Sesión 7.

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— Lo siento.

— ¿Por qué lo dices?

— Lo siento.— volvió a decir.— Sé que solo estoy haciendo que tus días sean un poco más estúpidos que de costumbre.

— ¿Estás diciendo que mi vida es estúpida? —  la joven la miró divertida.

— Quizás.— respondió acompañada de una de sus famosas risas.

— La semana pasada, te pasaba algo, Emma. Quisiera saber que era.— la miró detenidamente.

Hace bastante tiempo que Emily había dejado de escribir en su cuaderno cuando venía Emma, era con la única que no llevaba un registro más allá de las palabras.

La niña se removió en su asiento, ¿Molesta?, quizás.

— No es necesario que saquemos el tema a la luz, después de todo, es parte del pasado.

— Tu pasado, Emma. Me intriga.

— ¿Es eso? ¿Me tienes todavía aquí por qué te intrigo? — soltó una cínica y desgarrante risa.— Deja de intrigarte, no tengo nada interesante para ti.

— Yo pienso que sí. Un pasado oscuro intriga a cualquiera.

La menor tardó en responder.

— ¿Pasado oscuro? Creo que no tienes nada mejor que eso, así que no voy a indagar más.

— Pasado oscuro.— repitió.— Algo que nadie sabe sobre ti, que no quieres contar, ¿Qué es?

— Exacto, nadie lo sabe y no seras la primera.

— ¿Estás aceptando tu pasado?

— Siempre lo hago, aunque no lo considero tan oscuro como tú.— la miró.— Procura, que tus pastillas para dormir no se acaben, porque si seguimos así esto será para rato.

Pastillas, ¿Cómo lo supo? 

— Pastillas para dormir.— soltó.

— Se nota que no las tomas hace un tiempo.— miró hacia su derecha, como acostumbraba, poniendo más nerviosa a Emily.

— ¿De qué hablas?

— Dejé de tomarlas por un año o quizás menos que eso y me paso lo mismo que a ti, ojeras grandes, que no se ocultan con cualquier maquillaje, sudoración, sí, estás sudando, — la joven se miro la ropa, estaba mojada, en exceso.— y problemas para hablar, te cuesta, bastante. Deberías volver a tomarlas, esas solo se pueden sacar con prescripción médica. Te hará mal, créeme y se nota que las necesitas, además, quedarte hasta tarde hurgando entre tus libros no te servirá conmigo.

La alarma sonó y Emma se paro antes de que Emily pudiera decirle algo.

— Te lo recomiendo.— la calló.— Ve a un médico.

Salió de la sala sin decirle nada más.

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