Capitulo 18: Maratón 1/?

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Narra Jane:

¿Por qué no besarlo si realmente yo quería?

Le seguí el beso. No había nada de malo, después de todo eramos novios, o eso era lo que teníamos que ser. Me besaba con ternura y pasión. Una de sus manos sobre mi espalda y la otra secaba mis lágrimas mientras brindaba pequeñas caricias.

Anuel: Jane...yo- dijo entre besos- yo...nada...olvidalo- dijo antes de atraerme más a su cuerpo.

Me obligo a moverme y sentarme sobre él, no con palabras sino con caricias y pequeños empujoncitos.
Nuestros labios no se separaban y la temperatura de la habitación comenzaba a subir.
Mis piernas ambas, a los costados de su cuerpo. Esta vez, sus manos se posicionaba de manera distinta, sobre mis muslos.
Una de sus manos comenzó a recorrer mis espalda, por debajo de mi pijama, no lo aleje de mi, ciertamente me encantaba.
Con su lengua delineó mis labios pidiendo permiso para entrar a mi cavidad bucal, sin dudarlo un segundo le abrí paso a mi boca para que nuestras lenguas se encontraran. Subió la parte de la blusa de mi pijama y se separo un poco de mi para quitarlo. Sin gesto alguno volvió a apoderarse de mis labios, me tomo por la cintura y se hecho para atrás dejandome sobre él, perfecto ahora yo tenia la iniciativa.
Siguió brindando caricias sobre la piel desnuda de mi espalda mientras jugaba con el elástico del short.

Si debemos parar debe ser ahora o nunca. Pero prefería el nunca, sus caricias y besos me hacían sentir amada y deseada a al vez, una sensación increíble.

De un momento a otro Anuel se movió dejandome debajo de él, sus manos se posaron en en mi cintura y bajo a besarme el cuello, eche la cabeza atrás para darle espacio a su boca. Besaba y saboreaba cada rincón de éste, succiono dejándome una marca que seguramente después se  notaria.
Nuevamente subió hasta mi boca y me beso pasionalmente mientras se despojaba de mi short. Me sentí completamente desnuda, pero aún no lo estaba, una de sus manos jugaba con el elástico de mi ropa interior provocando desespero. ¿Vergüenza? Se había ido en el momento que Anuel comenzó a besarme. Sentí como lentamente comenzó a bajar mi ropa interior.

Simplemente no podía entregarme a él.

Jane: Anuel...- murmuró. Volvió a besarme, intente alejarlo un poco para hablarle- Anuel...escuchamé.

Anuel: Jane, no tienes nada que decir, te deseo tanto como tú a mi.

Y supe que no podía negarme, pero tampoco podía aceptar el hecho de perder mi virginidad sin no habernos casado antes.
Siguió con lo que hacia, bajar mi ropa interior.

No podía decirle que parara porque me arrepentiría, pero no podía hacerlo con él porque luego también me arrepentiría ¿Las palabras correctas para detener esto? Bien, ninguna llego a mi mente.
Simplemente las lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas. Lo noto y se alejo un poco de mi.

Anuel: ¿Te lastime?- pregunto acariciando mi cabello a lo que yo negué con la cabeza, me da vergüenza hablar- Jane, por favor dime que es lo que pasa- dijo tiernamente, yo solo cerré los ojos  con fuerza- Jane- insistió- ¿Quieres que me quite de encima tuyo?- pregunto y yo asentí con mi cabeza.

Se quito de encima mio, busco mi ropa en el suelo, la puso a mi lado y se sentó mientras me miraba.
Me sentía asquerosa, sin pudor alguno, no tenía cara para volver a mirarlo a los ojos.
Me senté a su lado y sin decirle nada me coloque la ropa y me dirigí al baño, me mire al espejo y nuevamente las lágrimas recorrían mis mejillas.

Me sentía sucia, había dejado que el me tocara a su manera, estuvimos apunto de juntar nuestros cuerpos. Acomode el bretel de la pijama que se me había había resbalado por la piel, y ahí note la marca que había dejado Anuel en mi. Pase mis dedos por la marca y lo note algo hinchado, sonreí desganada después de todo tenia que admitir que me había gustado un poco.

Abrí la ducha y cerré la puerta con seguro, me despoje de la ropa y entre a la lluvia artificial que caía sobre mi cuerpo. Con tan solo 16 años estaba apunto de perder mi virginidad con él, con el que por ahora era mi peor enemigo, pero la pregunta que ocupaba mi cabeza era:
¿Por qué le seguí el juego?

Claro estaba que él no era nada feo y se veía bien deseable en boxers pero... ¿amor? Ni una pizca de eso. De parte de el había deseo, lujuria y pasión por mi cuerpo, pero de mi parte había más que eso. No sabia muy bien que era, pero de que lo había lo había.

Me envolvi en una toalla y me mire al espejo mientras cepillaba mi cabello húmedo- Yo no lo amo- murmuré mientras me miraba- ¿O si?- me pregunté- No, no lo creó.

Volví a colocarme la misma ropa, después de todo seguía limpia, hace menos de cinco horas me había bañado.
Respire profundo y tome el picaporte de la puerta, tenía que salir de ahí, pero no iba a mirarlo a los ojos.

Le di la vuelta a la llave y sali intentando no cruzar miradas, y definitivamente no cruzamos miradas porque él ya no estaba en la habitación.
Mire el sillón, dentro del armario, debajo de la cama pero nada, me sorprendí y tuve miedo a la vez.
¿Qué tal si se fue para siempre?

Me metí a la cama y coloque las sabanas sobre mi cuerpo dejando mis brazos al descubierto. Deje la lampara encendida, tenía miedo, cerré los ojos y lentamente caí en un profundo sueño.

Desperté al sentir un rayo de sol que daba directo a mis ojos, volteé sobre la cama para que ya no me molestara más. Estire mis músculos y me senté en la cama, mire hacia el sillón, Anuel no estaba ahí.

Preste atención para ver si la dicha estaba encendida pero no. Me levante y camine hacia el baño, Anuel tampoco estaba ahí.
Luego de lavarme la cara, los dientes y cepillarme el cabello, luego de eso me coloque un short de jean y una bluca morada y por su puesto mis cómodas Jordán negras. Pedí el desayuno por teléfono, no bajaría a desayunar sola.

Me sentía abandonada por Anuel, si bien aún no sabia como íbamos a reaccionar al vernos  frente a frente, no quería estar sin él, me sentía desprotegida.

Pase toda la mañana y tarde completamente sola, sentada viendo el televisor  viendo televisión, no quería salir de la habitación por miedo a perderme y no volver a ver a Anuel nunca más.

Eran las 3:25 a.m y yo intentaba no caer en el sueño, mis párpados estaban pesados y caían provocando que yo cerrara mis ojos. Sentí la puerta abrirse y casi caigo del sillón.

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Holaaaa sorpresa chicas, como ya vieron tenemos maratooooooon 🙌

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#FREEANUEL

La bella y la bestia Anuel aaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora