Capitulo 5.

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En el lumbral de la puerta miro a Liam caminando hacia Erin-quien aún se encuentra echada en la cama- La analiza y le revisa el suero que está conectado por la intravenosa de su brazo. Se sienta en el sillón que se encuentra al lado de la camilla y apunta en el tablero que yace en su mano. Garabatea y luego se para dejando a un lado el tablero. Diviso como saca de su bolsillo derecho una linterna especial para la vista.

Prende el aparato y se acerca cuidadosamente hacia Erin, le abre los parpados y alumbra su iris con la linterna. Hace lo mismo con el otro parpado para luego guardarlo donde estaba antes.

-Está estable-Él dice.

Rodea la cama y se acerca hacia su maletín que yacía en la mesita de noche. El viene hacia donde estoy y me mira.

-Bueno...-comienza a rascarse la nuca-Vengo mañana para verla. Si pasa algo, solo llámame y enseguida vengo.

-Gracias-salgo del lumbral y estiro mi palma-Eres un buen medico al igual que un gran amigo.

El ladea una sonrisa al igual que yo. Escucho como Mackenzie entra rápidamente corriendo hacia la habitación, mira quien se encuentra dentro de ella percatándose que esta Liam.

- ¡Tío Liam!-grita animadamente, posicionándose delante de él.

-Macky-se agacha y deja su maletín a un costado- ¿Dónde has estado, princesa?

-En el jardín-lo abraza-con Prudencie.

Liam la sostiene y la carga. Yo los miro, dándome cuenta que Mackenzie le ha tomado un tremendo cariño a Liam desde lo ocurrido con mi esposa.

-Me pondré celoso.

-Papá...-susurra-sabes que te amo.

-Lose, no tienes por qué decirlo.

-Bueno entonces no me quieres a mí, ¿cierto? -se hace el ofendido Liam.

Macky suelta una risita traviesa, enreda sus pequeños brazos en el cuello de Liam

-Claro que te quiero. No le digas a papá-escucho que le susurra en su oído. -se pondrá celoso.

-Epa, ya te escuche.

Me mira con gracia.

-Estoy bromeando-se voltea y mira a Liam, el cual se encuentra bien entretenido mirando la disputa de quien quiere más Mackenzie. Ella le guiña el ojo y decido no meterme más en sus travesuras.

- ¿Cómo te está yendo en la escuela?

-Bien tío; -se acerca a su oído y escucho como le surra nuevamente- Hay un chico que me mira mucho-un color carmesí se sube por sus mejillas. Se tapa la boca con su pequeña mano como si estuviera avergonzada por decir su secreto.

Prefiero pasar de largo sin escuchar lo que ella ha dicho, ya que según ella yo no le estoy prestando atención.

Me acerco hacia la camilla y miro a Erin. Los recuerdos inundan rápidamente mi mente.

Erin siempre decía que nuestra niña crecería sin darnos cuenta, y que algún día se enamoraría. Obviamente le decía que ella iba estar soltera y que nos cuidaría y se quedaría con nosotros. Tenía que estar firme, tratando de hacerme el padre sobreprotector celoso. Escucho como suelta una risita y luego me quita el periódico que entretenidamente estaba leyendo. Me mira traviesamente y pone el periódico detrás de ella. Mi ceño se frunce haciéndole entender que estoy enojado por haber hecho eso. No sé percata de que me acerco sigilosamente hacia ella e intento quitarle lo que tiene detrás suyo. Instantáneamente agarra la harina que yace en el mostrador de la cocina y me la tira en la cara. Una pequeña batalla se arma, entretenidamente la miro escuchándola reír por toda la cocina, me acerco y enredo mis brazos en su cintura apegándola a mí.

- ¿Qué haces? -me pregunta con una sonrisa jadeante entre las comisuras de sus labios.

-Lo que quise hacer desde que te vi entrar por esa puerta-con mi vista le señalo la puerta de la entrada. Ella voltea y regresa la vista hacia mí.

No la dejo hablar y estampo mis labios sobre los suyos. Ella rápidamente me corresponde, sigilosamente le quito el periódico de sus manos y me echo para atrás.

-Eres un...-se queda corta y me acerco hacia ella.

- ¿Un qué? -la reto. Ella solo niega con la cabeza y sonríe. Emito su gesto.

Escucho como la puerta se cierra detrás de mí percatándome que me había desconectado por un momento de la realidad. Liam y Mackenzie ya no se encuentran en la habitación. Giro la cabeza y comienzo a detallar a Erin; sus labios están resecos, pero aún mantiene un color rosa pálido. Acerco mi mano y acaricio con las yemas de mis dedos el contorno de su mejilla. Recuerdo haberle leído a Mackenzie un cuento de hadas... Bianca... Blanca Nieves y los Siete enanos.

Ahí se supone que la chica cae en un sueño profundo y me doy cuenta que Erin está en uno. Quisiera entrar en su mente y ver lo que piensa, escucha. Las palabras de Macky retumban en mi mente simultáneamente, recordándome que Blanca Nieves es besada por su príncipe azul. Una vaga idea se cruza por mi mente y comienzo a cercarme hacia el rostro de la persona que tengo delante. Mi nariz rosa delicadamente con la de Erin y no me contengo en estampar mis labios sobre lo de ella. Quiero que me corresponda y me siga el beso, pero solo obtengo un apretón en mi mano.

Alteradamente me inclino hacia atrás y me percato que mi mano nunca ha soltado la mano de Erin y que fue ahí donde sentí el apretón de ella.

Guilty heart. →harry styles [mature]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora