𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐈𝐍𝐂𝐎𝐍𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍𝐀𝐋 ━━ Thomas Sharpe y Tú

CAPÍTULO 7

Él observó con tristeza los caballos que se alejaban de Allerdale Hall, una mezcla de emociones lo dominó, haciendo que lágrimas silenciosas escurran por sus mejillas pálidas, mientras que los sollozos bajos eran atrapados en su garganta. Él estaba aterrorizado, y eso no tenía relación alguna con lo que había ocurrido horas atrás en la mansión, no tenía analogía alguna con la muerte que fue descubierta allí.

Él estaba llorando porque te estabas yendo lejos, hacia lo desconocido, llevada por aquellos extraños, y él restaría la soledad y la nostalgia de ti, su compañera, su hermana y su corazón.

Thomas estaba quedando atrás, completamente solo, como los pájaros negros que surgían entre los árboles. Y él no sabía lo que sería de su vida sin ti, habían prometido nunca separarse, pero el destino lo había hecho, y ahora quedaba sólo tus recuerdos, tu voz marcante, tus sonrisas y tus toques. Ah, como él sentiría falta de tus conversaciones, de tus caricias, de tus besos y de la forma como lo amaste horas atrás, después que todo aquello sucedió.

Era doloroso recordar lo que había sucedido desde el momento en que su madre los sorprendió en la biblioteca, de los últimos momentos juntos, de la histeria y de todos los gritos. En aquel momento Thomas podía jurar que había visto a su madre correr en su dirección, dejando la deficiencia que le impedía caminar de lado. La sorpresa fue tanta que cuando se dio cuenta estaba caído en el suelo, siendo el inconfundible gusto de hierro en la boca, mientras la sangre de sus labios heridos se extendía por el suelo. Él oyó un grito, no estaba seguro si eras tú, pero al verte caer en el suelo, estaba seguro de que el sonido venia de ti, preocupado intentó arrastrarse hasta ti, pero un golpe en su cabeza le impidió progresar, sintió que su cuerpo se quedaba completamente blando mientras su cabeza se desprendía una vez más en el suelo duro, vuestra madre volvió a gritar incesantemente la palabra "Monstruos" y antes que él pudiese reaccionar sintió el peso del pie de Beatrice sobre su cabeza con tanta fuerza que todo se le volvió oscuro.

Thomas no sabía con certeza cuánto tiempo se quedó inconsciente, pero cuando recobró la conciencia se sintió extrañamente tonto y tuvo bastante dificultad para levantarse del suelo, agarrándose a algunos muebles del lugar oscuro donde estaba confinado. La casa estaba en silencio y no podía reconocer la habitación donde estaba, a los tropiezos se aferró en la pared hasta alcanzar la manija de la puerta, intentó abrirla sin éxito, y el miedo volvió a invadirlo cuando notó que estaba solo y los gritos espeluznantes de la madre volvieron a atormentarlo.

Sus últimos pensamientos lo hicieron deslizarse sobre la pared hasta llegar al suelo, donde se encogió contra sus propios pies, ansiando que estuvieras bien, y los gritos en su mente cesaran, pero los gritos y sonidos extraños que se perpetuaban por la casa continuaron. Asustado soltó un grito agudo, pero nada impedía aquellos sonidos horribles y con cierto horror percibió que esos sonidos no eran frutos de su imaginación.

—________... —él murmuró en llanto cuando la desesperación le llevó a levantarse y zarandear la puerta mientras gritaba por ti.

La posibilidad de que esos gritos fueran tuyos lo dejó nauseado y completamente desesperado haciéndole intentar abrir aquella maldita puerta a cualquier costo, pero nada sucedía y el silencio volvió a reinar en la casa.