I don't know yet ~ SM

Capítulo uno.

Cuando mis padres me dijeron hace cinco años que nos mudariamos a Canadá enserio no me gusto la idea, dejar atras a mis amigos y a mi vieja escuela no era de mi agrado, pero mis padres hicieron caso omizo a mis quejas y nos mudamos, cuando llegue las cosas no estaban tan mal, la casa donde viviriamos era bonita, mi vecindario también lo era y las personas se veían bastante amables, pero mi opinión cambio cuando entre al instituto.

Sufrí de bullying en ese lugar durante dos largos años, sufrí de humillaciones que simplemente jamás olvidare, pero incluso aunque asistir a esa escuela era un infierno, había alguien que me hacia olvidar todo, cuando estaba con esa persona simplemente no importaba nada más, solo eramos el y yo, y no en una forma romántica, más bien de una forma familiar, sentía que el era mi hermano, mi amigo, mi alma gemela, prácticamente mi todo.

Su nombre era Shawn Mendes, lo conocí porque en toda la escuela al igual que yo era el único que sufría de bullying, entre los dos nos ayudabamos a levantarnos cada vez que alguien nos hacía caer, entre los dos nos hacíamos reír cada vez que las lágrimas amenazaban con salir. Mientras que a mi me molestaban por mi peso, por mi fea ropa y por ser extranjera, a el lo molestaban por ser el mismo, porque soñaba con algún día convertirse en alguien grande, porque le gustaba componer canciones y tocar la guitarra en los jardines de la escuela.

Pase dos horribles años siguiendo la misma rutina, llorando todas la noches, rogando por no tener que regresar a la escuela la mañana siguiente, pero un día mis deseos se hicieron realidad, a mi padre le dieron otro trabajo y tuvimos que mudarnos a otro lugar, estaba segura de que tendría una mejor vida, de que ya no tendría que llorar, pero tambien sabía que lo tenía que dejar a el.

Mi más grande error fue, es y siempre sera el haberlo abandonarlo, cuando me fuí ni siquiera se lo dije, no me despedí, simplemente desaparecí, me dió miedo tener que ver su cara cuando las palabras "te tengo que dejar" salieran de mi boca, en los tres años que me fui no lo contacte, no lo llame, no lo busque, trate de olvidar, pero fue inevitable, simplemente no salía de mi cabeza, no ha pasado un solo día en mi vida, que no me arrepienta de lo que hice.

Mañana regreso a Canadá, regreso al instituto de infierno al que solía ir, pero lo que me asusta aún más es que mañana regresare dónde lo deje a el.