Narra Jane:
Terminé de maquillarme y corrí escaleras abajo. Anuel, junto con Mary, reían a carcajadas.
Anuel: Me llamas si necesitas algo.-le dijo. Ella asintió.- Ha sido un placer tenerte aquí en casa, primita.-sonrió con simpatía. Mary le devolvió el gesto.
Mary: Lo se Anuel, para todos es un placer tenerme en sus casas.-rió, Anuel se unió a las carcajadas.- Nos vemos el día de la boda.-sonrió.
Anuel: Claro que si.-le dijo él, con la misma sonrisa.
Mary: Nos vemos Jane.-dijo casi en un grito al verme bajar, escalón por escalón.
Jane: Nos vemos Mary.-le sonreí y la estreché en mis brazos.- Nuevamente, disculpa por las acusaciones y gracias por divertirme esta mañana cuando no pude pegar un solo ojo.- ella rió.- Es enserio, espero verte luego de la boda, también.
Mary: Oh, claro, dalo por hecho, linda.-sonrió.- Y te debo una disculpa y también.-nos separamos y ella acomodó su cabello.- He sido una estúpida, debí presentarme antes de que sacaras esas conclusiones.-rió. Le sonreí al igual que Anuel lo hacía.
Anuel: Nos vemos en tres días Vale.-le dijo. Ella golpeó el hombro del chico y se montó en el taxi.
El vehículo encendió su motor y pronto comenzó a andar por la calle. Anuel tomó su celular y tecleó algo. Yo, por mi parte, acomode mi falda y luego lo miré.
Anuel: ¿Nos vamos?
Jane: Claro.-sonreí.
Anuel: ¿No llevas bolso?-preguntó.
Jane: No, no tengo nada que llevar allí.-reí. Torció los ojos y rió.
Anuel: Ya, vamos.-me dio un leve empujón por la cintura.
Juntos, subimos al auto y nos abrochamos los cinturones. Anuel encendió el motor y en menos de diez segundos ya habíamos comenzado a andar hacía la empresa.
Anuel: ¿Pongo música?-preguntó. Asentí y el encendió la radio.
Jane: ¿Anuel?-pregunté con curiosidad.
Anuel: Dime…
Jane: ¿Por qué me has dicho que no teníamos habitación de huéspedes?
Anuel: Porque se me ha ocurrido.-rió.
Jane: Oh, tu ocurrencia a sido genial.-dije irónica mientras causaba su risa.
Anuel: De todos modos, no he conseguido lo que quería.-dijo y volteó a la siguiente calle.
Jane: No lo obtendrás, nunca Anuel, nunca.
Anuel: Como digas.-rió.- Pero te has quedado a dormir dos noches junto a mí.
Jane: Pero porque tenía miedo.-me excusé.
Anuel: Si, claro.-dio rienda suelta a una carcajada.- ¿Y no se te ha ocurrido inspeccionar un poco más la casa?
Jane: Ciertamente, no.
Anuel: Bueno, pues, ese, ha sido tu error.-aparcó el auto mientras hablaba.
Jane: Ya cállate.-me desabroché el cinturón de seguridad y bajé.
Anuel: Toma mi mano Jane.-dijo corriendo tras de mi.
Jane: No.
Anuel: Vamos, hey, recuerda lo que hemos hablado.
Jane: Okey, okey, ven y tómame la mano.-me quedé quieta y el pasó por mi lado, llevándome junto con él.