final 2/3

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—Voy a destaparte a la cuenta de tres—dijo, recibiendo una especie de afirmación del noruego—uno... dos... y... ¡tres!






En aquél momento, cuando volvió a ver la luz, sintió sus piernas flaquear, y como su corazón aumentó su ritmo considerablemente. No quería voltearse, estaba demasiado nervioso y sonrojado para hacerlo.






Soltó un grito ahogado y se volteó, encontrándose con quién menos creía. Un chico más alto, vistiendo igual que él, solo que en vez de sudadera roja una azul, y vans a cuadros, de cabello castaño claro, y ojos negros le observaba sonriente. Una sonrisa completamente linda y reluciente.






—¿¡T—Thomas!?—exclamó, con los ojos como platos. Era su compañero de clase.






—Exactemente yo—rió, con un leve sonrojo en sus mejillas.






El inglés pestañeó, y luego sintió como alguien rodeaba su torso, abrazándolo.







—Insisto, eso no me lo esperaba—devolvió el gesto, apoyando su mentón en la cabeza del noruego.






—Cállate—lo miró fijamente— eres el único que me cambió en tan poco tiempo, a—ahora aprovecha antes de q...—fué interrumpido por algo, o más bien, alguien, sobre sus labios. Tom lo había besado.






Mientras, desde la puerta, los observaban Matt y Edd.






—¡Ese es mi amigo, joder! ¡Lo logré!—exclamó el ojiverde, saltando de alegría.






—Lo logramos—corrigió el pelinaranja. El más bajo solo lo observó con una sonrisa, riendo.








El de cuernos era algo torpe para besar, pero aún así intentó seguir el ritmo. Fue un beso algo corto, pero lento y preciso. No se separaron por falta de aire ni mucho menos, era porque venían los de la clase, y no les apetecía ser descubiertos, así que, rápidamente, el de rojo tomó la mano del de azul y corrió hacia la otra salida del gimnasio, después de todo, nadie notaría su ausencia en la clase más que el par de sus amigos. Al mismo tiempo, el más alto aprovechó el momento para entrelazar sus dedos, aún así, el comunista ni se inmutó.








Una vez lejos de todos, intentaron recuperar el aire después de correr, y luego se miraron fijamente, uno completamente nervioso y el otro también, solamente que disimulando mejor.








—Aclarame las cosas porque te juro no estoy entendiendo nada—comentó el noruego, completamente perdido. Aquél contacto le había hecho sentir muchísimas cosas que en su vida creyó experimentar.






—Hm, no lo sé—dijo, sonriendo. El más bajo frunció el ceño— ¡No es mi culpa que mi algo interior te haya elegido!






—U—Ugh, yo...—suspiró, abrazándose a sí mismo— no sé realmente qué siento.






—¿A qué te refieres?—comentó, un poco asustado.







—¡No sé si te quiero como amigo o... Algo más!—exclamó, ocultando sus manos en las mangas de su sudadera, y luego con éstas ocultó su rostro. Se quedó así un momento, y lo luego habló levemente, aún con su rostro cubierto— es que... Eh, no veo posible, ¿Como p—podrías gustarme en menos de tres meses? Es extraño... Q—Quizá simplemente me agrada tu trato.






—Y por eso te sonrojo, por eso te pongo nervioso, por eso me seguiste un beso, Tord—posó su mano sobre la mejilla del más bajo,  quién lo observó, sus ojos tenían un brillo peculiar.






—Cállate—corrió su mirada. En aquél momento, notó la poca distancia que había entre ellos, así que, con los ojos como platos, empujó por el pecho al de azul, casi como acto reflejo— m—mejor siéntate y hablemos, porque todos saben cosas q—que yo no.






—está bien—se sentó en el piso de allí, dando palmaditas a su lado— ven.






El noruego hizo caso, sentándose en posición india, al igual que el inglés, y lo observó.







—¿Cómo demonios conseguiste mi número?—su voz era temblorosa, poco más y explotaba de nervios— porque yo no estoy en ningún grupo contigo.







—Oh, fácil. Edd me lo dió, le expliqué muchas cosas y bueno, así, supongo—se encogió de hombros.






—Tom, seguro esto es una confusión, ¿No has pensado que no te gusto y es otra cosa? No lo sé...






—Ugh, Tord, ya va casi un año que llevo así, ¿De verdad crees que no es nada? Además, ¿por qué lo preguntas? No sabes lo difícil que es aceptar que te gusta alguien de tu mismo sexo, y mucho menos fácil confesarse—quitó su mirada del noruego, quien tenía una mueca de inconformidad.






—Y—Yo... Dame un tiempo, ¿Sí? Quiero aclarar mi mente, realmente lo necesito—tomó su mano, acariciandola suavemente.






—El que quieras, pequeño.

















Decidí poner tres partes porque me quedó más largo de lo que creí :'

Para escribir esto me inspiré en un amigo que conocí por ig y me trata de bebé, linda, pequeña, y bueno xddd

00:00 =TomTord= CONCLUIDA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora