tan detestable de ser, como una viuda negra que devora a su pareja, ella sabía sin que se lo dijeran, y se aprovechaba para sacar provecho y luego desaparecer dejando corazones rotos en el camino; sin yo saberlo él le había insistido varias veces a Helena que se escaparan juntos, ella no accedió hasta que...- pausó para tomar aire y suspirar de tristeza – Hasta que él me dijo que ya no sentía nada por mi, que ya no servía para estar con él, en ese mismo momento, recurrí a la única persona que me entendía, Helena, y ella siguió el juego, abrazándome, sabiendo que él me había dejado para estar con ella-.

-Perdóname si me cuesta creer lo que me estas diciendo, pero Helena no es lo que decías, al menos la que yo conozco, no puedo creer que la persona que me ha hecho feliz y que ha cambiado mi vida sea la misma que describes- Creo que se notaba que yo me estaba molestando mucho.

Durante casi un año, Helena nunca había demostrado ser una "viuda negra" o tener un alma tan oscura como me la describió ella, como lo dije antes, en el fondo sabía que estaba cegado por las emociones, pero es que jamás llegaría a pensar algo así de ella.

Clara continuó:

-No me tenés que creer ahora, déjame continuar y ya lo harás-

-Continua-

-De pronto todo se fue aclarando, yo seguía muy enamorada de él pero Helena de a poco dejó de hablarme, ya no compartíamos tanto y desaparecía de mi vista por algunos días, hasta que un día casi terminando el año, encontré una carta en mi casillero que decía:

Te pido que me perdones, pero "él" me ha insistido, aun no estoy segura de sentir algo por él, pero para mí no es necesario amar para escaparme a su lado, sé que aún lo amas, pero él ya no quiere verte. Helena.

-Esas tan frías y poco agradables palabras solo podrían venir de un corazón sin alma y sin compasión- me decía mientras sacaba de uno de sus bolsillos la carta que al parecer Helena escribió -Me rompió el corazón en mil pedazos, dicen que de amor nadie se muere, pero ese día yo morí-.

Cuando vi la carta, mi corazón latió muy rápido, con mucho temor, esa letra era inconfundible, era de Helena, algo en mi se negaba a creerlo, pero a la vez sabía que no había vuelta atrás.