Capítulo 23.

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Decir que estaba estupefacta era muy poco. No sé cuantos segundos, minutos, estuve dentro del cubículo del sanitario. Esperaba que todo se redujera a sólo mi imaginación, por que sí; era mejor imaginarse uno mismo cosas a que realmente las pasara. Y en mi caso, hasta la sinitiera.

Harry, Harry, Harry, se repetía sin cesar en mi cabeza. Retumbando sin siquiera dejarme respirar. Tomé aire, me eché otro porazo de agua en la cara, y me dije una y otra vez; que no pasaba nada. Que después de éste episodio; haría como que nada sucedio, pero que aunque me engañara. Sí que pasaba algo.

Salí ya más tranquila hasta donde se encontraba Mackenzie, y Harry..., quién parecía que no hubiera hecho nada segundos o minutos antes.

Entonces me dije qué; si el quería tanto luchar por mí, - como decía él- ¿porqué me complicaba él más la vida?

Intenté disimular mi malestar cuando me sente a lado de mi hija, y sin siquiera dejar de mirarla sabía más que nada que Harry tenía su mirada en mí. Él quería ver cuanto poder tenía aún sobre lo que yo hiciera o pensara. Y estaba segura que si me dejaba ver ante su mirada intensa y penetrante que tenía sobre mí, él jugaría una vez más con todo lo que alguna vez sentí. Pero no esta vez.

Sí para él era así de fácil, y sencillo -como si yo no tuviera nada que decir, sentir, o hacer- entonces yo también jugaría a su maldito juego que ni sabía de que mierda se trataba.

- Así que, ¿que más desea hacer mi princesa? - esa pregunta llevó a que mi cabeza girase en su dirección. Sus ojos los tenía en mí, pero sabía que la pregunta era sin duda alguna para nuestra hija.

Pero en la manera que lo decia, era para provocar esto; que yo me sintiera vulnerable, y confusa ante sus acciones y sus palabras.

No, Harry, ya no. No esta vez.

- No losé, papi- comentó en un vaivén Macky- ¿Podríamos ir a ver películas?

Entonces recordé que; si Harry pensaba pasar tiempo con Mackenzie buscando la excusa de estar conmigo también, él no sabía a quién yo había recurrido en el baño.

Esperaba que no se demorara mucho.

- Por mí esta perfecto, amor.- contestó él muy sonriente. Su mirada ya no estaba en mí, y lo agradecí mentalmente, pero no tanto cuando se centró de nuevo en mi presencia - Pero, ¿que hay de ti, Erín, vendrás?

Y ahí estába su propósito. Muy bien jugado, Harry, muy bueno.

Tomé el valor de responderle, y aspire todo el aire disponible para mis pulmones antes de dirigirme exactamente a él. - La verdad es que...

Y entonces como si hubiera Dios escuchado mis plegarias; Sam apareció ante mi vista. Dejando con la duda a un Harry sentado frente a mí, me paré, y me fui donde estaba Sam, buscando a alguien en la heladería.

Y ese era yo.

- ¡Sam! - él giró donde mi voz lo llamaba, y me sonrió como él sabía hacerlo. Me controlé ante la euforia de querer abrazarlo como solía hacerlo en la secundaria, y eso que no hace menos de tres horas lo había visto en mi casa, y sin tener espectadores algunos.

Se acercó a mí, y me dio un pequeño abrazo.

- He venido lo más rápido que pude desde que me llegó tu sms- se apresuró a decir.- Felizmente que me tomé el tiempo a vagar por la calles bajas...- se calló al darse cuenta de algo en mi rostro. Luego me inspeccionó como solía hacerlo cuando habíamos sido más que amigos- ¿Te ocurre algo?

Guilty heart. →harry styles [mature]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora