No te preocupes

Tiempo

Han pasado unos cuantos años, en realidad unos 30 años, Lilian a estado durante todo este tiempo con su contratista, pero no por el contrato, en realidad el contrato terminó hace 10 años, la razón porque ella está con su ex- contratista, es fácil, ellos están casados en el mundo humano, ella se enamoró de el, olvidó por completo su compromiso con Ciel, pero esto no es malo por completo por que el susodicho está en una similar situación, gracias al tiempo, Sebastián y el han formado una relación estable, todos saben que ellos están juntos.

Nadie dice nada, no se quejan, el Rey habló con todos, pidiendo que no se revelará la vida de su hija con un mortal, pidió que dejarán en paz la relación de su hijo y la de el ex-prometido de su hija,  quiere la felicidad de sus dos hijos, así que ellos no saben nada de Lilian y ella de ellos.

En poco tiempo también se celebra su décimo aniversario de ellos, así que Sebastián tiene una sorpresa para Ciel.

Sebas: padre, necesito hablar contigo

Rey: que pasa, que necesitas?

Sebas: necesito que me des por favor el anillo de compromiso de mi madre

Rey: así que al fin te decidiste hijo?

Sebas: si padre, como en el inicio te dije, el me sigue amando y yo a el, así que es tiempo de acentar cabeza y poder hacerlo feliz, por eso te pido que me des el anillo de mamá

Rey: soy feliz, esta bien te lo daré, porque al igual que al amor que le tenía a tu madre, lo tienes tu por el, espera, iré por el anillo

Sebas: gracias padre

El Rey fue al gran cuarto de los Reyes, donde al entrar se puede ver el retrato de el y la Reina, una mujer humana, una alma destinada hacer ángel, pero se enamoró de un demonio, que amo con devoción, asta la última gota de su efímera vida, movió el cuadro y sacó una caja donde habían cartas y una pequeña caja de terciopelo rosa pastel, salió del cuarto y se dirigió a donde estaba Sebastián.

Rey: te lo daré sólo con una condición

Sebas: cual padre?

Rey: este anillo se lo dí a tu madre con  todo el amor que le pude dar, así que tu no puedes manchar esto con tus mentiras ni engaños, así que prometene que le serás fiel a Ciel como yo lo fui a tu madre, así como ahora, aún sin ella, yo sólo la amo, no abra nadie mas

Sebas: no me tienes que pedir, así lo are, el es lo único que quiero, quiero estar con el todo mi eternidad

Rey: bueno hijo, ve y entregaselo

Sebas: si ya tengo todo planeado

Sebastián se retiró y fue por Ciel, lo llevo al lugar de donde ellos llegaron, el acantilado de rosas blancas y negras, el fin del mundo, el inicio del infierno y el cielo.

Ellos sentados observaban una imagen hermosa y extrovertida, arriba unas nubes blancas, demasiado blancas y abajo una niebla densa gris con tonos negro y en medio una débil línea color plata, eso era la división de dos distintos reinos, el ojicarmin y el ojiazul están hablando de cuando se conocieron y sus tiempos de mayordomo y amo, lo recuerdan tan lejano, pero grato, en ese momento Sebastian traga saliva,  se para y comienza a hablar:

Sebas: Ciel quiero decirte algo

Ciel se levanta, Sebastián le sostiene las manos.

Ciel: que quieres decirme Sebastián?

Sebastián se arrodilla enfrente del ojiazul.

Sebas: Ciel se que cometí errores, se que te lastime demasiado, al igual se que sabes que te amo demasiado, y te e pedido que me perdones y lo as hecho, al igual se que quiero pasar toda mi vida a tu lado, así que Ciel quisieras casarte conmigo?

Ciel quedo por un momento de shock, pero volvió en si y pudo responde con tranquilidad.

Ciel: si Sebastián, quiero pasar todo mi tiempo a tu lado, para siempre

Sebastián le coló en su dedo un anillo de oro blanco con un diamante rosa pastel, así confirmaron su compromiso, pero esto no acaba así, el destino es incierto casi todo el tiempo, tristemente es así.