De vuelta a casa

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Kris miró angustiado a su alrededor. El dragón no venía, y si no venía él no podría volar. ¿De qué te vale tener poderes si no puedes utilizarlos?

-Kris-hyung, tranquilízate... No pasa nada, yo también he pasado por esto...-dijo Chanyeol, asustado de ver a su hermano así. Nunca había visto a Kris perder el control.

-¡No, tú no lo entiendes! Tú, aunque no tengas al fénix, puedes usar el fuego... Yo no puedo hacer nada...-dijo Kris sentándose en el suelo y enrollándose en una bolita.

-Bueno, por una parte tienes razón... Pero por otra, no hay nada peor que ser el más poderoso de tus hermanos y no poderlos proteger... Si Cenizas hubiera acudido a mi llamada cuando Muerte nos atacó, no hubiéramos terminado en la nave... Aunque tampoco os hubiéramos encontrado a vosotros.

Chanyeol miró al camino frente sí. Estaba bastante marcado, así que suponía que era bastante transitado, por lo que al otro lado del bosque tendría que haber algo. Y por suerte para ellos, parecía que Ira no los estaba siguiendo.

-Kris-hyung, vamos a pensar con la cabeza fría. Primero, hay que volver con el resto de nuestros hermanos. Luego ya resolveremos el problema de tu vuelo. Tenemos el libro, ¿recuerdas?

-¡El libro!

Kris le arrebató el libro a Chanyeol y empezó a pasar páginas desesperadamente, hasta llegar al capítulo del vuelo. Y por más que se esforzaba en entender lo que ponía, no había manera. Entendía las palabras, pero no lo que querían decir.

-¡Maldita sea!-dijo Kris con intenciones de lanzar el libro lo más lejos posible.

Pero antes de que pudiera hacerlo, Kris notó una fuerza que lo golpeaba y lo mandaba directo al suelo. Cuando levantó la mirada, vio a Chanyeol bastante enfadado.

-Uno: deja de actuar como un niño. ¡Enfadarte con el mundo no te servirá de nada! Y dos: ese libro tiene mucho más de lo que logramos comprender. Puede que tú y yo no podamos, pero Sarang sí.

-¿Sa.. Sarang?

-Así que quiero que te levantes, me des el libro, respires hondo y te relajes.

Kris se sorprendió mucho. Nunca había visto a Chanyeol tan serio. Él era del tipo alegre, inmaduro, y Kris era el de la cabeza fría. Y no podía creer lo que estaba haciendo.

Lentamente, Kris se levantó y miró a su hermano.

-Tienes razón. Lo siento, yo...

-No pasa nada. Pero no es el fin del mundo. Acabamos de descubrir que tenemos poderes, así que es normal que no sepamos utilizarlos. Ahora vamos.

Después de una hora caminando a través de hojas, arbustos y telarañas (las cuales hacían que Chanyeol y Kris gritaran como unas niñas, ya que el encargado de acabar con los bichos era Suho), los dos hermanos salieron del bosque. Ante ellos se levantaban varios edificios, con pinta de pertenecer a un polígono industrial. Y a diferencia del bosque, no había vegetación, sino que parecía un desierto.

Y Chanyeol no entendía nada. Se suponía que el templo tenía que estar allí.

-No, no, no, no... Estoy seguro de que el templo estaba aquí. En mi mundo estaba aquí. ¿Por qué no está aquí?

-¿Y ahora?-dijo Kris.

Chanyeol suspiró. No tenía ni idea.

-Bueno, no hay que perder la cabeza. Voy a buscar por los alrededores, a ver qué veo. ¿Vienes conmigo o...?

-No, yo me voy a quedar por aquí.

Chanyeol miró a su hermano indeciso. ¿Sería buena idea dejarlo solo? No estaba tan seguro...

Las Leyendas de EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora