Capítulo 2 Arraigo (parte 1/Good Days)

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Imaginá ver una pradera seca sin color, muerta que de pronto, sin aviso alguno se vuelve verde, comienzan a florecer rosas, claveles, margaritas y cuanta flor bella pueda existir, manantiales nacen y comienza ha existir vida en ella, eso sentí, una desconocida que apareció en mi vida comenzaba a ser ese color que tanto necesitaba.

Han pasado 3 días desde que la besé, una completa locura, a pesar de que sentía que iba todo a un ritmo muy acelerado no habíamos tocado ese tema esos días de camino a la Universidad, a mi no me molestaba no hacerlo pero sentía que a ella no le importaba, es decir, otra vez había ocurrido lo que tanto temía, estaba claro que ella no tenía la capacidad de mantener una emoción por mucho tiempo.

-Me decís que en 3 días no han tocado el tema, o al menos no han hablado de lo que sienten, manda eso al carajo- me decía Gonzalo.

-Nada, ni un "gracias" por el beso, me hace pensar que no le gustó, hay algo muy raro con ella, sé que ha sufrido mucho pero no es razón para que me trate así y se olvide de lo que pasó-.

-Sabés algo es mejor no lidiar con ese tipo de mujeres, te pueden complicar la existencia, te lo dice alguien "experto en el amor"-.

Aunque a mi parecer Gonzalo nunca había tenido una relación(jajaja) y no le creí nada, sentí por alguna razón que debía aplicar su consejo.

Pero no crean que lo iba a hacer de inmediato, por más difícil que sea una mujer, el hombre enamorado se vuelve ciego e inútil a la hora de seguir consejos después de todo vine a un país desconocido a vivir cosas nuevas, a seguir mis sueños, verme algún día sobre el escenario de un teatro era algo que iba a conseguir por cualquier medio; siempre fui muy decidido y ya Helena se había vuelto parte de esos sueños.

Un lunes de esos aburridos:

-Hey, ¿por que tan distraído?- escuché esa voz tan particular, que en todo ese día no había percibido.

-Hola(mi sonrisa de idiota de nuevo) No estoy distraído, me siento cansado solamente, y vos ¿que hacés? No te he visto en el autobús-.

-Es que el novio de mi hermana me trajo hasta acá, lo odio, pero acepté solo para no tomar el autobús repleto- dijo mientras se reía.

-Ah, entiendo, me dejaste solo hoy, me hiciste falta- Dije sin pensar.

-Gracias también quería viajar contigo, hey, por cierto, quiero que hablemos de algo ¿nos podemos ver al rato?

-Claro que si, chao-.

Ahí terminó ese primer encuentro del día, y claro, así como cualquiera quedé sin reacción alguna cuando me dijo que quería hablar de "algo" inmediatamente recordé el beso que nos dimos, esperé hasta que llegara la hora de verla, muerto de la ansiedad.

-Hola- alcancé a decir - ¿Como estuvo tu día?-.

-Bastante bien gracias- inmediatamente cambió el semblante y quedó un poco seria.

Epifanía(Encuentro, arraigo, confusión y dolor)Where stories live. Discover now