Triángulo amoroso [Terminada]

Capítulo 13

Los orbes verdes comenzaron a abrirse con cierta pereza, sintiendo un leve dolor de cabeza que desapareció al ver el cuerpo masculino abrazándola, entrando ella en pánico. Volteó el rostro y notó el agua en la mesa de noche, pastas para la gripe y paños. 

En sus facciones se formó una sonrisa llena de ternura, pues él se había desvelado cuidándola y eso cualquiera no lo hacía. Acarició su cabello azabache con dulzura, notando como Sasuke se removía al ser interrumpido su sueño, levantando los ojos ónix que chocaron con los jade, atrapándolos.

Sakura notó como él sonrió, pero no fue la sonrisa ladina, irónica ni hipócrita, fue una sonrisa dulce que duró unos breves instantes. 

—Gracias por cuidar de mí.    

Sasuke escondió su rostro en el pecho de ella, provocando una leve risa femenina por los nervios provocados. 

—Déjame un rato así.

Sakura se sonrojó ante su pedido y asintió, acariciando su cabello un tiempo mientras lo veía acurrucado en su pequeño cuerpo, como si ella fuera un refugio para él.

Luego de unos minutos en esa posición ambos se levantaron hacia la cocina. Sasuke se sentó en el asiento de madera que daba al mesón mientras Sakura preparaba algo para desayunar, creándose un ambiente ameno entre ambos, aunque Sasuke no hablara mucho Sakura lograba sacarle más palabras de lo usual.

Sasuke llevó las tostadas a su boca, apaciguando su hambre. Sakura bebió té y se dispuso a abrir la puerta que acababa de sonar, atrayendo la atención de ambos a la entrada. 

—¿Naruto?

El rubio la saludó amistosamente, entrando como perro por su casa.

—Disculpa Sakura, solo vengo a hablar con este idiota.

Naruto tomó del brazo a Sasuke para llevarlo arrastras hasta la habitación de ella, cerrando la puerta y dejándola ajena a la situación.

—¿Qué haces acá imbécil? 

—Hinata decidió que volviéramos de las montañas hoy porque va a comenzar una ventisca de nieve muy fuerte dentro de poco tiempo, así que decidí traerla sana y salva a su casa antes de que eso pasara. ¡Pero no estoy aquí por eso! —se exaltó como era costumbre en él, revolviendo sus hebras doradas en desesperación—me encontré a Deidara en la tienda de vídeo, me comentó que Itachi tuvo una pelea en un bar anoche. 

Sasuke levantó una ceja, dudoso, pues su hermano mayor no era de ataques físicos a menos que estuviera demasiado extrema la situación.

—¿Y eso a mí qué me importa?

El Uzumaki suspiró, subiendo el cierre de su chamarra.

—Sasuke, ustedes están formando una relación tóxica, si siguen así terminaran matándose.