Harry
- ¡Louis! —grito. Cuidadosamente sin mirar a Zayn, tartamudeo una rápida disculpa a Renée y corro detrás de Louis. Está ya bajando las escaleras, y no es hasta que emerjo en la caliente acera que lo alcanzo. Jadeando, agarro su brazo. Me sacude tan fuerte que casi me caigo, dándome una mirada glacial. —El automóvil de Zayn aún está en StrawberryHat —digo débilmente. —Es una caminata de diez minutos hacia el campus. —Se aleja, mirando a dos chicas en frente de la calle que han estado riéndose y murmurando al verlo. —Louis, yo… —Por alguna estúpida razón, me siento momentáneamente sin poder hablar. Tomo control de mí mismo—. ¿Estás seguro de que te quieres ir? Renée parece agradable, y… —Es la espía de mi padre —dice cortantemente—, no sabes nada sobre ella. —Lo sé, pero… —¿Por qué te es tan difícil entender que no quiero desperdiciar mi tiempo con otra gente? —Un vistazo de algo casi como dolor pasa por su cara—. Solo, es como quiero estar. La última cosa que necesito es ser seguido por un pequeño chico y su mascota guardaespaldas, así que encuentra la vida de alguien más para interferir. La ira borbotea. —Sí, puedo darme cuenta de que estás realmente feliz con lo solo que estás, por cierto: no duermes y luces miserable el noventa por ciento del tiempo. —No pretendas como si supieras algo sobre mí —sisea.
Levanto mis manos, tratando de lucir exasperado, aunque mi corazón está latiendo incontrolablemente. —Si me dijeras algo, no tendría por qué pretender. —¿Por qué te diría? —El desdeño en su cara es inconfundible. La manera en que dice “te” es un golpe en mi estómago, como si estuviera pronunciando el nombre de algún insecto que sólo raspa fuera de su zapato. Me siento extenuado—. ¿Crees que eres especial? ¿Que eres la única persona que puede engañar a Louis Tomlinson para que se preocupe? No me preocupo por nadie. Especialmente tú. La afirmación repercute todo el camino hacia mi columna. Está a medio camino de la calle antes de que pueda apartar las lágrimas nadando en mis ojos. Me siento tan estúpido por llorar, me siento tan estúpido en general. Tiene razón. Pensé que podía ayudar. Quiero hacerlo. Era presuntuoso de mi parte. Pero no había pensado que me odiaba tanto. Me limpio la cara y tomo unas cuantas respiraciones profundas antes de apresurarme de vuelta al restaurante en medio del tintinear y el estrepito de los cubiertos de plata y las copas. Cuando llego a nuestra mesa, sin embargo, Zayn se ha ido. —Me pidió que te dijera que olvidó que tenía clase a las tres en punto —me informa Renée disculpándose—. Lo recordó y tuvo que correr. Le dije que te daría un aventón de vuelta al campus. Me siento lentamente. Ahora que pienso en ello, estoy muy segura de que Zayn en realidad tiene una clase. Pero no es usualmente negativo el saltarse clases cuando asistir es un inconveniente. Realmente espero que corriera porque tenía un examen, y no porque estuviera teniendo un ataque de pánico por mí corriendo detrás de Louis. Aparto cualquier agua que aún estuviese en mis ojos. —¿Se fue, verdad? —dice Renée, en una sorprendente voz seria. No creo que esté hablando de Zayn. Asiento, deseando que no haya un temblor en mi voz. —De hecho, probablemente debería irme a… —Tonterías —dice vigorizantemente, llamando al mesero por la cuenta—. Si no puedo pasar el tiempo con mi hijastro, por lo menos puedo conocer a su nuevo amigo. Encontraremos algo divertido que hacer por aquí, ¿verdad? Desenvuelvo su suéter de mi cintura y se lo devuelvo. El agua mayormente se ha secado. —No soy… amigo de Louis.
—¿De qué estás hablando? —Pone el suéter alrededor de sus hombros, sus cejas arrugadas—. Por supuesto que eres su amigo. —De hecho estoy realmente seguro de que me odia. —El bulto se expande en mi garganta y tengo que pelear por no llorar otra vez. No sé porque estoy siendo tan bebé, sólo sigo viendo la dura mirada en sus ojos—. Lo cual está completamente bien, quiero decir, debería de sentirse como quiera sobre mí. —Harry —dice Renée—. No te odia. Puedo decirte eso con certeza. Fuerzo una brillante sonrisa en mi cara. —Está realmente bien… —Luce mucho mejor que la última vez que lo vi —interrumpe—. De verdad, la diferencia es increíble. Estoy absolutamente asombrada. No sé qué le habrás hecho, Harry, pero por favor sigue haciéndolo. Lo conozco tan bien como alguien puede conocer a Louis, aunque nunca lo admita, y puedo decir que algo sobre ti se le ha atascado justo en su corazón. No confío en mí para hablar. Se inclina hacia adelante con repentina intensidad, tomando mis manos en las suyas. —Por favor, Harry. No te rindas con él. Sé que puede ser duro, e intimidador, pero te prometo que su frialdad es sólo un acto. Necesita a alguien que vea la persona amable que en verdad es. La buena persona. —Realmente creo que es una buena persona —digo con duda—. Sólo… no quiero empujarme hacia él. No quiero ser una carga. —Necesita a alguien que siga intentándolo, no importa cuán duro trate de alejarlos —dice Renée, suspirando—. He tratado, pero no confía en mí. Piensa que soy demasiado cercana a su padre. Pero tú… tú tienes una oportunidad. Puedo ver que quiere confiar en ti. Sólo no sabe cómo. Realmente deseo poder creer en lo que Renée está diciendo. Pero el mismo Louis me dijo que no podía ayudarlo. ¿No sería hacer su vida peor si sigo tratando? No podía permitir que otra persona fuera miserable por mí culpa, inclusive si eso significa retirarme de la apuesta de Niall. —Honestamente, he estado preocupada por él por años. —Por un momento, Renée luce mayor—. He sido amiga de su padre mucho tiempo antes de casarme con él, y recuerdo como era Louis cuando su madre vivía. —¿Su madre está muerta? —Mi corazón cae unos cuantos niveles—. Asumí que sus padres sólo estaban divorciados.