Capitulo 5

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Harry

No he visto a Louis desde hace dos días.

Al principio me convencí de que me evitaba. Descubrí su número de habitación, pero cada vez que golpeaba su puerta, no obtenía respuesta. Después de mucho preguntar, incluso descubrí algunas de las clases en las que está anotado, pero cuando lo esperaba en la puerta, nunca lo veía salir de la clase. Luego uno de sus compañeros me dijo que ha estado saltándose clases. Y ahí es cuando empiezo a preocuparme, ¿qué si ha tenido otro calambre muscular? Él siempre nada solo. ¿Qué si se sumergió debajo del agua y no había nadie allí para…? Pero sólo soy yo, siendo estúpido. Si él estuviera muerto, habría escuchado algo al respecto, ¿cierto? Zayn ha estado satisfecho los días que siguieron, desde que obtuvo el número de su pelirrojo, y no he mencionado a Louis el día después que fuimos al club. Estoy yendo a encontrarme con Niall y con él para almorzar. Recuerdo cuan emocionado estaba cuando en privado le dije que saldríamos con Louis. Su fascinación con él era particular, pero no lo puedo culpar. Es una persona fascinante. Solo deseo no tener que preocuparme tanto por él. El sol es brillante y hermoso. Puedo ver el océano chispeando más allá de la zona residencial. Este campus es verdaderamente impresionante. Tomo un desvió por los jardines y… —¡Louis! Realmente es él, está sentado parcialmente oculto en una de las sillas detrás de un árbol, leyendo.

Cuando lo llamo, levanta la vista hacia mí, y hay un grado alarmante de horror en su expresión, el cual disminuye cuando nota que soy yo, pero sólo lo hace levemente. Cierra su libro y comienza alejarse caminando.

—Oh, no. ¡No lo harás! —Me lanzo a la carrera para alcanzarlo, saltando en frente antes de que pueda tomar el angosto camino que está a su lado y que lo lleva fuera del jardín—. ¿Dónde has estado los últimos dos días? No te he visto en la piscina. —He estado nadando de noche —murmura. La piscina está cerrada por las noches. Por lo que lo ha estado haciendo en el océano. Gimo. —Pensé en chequear la playa, pero calculé que no serías tan estúpido para hacer eso nuevamente después de lo que pasó, ¿estás bien? —Se ve peor de lo que se veía la noche que casi se ahogó, pálido y perseguido. —Mantén la voz baja. —Levanta la capucha de su sudadera para tapar su rostro—. Estoy evitando a alguien, lo cual no es asunto tuyo. Suspiro. En el club, Louis casi había sido agradable conmigo. Parece que dos días fueron suficientes para volver a la carga. —Creí que era yo a quien estabas evitando. ¿Quién es entonces? Antes de que pueda responder, se oyen pasos en el camino. Louis maldice en voz baja, luego me toma, tirándome detrás de una hilera de árboles altos. Mi cabeza se presiona contra su pecho, y escucho sus latidos rápidos, antes de que me deje ir. Para ocultar el rubor que sube por mi nuca, digo en voz alta—: ¿Cuál es el problema? Pone una de sus manos sobre mi boca. Resisto el impulso de lamer su palma, que es lo que suelo hacer cuando lo hace Zayn, y trato de no enfocarme en lo bien que se siente su cuerpo tan cerca del mío. —No hagas ruido —me murmura. La persona que está entrando por el camino es sólo una chica que está pasando. Aparentemente no es ella la persona que Louis está evitando, porque me libera, apoyándome sobre los arbustos. Se ve tan estresado, que ni siquiera me quejo de que haya puesto su mano en mi boca. —Dime quien es, te ayudaré —le ofrezco—. Si alguien te está molestando, voy a hacer que dejen de hacerlo, cuando quiero puedo ser inmensamente intimidante, ya verás.

—Lo que tú eres, es un inmenso dolor de trasero —dice, pero puedo ver el indicio de una sonrisa—. Esta persona no se intimidaría por ti, incluso si eres capaz de ser intimidante.

—Soy una persona amable, así que voy a dejar pasar eso. —Saco algunas ramitas de mi camisa y sonrío—. Pero si no me lo dices, siempre puedo hacer correr la voz de lo que ocurrió la otra noche en la playa.

Me da una mirada oscura. Me pregunto cuándo descubrirá que no estoy planeando decirle a nadie lo que ocurrió la otra noche, es sólo la manera más fácil para que se abra. Siento un poco de culpa, pero principalmente, estoy desesperado por ayudar. Louis es la persona más intimidante que alguna vez haya conocido, y no puedo imaginar qué tipo de persona es capaz de intimidarlo a él. —Mi madrastra —dice en un gruñido—. Me llegó una carta hace unos días que decía que vendría a visitarme. Tiene el particular talento de encontrarme cuando no quiero que lo haga. He estado intentando estar fuera del radar. No sé qué imaginaba. Cobradores de deudas, tal vez, o un montón de hombres rudos y fornidos. Me desplazo hacia mi imagen mental acerca de las madrastras, y lo único que me viene a la cabeza son las sagas de Disney y las de los cuentos de hadas. Es por esto que Louis es tan reservado, ¿tiene una horrible madrastra? Mi imaginación vuela inmediatamente a toda marcha, imaginando que lo encerró en un oscuro sótano o cualquier cosa que las malvadas madrastras hacen. Chasqueo mis dedos. —Entonces debes esconderte en el último lugar donde ella espere encontrarte. Conozco el sitio perfecto. Zayn me contó sobre él. He estado queriendo ir. Me observa con sospecha. —¿Dónde se supone que queda este lugar? —Yo te llevaré. —Saco mi teléfono y le escribo a Zayn: ¡Nuevos planes para el almuerzo! Trae a Niall si el quiere. Quiero ir a ese sitio lindo del que me hablaste. ¿Me recoges fuera del jardín? —Estoy empezando a sospechar que donde quieres llevarme no es un sitio en donde yo quisiera estar. —Louis lleva sus nudillos a su frente. Se ve tan cansado que una punzada de pena me atraviesa el corazón. Me arrodillo a su lado. —Bueno, he decidido que serás mi amigo, así que me temo que me vas a tener que aguantar. —De lo que pude vislumbrar, para ti, un amigo es alguien que te molesta y te arrastra cuando uno está ocupado con sus propios problemas. Voy a tener que pasar. Lo golpeo en el hombro. —No, tú no pasaras.

Torrencial - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora