sᴀʟᴠᴀᴛɪᴏɴ (sᴇʙᴀᴇᴋ)

CAP 1: "Una pesadilla"

De nuevo había tenido la misma pesadilla, esa en la que solo escuchaba una voz masculina y la mía propia mantener una conversación que me dejaba un sabor amargo en la boca al despertar cada mañana. No la entendía...

-Dime - pregunté- puedes cambiar el destino de alguien que va a morir?..."

Aquella voz me contestó:

-Estoy aquí para salvarte...

Y como si tirara y aflojara la conversación le pregunté:

-Cual es tu miedo?

Aquella voz se quedó en silencio durante un momento y luego me respondió:

-Verte morir de nuevo...

Me tomé la libertad para reír un poco y volví a formular sus palabras pero en forma de pregunta, así, qüestionando otra:

-Verme morir de nuevo?

Y entonces como una flecha veloz y afilada incrustándose en mi piel las palabras que respondió se quedaron de nuevo grabadas en mi cabeza.

-Sí... Por qué ya estás muerto...

Y de nuevo me desvelaba en mitad de la oscuridad de la noche, sudado y con esa respiración agitada que tanto odiaba.
«4:30h»

"Joder... De nuevo y otra vez. Hasta cuándo se va a repetir la misma historia?"

Me levanté de la cama y me dirigí a la cocina para abrir la nevera y sacar una lata guarda café. Me serví un poco y lo calenté en el microondas, en el acto bostecé. No comprendía como podía tener el mismo sueño durante... más o menos un año? Ni los mejores psicólogos entendían que me pasaba... De lo que más me arrepentía era de haber gastado mi dinero, durante ese tiempo por nada, trabajar y estudiar no era fácil ¿sabéis?

Me senté en el sofá del comedor y puse la tele, normalmente a esa hora no enseñaban nada pero habían canales que realmente podían ser entretenidos y eso lo aprendí en el tiempo de insomnio.
En esto, esperaba hasta que llegara la hora de trabajar. Era estudiante de universidad en último año para licenciarse en artes escénicas pero como era prácticamente independiente tenía que ganar el dinero como pudiera. Mis padres? No, no teníamos... Buena relación por mis gustos... sexuales...

Trabajaba en una pastelería llamada "Sweet Cakes" como cajero y creedme el negocio no marchaba bien, con suerte llegaríamos hasta final de año. Sin embargo, estar tan ocupado por semana no era tan malo como aparentaba puesto que en mi trabajo siempre me acompañaba Luhan...

No llevábamos mucho tiempo juntos pero.. ese chico sabía ganarse la confianza de alguien con su sonrisa... me volvía loco. Si no fuera por él no conocería el verdadero significado de amistad.