Cap.7

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—Tranquila,puedes confiar en mí.

—Sí... Pero quizás después te dé asco.

Me gira la barbilla hacia él.

—Nunca,¿me escuchas? Nunca me podrías dar asco.

—Eso no lo sabes.

—Creéme que sí.Puedes decírmelo,no tengas vergüenza.

Cojo aire y le aprieto un poco más la mano.

—Es...sobre como perdí mi virginidad, a ver ,se podría decir que eres el primero al que le consiento follar.

—¿Qué?Eso significa que...

—Que perdí la virginidad violada—digo con voz quebrada—.

Miro a otro lado para que Alberto no vea las lágrimas que corren por mis mejillas,disimuladamente intento secármelas pero se da cuenta.

—Ey Carli,no llores ,siento mucho lo que te pasó.No pienses en eso.El malnacido que te hizo eso no te va a tocar ,y no te volverá a pasar nunca nada igual¿vale?—me pasa un brazo por la espalda y me atrae hasta él ,me hace apoyar mi cabeza en su hombro y me da un beso en la cabeza—venga,no llores que hoy es un día muy bonito.

—Gracias por entenderlo—digo después de tranquilizarme—gracias,me sentía...impura.

—Siempre te escucharé,tus problemas son mis problemas.

—¿Y la regla?—bromeo—.

—Cuando tengas la regla vendré de rojo.

Nos reímos y se levanta ,se pone delante mía y me hace levantarme .

—Me gustas mucho.

—Lo sé—le digo—¿Tú me has visto?

Me levanta del suelo y me lleva como un ciervo en su espalda.¿Sabéis como?Lo de los cazadores cuando se ponen al cuello lo que cazan.Pues eso.

—Paraaa!!—le suplico—.

—¡No! ,por creída.

—Habló el más indicado—digo en bajo—.

—Te he oído tonta.

—Eso pretendía ,¡Bájame!

Me deja en el suelo.

—¿Oye qué hora es ?

—Qué mas da ,aún quedan horas.

—Sí pero yo después del recreo tengo examen —insisto—yo me vuelvo.

—Yo entonces me voy con Manu que está en un bar karaoke cerca de aquí.

—¿Karaoke?¿Cantáis?—pregunto—.

Se pone rojo y mira al suelo.

—Que va.

—¡Buaaah!—digo—¡Tú sabes cantar!

—¡Shhh!—me chista—es un secreto, ¿vale?.

—Vale vale —digo reprimiendo una sonrisa—.

—¿No vienes ?

—No.

Se acerca a darme un beso .

—Te quiero— susurra—.

Yo me limito a sonreírle y me doy la vuelta.

—Hasta mañana.

—¿Tú no me dices que me quieres?—insiste—.

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