Creo que en ningún momento y por ningún motivo imaginé cuán difícil iba a ser sentir algo por ella, ya que por algún motivo me di cuenta que nunca estaba en un mismo estado de ánimo; claro que nadie va sentirse igual todos los días pero ella particularmente algunos días inspiraba luz, y en su mayoría tenia días en los que parecía odiarme sin razón.
-Oye, que tenés que hacer hoy- me dijo Gonzalo.
-Voy a salir con "ella"- exclamé con orgullo.
Sentí de inmediato la reacción de mi amigo, creo que lo dejé frío por un momento y a la vez ya despertaba en él una risa burlona.
-¡Hombre! Y por que no me habías dicho semejante noticia-.
-Por que no es importante y no quiero que se aumenten mis expectativas; además hoy en la mañana la noté sin ganas de hablar conmigo-.
-Debe ser por los nervios de salir con vos-. Afirmó Gonzalo.
-No creo, será una salida al cine, algo que no es tan importante- Repetí; con esas palabras quería parecer desinteresado, al menos hasta en la noche cuando la viera.
Pasé todo el maldito día pensando en ello, me parecía irreal que después de este tiempo, de conocernos, de hablar, de darme cuenta de tantas cosas sobre su vida íbamos a tener una cita, claro que no debía ser nada incomodo ya que por casi un mes estuvimos hablando por casi 2 horas al día, de ida y vuelta, de la Universidad a la casa.
De vuelta a mi casa recordé que ella me había hablado que en las primeras citas no le gustaba ser formal, ni quería que fuera algo demasiado especial, así que eso me relajó un poco. Llegó la hora, 7 p.m. y fui hasta la puerta de su apartamento a recogerla.
-Hola- dijo mientras sonreía -Estoy lista ¿nos vamos? -.
Ella no se arreglaba tanto para ir a la "U" aunque en lo que a mi respecta era una belleza natural, pero esa noche, la vi tan bella, tan iluminada como esa primera vez que la vi; tuve que reconocer en ese momento que si tenía expectativas, que si quería tenerla a mi lado, en fin estaba jodidamente enamorado.
Antes de ir al cine entramos a un lugar, un pequeño restaurante con ambientación natural, TODO encajaba con ella, las luces tenues del lugar parecían poco necesarias, ella estaba ahí (Y si lo nota ella en la mañana estaba fría, poco demostrativa, me pregunto que hizo que cambiara esa noche)
Pasadas las horas, y de camino a casa:
-Sabés, yo pienso que de amor nadie se muere- dijo sin antecedente alguno -No respiramos amor, ni comemos amor, ser independiente no es un pecado mortal ¿vos que pensás?
Los días anteriores no habíamos profundizado mucho en sentimientos y emociones, aparte de lo bien que me sentía con ella no externábamos cosas que ella consideraba "innecesarias". Ahí entendí que ese era el momento en que ella estaba abriendo su corazón y mente, me estaba regalando esa parte de su pensamiento mas recóndito; yo no desperdicie el regalo.
-Esa es tu forma de pensar, no es malo, yo pienso que independencia también significa estar o amar a alguien sin tener que depender de sus pasos-. Dije dirigiendome directamente a su mirada.
-Pero que pasa cuando nos rompen el corazón, eso es depender al 100% de alguien, porque terminas solo y sin saber que hacer porque llegaste a amarrarte tanto a esa persona que solo ella actuaba con coherencia- Parecía muy convencida diciendo eso.
Me detuve un momento, y aun sabiendo que jamás debía demostrar cuan débil era, le dije:
-Si dieras un espacio a alguien en tu corazón que ha sido igual de lastimado pero que es sensible a tu dolor, podría haber mutua sanación-.
Su silencio decía muchas cosas, primero que nadie le había dicho algo así, luego que sabía que lo decía con el corazón en la mano.
Nunca pero nunca voy a poder olvidar esa lagrima que saltó de sus ojos y sobre pasó sus mejillas, creo que había encontrado a alguien que le dijera que no estaba sola, porque sé que ella eligió estar sola, pero esa noche me miro, se acercó a mi, me abrazó y apoyo su cabeza en mi pecho, nadie me había abrazado jamás con tanta fuerza como ella lo hizo, fue como que estuviera dejando allí su tristeza.
Cuando yo estaba mas confundido por lo que estaba pasando, levantó su mirada, por primera vez lo veía, esos demonios que se encontraban en su interior que la atormentaban y la hacían morir y dejar a los demás morir, pero eso no me interesaba a mí, al enamorado ¡Yo quería ser su sanador!
La besé con la fuerza con la que amas a la vida, con la pasión que rompe toda timidez, no solo fue un roce de labios, fue una condena para el corazón.
-Ya entiendo- dijo el doctor Corrales con demasiado impulso -Creo que formaste en vos de alguna manera un campo de fuerza, una zona de calma para ella, tal vez si había escuchado esas palabras, pero no de una persona que la veía como una epifanía-.
- ¿Epifanía? – pregunté yo.
-Claro es la aparición de un ser divino ante un ser humano, que pretende hacerte creer que lo que tienes en frente es genuino y que podés apoderarte de aquello y sanarlo si es necesario, te nubla la visión emocional de lo que te rodea, ella es tu epifanía-.
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Epifanía(Encuentro, arraigo, confusión y dolor)
RomanceFede tuvo un encuentro con lo divino, algo que nubló su coherencia y que lo condujo a vivir lo mas oscuro y fuerte que le ha tocado: un amor tóxico. Enfretá junto a Fede la situación que marcó su alma y su existencia