Mi Pequeña Admiradora (Shawn Mendes y Tu)

Capitulo 1

Otro día rutinario de clases pero con la diferencia de que hoy le pedí a mi padre que me deje trabajar, es decir, ya es ultimo año escolar y puedo hacerlo.

-Solo medio día.- Ordena mi madre.- Y no quiero que tus calificaciones se vean afectadas o renuncias a tu trabajo.

-Ya entendí, no tienes que ser tan dura.- respondo depositando un beso en su mejilla.

Voy hasta mi habitación, dejo mi mochila y me dispongo a darme una ducha, al salir busco un vestido cómodo para ponerme, extiendo la toalla mojada para posteriormente bajar al comedor.

Almuerzo familiar es igual a abrumantes conversaciones que no entiedo.

El día se pasa sin nada que notificar, solo con un libro en manos intentando resolver mi tarea de matemática.

-____. - llama mi padre ingresando a la casa.

Dejo mi libro en mi escritorio saliendo de la habitación para poder encontrar a mi padre.

-Te conseguí trabajo.- exclama

Sonrio ampliamente y deposito un beso en su mejilla.

Papá es dueño de una empresa, no somos muy conocidos aún pero cada vez veo que le va mejor, es decir, marketing ¿quien no necesita eso?

Al día siguiente salgo muy temprano de casa y voy a la dirección que me dieron, toco la puerta sin dudar esperando a que una señora me atiende, me mira un rato pero al final me da el empleo.

Cuide a esos mellizos un par de meses, pero la señora había conseguido un traslado a otro país por lo que me toco despedirme.

Camino por la vereda pensando en como volver a conseguir trabajo, es injusto que solo sea un mes.

Veo que una chica sale de una de las casas que están sobre la avenida y me dispongo a hablarle

-Estabas.....

-Si, la señora Karen quiere una niñera pero solo de agencia.

Ella continúa su camino sin esperar respuesta.

Si quieren niñera, yo soy buena para el trabajo ¿verdad?

Con miedo toco la puerta, ahora que lo pienso mejor, creo que ya me arrepentí.

-Buenos días.- dice la señora mirándome con desconfianza

- Soy niñera.

Los nervios no son de ayuda y mis decisiones espontáneas tampoco.

-Entonces responde algunas preguntas.- sentencia firmemente.

Diosito, soy yo de nuevo

Trago grueso y me dispongo a responder, ella no tiene piedad al preguntar.

-Bien niña, te presentare a la niña que cuidaras.- dice finalmente suavizando su semblante.

Me encuentro con una niña de unos 13 años lo cual me sorprende, juraba que seria de un bebé lo que de trataba.

- Necesito que la cuides en las tardes y algunas noches, crees que podrás?

-Si señora, cuente conmigo.- respondo muy animada.

-Señorita quiero que tenga en cuenta que si tiene Novio no me gustaría que lo trajera qui. - me sorprende sus palabras pero le respondo lo más tranquila posible.

-No tengo y si tuviera no lo haría.

- Bien pues el trabajo es suyo.

Gracias por la agonia supremo

Vuelvo feliz a casa y les comento a mis padres como me había ido y que mañana comenzaba, ellos me felicitaron pero también me dijeron que no me olvide de postular universidad.

-Eso mismo estoy por ir a hacer.- respondo subiendo las escaleras.