- ¡No te duermas, Jimin!
Yoongi no podía dejar que Jimin se durmiera encima suyo, es decir, bien podría dejar que lo hiciera porque estaba malditamente cómodo con ello luego de que por más que trataba de quitárselo de encima, Jimin no haya querido soltarlo después de enterrar a Pudin en uno de los parques cercanos. No quería dejar de hablar con el rubio ahora que era humano otra vez, aunque hablaran de puras idioteces sobre qué es mejor, si los pianos clásicos de cola larga o los sintetizadores. No sabe como pasaron de hablar de Pudin a hablar de los tipos de piano. Supuso que Jimin aun no estaba del todo sobrio cuando puso una pierna encima de él, lo abrazo con más fuerza y su nariz se restregaba contra su cuello, entre suspiros e hipos por el llanto. En esos momentos, el que parecía gato era él.
- ¿Qué quieres que haga? -susurro con voz trémula contra su cuello-. Estoy triste... y... tengo sueño, Suga.
Yoongi sintió como se le erizaba el vello de la nuca y pensó que antes de convertirse en un gato jamás hubiera sentido algo así como lo que Jimin le hacía sentir, como si quedarse en la habitación con alguien y mostrarse cual es fuera lo más perfecto del mundo y no le causara terror. Tal vez por eso sus parejas anteriores jamás se habían quedado y era porque él era la clase de persona que siempre salía huyendo por la ventana cuando algo se volvía demasiado profundo. Yoongi huía siempre que sentía que el amor traspasaba su piel como la tinta de los tatuajes, pero con Jimin todo era diferente. Jimin había cerrado la ventana mucho antes de que Yoongi se diera cuenta en que lugar se estaba metiendo y ahora, todo su cuerpo estaba impregnado con la tinta que lleva su nombre. Tenía a Jimin en cada rincón de su piel.
Yoongi no sabía si llamar a eso amor, porque es algo en lo que no quiere pensar. Sólo puede pensar que, por más que le aterre la idea, ser un gato no es tan malo si con eso Jimin está con él. Pero ahora que es humano, ya no está tan seguro de eso. Yoongi extrañaba la música, extrañaba tocar su guitarra y extrañaba beber café por las mañanas. Extrañaba su humanidad y la complejidad que eso conlleva.
- Ya te dije que mi verdadero nombre es Min Yoongi -le corrigió, apartándose un poco y levantando del mentón el rostro de Jimin para verle mejor. Cuando ambas miradas se encuentran, Yoongi no puede evitar sonreír con ternura-. Anda, dilo, di Yoongi hyung.
- Pero... -musito, ladeando la cabeza y arrugando el entrecejo mientras hace un puchero- pero eres mi gato, ¿No?
- En estos momentos no, soy Yoongi -río contagiando a Jimin también, quien no parecía saber qué era gracioso pero sonreía igual totalmente a gusto a su lado-. No quiero dormir porque estoy seguro que despertaré como gato y no quiero...
- ¿No te gusta ser mi gato?
- Quiero ser algo más que tu gato -responde Yoongi a la mirada afligida de Jimin, quien al escucharle parpadea, confundido.
- ¿Un perro?
- No, idiota... -vuelve a reírse, viendo como Jimin apoya su mejilla en su pecho y lo mira curioso frente a él-. Quiero volver a ser un chico, quiero hablar y quiero... volver a ser yo.
- Creo que eso estaría bien -asiente Jimin, mirándole fijamente-, eres muy guapo como para ser un gato.
- ¿Soy tu tipo? -alza una ceja Yoongi, mirándole con coquetería.
- ¿Tipo de sangre? -el rubio ladea la cabeza, volviendo a hacer un puchero sin entender. Yoongi está a punto de pellizcar sus mejillas de lo adorable que puede ser-. Yo soy A... no sé que quieres decir...
- No, veamos... -toma a Jimin de los hombros y lo aleja, haciendo que ambos se sienten la cama y, agarrando ambas piernas de Jimin, la pasa encima de las suyas, agarrándolo de las caderas y haciendo que se siente en su regazo. El rubio no se queja, solo pasa sus brazos por encima de los hombros de Yoongi para mantener el equilibrio y no deja de contemplar su rostro; se le veía cada vez más soñoliento-. Si tú siguieras en la fiesta de hoy y yo hubiera aparecido, te hubiera invitado un trago y te hubiera dicho que vinieras conmigo, ¿hubieras aceptado?, ¿hubieras cambiado al otro chico por mí?
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S A L V A J E // Yoonmin
Hayran KurguSi hay algo que Min Yoongi odia, son los gatos y que le digan que no. Por eso cuando hace enojar al brujo SeokJin, no se sorprende despertar en un pequeño cuerpo con garras, orejas puntiagudas y una cola peluda. Si hay algo que Park Jimin ama, son...