Kai estaba en una habitación totalmente a oscuras. Había estado ahí durante bastante tiempo. Horas, días… Ya no sabía. Había intentado salir de allí teletransportándose, pero siempre volvía a la habitación, no lograba salir al exterior. Suponía que tendría algo que no le permitía usar bien sus poderes…
De repente, la puerta de la habitación se abrió repentinamente, inundándola con luz y cegando a Kai. Cuando vio que tenía vía libre, no se lo pensó dos veces: salió tan rápido de la habitación que ni siquiera veía exactamente por donde iba. Todos los pasillos eran iguales: moqueta en el suelo y paredes moradas, con algún que otro cuadro. Cada vez venían más esbirros de Maldad, así que Kai empezó a teletransportarse hacia delante para poder ganar terreno. El problema era que si no veía adonde se tenía que teletransportar no podía, así que sólo podía salvar un par de metros.
No sabía exactamente hacia donde se estaba dirigiendo, él corría para alejarse de todo aquello. Pero un grito le hizo frenarse en seco. Estaba seguro de que era Baekhyun.
Kai empezó a correr hacia la fuente del sonido, y pronto llegó a una gran sala con unos ventanales desde donde se veía el interior. Dentro estaban Baekhyun, Muerte y otros esbirros. Y Baekhyun tenía muy mala pinta.
Heridas por todos lados, moratones, cortes… Estaba atado por las manos, y Muerte le lanzaba rayos con diferentes artilugios. Cada vez que Baekhyun era alcanzado por uno de esos rayos gritaba con dolor. Sólo con oírle podías sentir cómo el pecho se te desgarraba.
Kai empezó a mirar a sus lados, intentando entrar a la sala para ayudar a su hermano. Pero no parecía tener puerta, ni ninguna abertura. Desesperado y sin saber qué hacer, Kai decidió entrar teletransportándose. Aunque sabía que eso supondría que seguramente que tendría que luchar con Muerte, y le iba a costar mucho vencerla.
Justo cuando iba a entrar, una alarma sonó haciendo que Muerte parara de repente y decidiera salir para ver qué era lo que pasaba.
-¡Venid conmigo!-le dijo Muerte a los esbirros.
-Pero jefa, ¿no deberíamos vigilar a éste?-dijo uno de las criaturas formada por sombra y humo con una voz inhumana, metálica.
-No, no se escapará. Está demasiado débil. Dejadlo ahí.
Los esbirros dejaron de sujetar a Baekhyun, que cayó en redondo al suelo ya que sus piernas apenas podían mantenerlo de pie. Kai se escondió detrás de la esquina del pasillo, y una vez que Muerte y sus esbirros habían desaparecido se teletransportó al lado de Baekhyun.
-¡Hyung! ¡Hyung!
Pero era inútil. Baekhyun estaba en el suelo tirado, sin poder responder. Aunque Kai lo sacudió y le gritó de todas las maneras posibles para intentar despertarlo, Baekhyun estaba totalmente inconsciente.
Kai debía darse prisa, ya que seguramente Muerte no tardaría en volver. Puso el brazo de Baekhyun sobre su cuello e intentó levantarlo. Sin embargo, Baekhyun no respondía, así que como último recurso se lo cargó a la espalda y salió de la habitación teletransportándose, y empezó a avanzar hacia adelante por el pasillo a base de cambiar su posición de forma repentina para que los esbirros no pudieran cogerlo. Pronto llegó a una sala enorme, donde a la derecha se levantaba una máquina enorme, con forma de aro y unos colores de burbuja en el centro. Kai supuso que era el portal, así que decidió llevar a Baekhyun hasta ahí.
Todo sucedió en apenas unas milésimas de segundo. Kai apareció de repente al lado del portal con Baekhyun, empujándolo hacia el interior de éste mientras Ira y los esbirros que estaban en la sala atendían perplejos a lo que estaba pasando. Después de haberse asegurado de que Baekhyun se había marchado Kai desapareció del lugar, ya que sabía que si tenía que enfrentarse a Ira acabaría muy mal, y no podía ir con Baekhyun ya que tenía que encontrar al resto de sus hermanos.
ESTÁS LEYENDO
Las Leyendas de EXO
FanficNunca pensé que mi vida fuera a dar tal giro de 180º. Los días solitarios y llenos de silencio se transformaron en ruidosas tardes en las que me divertía como nunca lo había hecho. Aún así, se acerca algo que cambiará todo como lo hemos conocido. No...