《ESQUIZOFRENIA》[JTK x (TN) x AB]

Capítulo 6

Al día siguiente...
 
 
Después del incidente de anoche con Jeff, me llevaron de nuevo al hospital para revisar que no tuviera más heridas o que me haya lastimado la herida que tenía en el estómago. Kevin, el niño de anoche, solo tenia un morete en la pierna. Me tranquilizaba que no hubiera tenido heridas graves pero sabía que le quedaría un trauma por lo sucedido. Al igual que a mi.

Esas voces en mi cabeza... Las había escuchado en el hospital después de la muerte de mis padres, cuando fui a mi casa por mis cosas y ayer cuando vi a Jeff. Al principio creí que era un daño colateral del duelo por la muerte de mi familia y que mi subconsiente necesitaba expresarlo de algún modo. Pero no son recuerdos de haber escuchado a alguien... era como si las voces tuvieran mente propia. Y eso me asustaba demasiado, me estaba volviendo loca. Lo de ayer fue real, el que Jeff entrará al cuarto y tratara de matar al niño. Pero no estaba segura de si la noche que desperté en el hospital y lo vi afuera en la ventana fuera el realmente o una alucinación mía.

Todo esto daba vueltas en mi cabeza, no podía parar de pensar en eso.

Con lo sucedido anoche. El juez llamó a mi nueva tutora pidiéndole que llegara más pronto de lo acordado. Ya no me quedaría en la "Casa hogar", la policía decía que no era seguro que estuviera ahí ahora que me había vuelto el nuevo objetivo del asesino.
 
 
- (Tn), pasa.- Me llamo Nicole para que entrará a la oficina. Había terminado el juicio y ahora conocería a mi tutora o mejor dicho, mi tía.
 
 
Me levanté de la banca y entre junto a ella.

Detrás del escritorio se encontraba un hombre mayor con un traje muy elegante, el Juez. Mi vista se posó en una cabellera rubia.
 

- Señorita (Tn). Le presentó a su nueva tutora. La señora Sharon Welch.- La nombrada se levantó y volteo en mi dirección.

Era una mujer muy bonita, de nariz fina, pómulos definidos, labios delgados, piel pálida y ojos azules. No era tan alta, aun llevando tacones no me ganaba mucha altura.
 

- Un placer.- La salude extendiendole la mano.

- Así que tu eres la hija de Melanie.- Soltó secamente tomando mi mano.

- Si.- Supongo que su relación de hermanas no era para nada buena. O lo suficientemente mala como para que mamá nunca hablará de ella o de su familia.

- De acuerdo, (Tn). A partir de ahora vivirás con la señora Welch. Por tu seguridad es necesario que te mudes a vivir con ella y sus hijos a Los Angeles, es importante que no le digas a ninguno de tus amigos a donde vas a ir. Cuando cumplas tu mayoría de edad podrás decidir si deseas seguir viviendo con tu tía o quieres ser independiente. Podrás obtener la herencia que te dejaron tus padres cuando seas mayor de edad, eso dentro de 3 años. Quedó todo claro.- Asentí ante todo lo que me dijo. Al menos podía concentrarme en eso y no en los murmullos de mi cabeza.
 
  
- Está bien.- Conteste resignada.
 
 
- Te espero afuera.- Dijo Sharon saliendo de la oficina y comenzó a caminar resonando sus tacones por todo el lugar.

- Bien, espero volver a verte pronto. Ten, es para ti.- Nicole me dio un pequeño brazalete con un dije de una media luna.

- Gracias.- Lo acepte con gusto.

- Una cosa más que tenia que decirte. En Los Angeles, llevará tu caso Christian Coma, es un viejo amigo. Él te dará 100 dólares cada mes, para que tengas tu propio dinero en caso de que tengas problemas con tu tía.- Al parecer ella también noto la actitud seca de Sharon.

- Christian Coma. Ok, muchas gracias por todo Nicole.- Le di un abrazo, no estoy segura de cuanto tiempo tardaré en verla de nuevo o si la volveré a ver.

- Adiós, (Tn).- Me despedí de ella y camine hacia la salida.
 
 
En cuanto salí del edificio pude ver a mi tía de espaldas hablando con dos personas pero no lograba verlos claramente. Me acerqué hasta ellos y cuando notaron mi presencia se giraron en mi dirección.

Supongo que ellos eran los hijos de Sharon, son gemelos: una chica y un chico. Ambos de cabello rubio, lo que hacía resaltar sus ojos marrones (casi negros), piel un poco bronceada, rasgos muy definidos y son un poco más altos que yo.
 
 
- Niños, ella es (Tn) Evans. Su prima y a partir de ahora vivirá con nosotros.- Los chicos me miraron indiferentes.

- Soy Darlene Welch.- Se presentó la chica.

- Mi nombre es Darwin Welch.- Hablo el chico.

- Un gusto.- Esto era realmente incómodo.
 
 
El par sonrió al mismo tiempo lo que me causó escalofríos. No me daban muy buena espina los tres, ¿Por qué mamá nunca los habrá mencionado?

- Atrás.- Otra voz. Voltee hacia atrás pero no había nadie. Espera un segundo... un chico sentado en una de las bancas de enfrente vestía una sudadera blanca como la de... ¡Jeff!.
 
- (Tn).- Me llamo Darwin. Gire a verlo.

- ¿Si? -.

- Ya nos vamos, sube.- Me abrió la puerta del copiloto.

- Claro.- Conteste nerviosa. Antes de subir volví a voltear hacia atrás pero ya no estaba el chico. ¿Habrá sido Jeff?

El viaje en auto era completo silencio. Mi tía manejaba y mis primos iban atrás viendo por la ventana. Apreté mi abrigo con nerviosismo. Se supone que iremos a comer y después iríamos al hotel donde se hospedan. Mañana tomaríamos el primer vuelo a Los Angeles. Me siento mal por no poder despedirme de mis amigos y por dejar a mis padres aquí. Ni siquiera podría llevarles flores a sus tumbas.

 
- Él las llevará.- De nuevo esa voz.

- ¿Él? - Pensé, ¿A quién se refería?

- Jeff.- Otra voz risueña contestó.

¿Pero qué mierda? Las voces podían contestarme, no pensé que pudiera hablar con ellas. A menos que fuera mi imaginación. Esto no era posible, no eran mi consiencia, ellas parecían ajenas a mí. Tienen mente propia, un grupo de gente en mi cabeza y eso me daba miedo. Podía escucharlas pero no callarlas, a veces hablaban todas al mismo tiempo y no las entendía sólo me provocaban dolor de cabeza.
 
 
- Eres una mala hija.-

- Sí cuando tus padres vivían eras inútil para ellos, ahora que están muertos que esperaban.-

- Cállate.- Dije en voz baja.

- ¿Dijiste algo? - Abrí los ojos de golpe. Lo había dicho en vez de pensarlo.

- No, nada.- Contesté de inmediato. Sharon sólo me miró de reojo y siguió manejando.

- Jajajaja.-

- Torpe jajaja.-

- Jajaja.-

Me encogí en mi asiento, quería que las voces se callarán.