Después de un largo viaje agotador y de soportar las babas de Baekhyun sobre mi hombro llegamos a la adorada casa de mis padres. Era la típica tradicional Coreana, de aquellas que casi ya no quedaban, en la montaña y rodeada de naturaleza. El de cabellos claros abrió la boca al verla perdiéndose en aquellas paredes viejas que a saber que veía de increíbles en ellas.
Descargamos las bolsas con la poca ropa que ambos traíamos y de inmediato apareció mi madre para darnos la bienvenida. Se la engrandecieron los ojos al observar a su hijo tan maduro, la última vez que nos vimos ni de casualidad tenía el aspecto que tenía. Me abrazó al instante estrujándome entre sus delgados brazos sin darme tiempo a reaccionar.
-Pequeño mío... -me besó las mejillas y arregló el cabello, bueno, más bien hacía lo contrario aunque su intención fuera la otra. Me miró de nuevo y a continuación a Baekhyun.
Debo admitir que me puse nervioso, mi madre parecía tolerarlo mejor que papá pero su manera de pensar era la misma, no me habrían tenido tanto tiempo alejado si no fuera porque para ellos su querido hijo había muerto junto con su orientación sexual.
El mencionado al recibir la ojeada abrupta de la señora Oh, mi madre, inmediatamente hizo una perfecta reverencia de 90º.
-H-hola... -saludó escondido entre el flequillo claro que descendía por su inclinación y condujo las manos hasta sus cuadriceps. También estaba inquieto, tal vez enfrentarse a mis padres homofóbicos era mucho.
Mamá caminó hasta él y lo analizó de arriba a bajo de mala forma para a continuación decirle:
-Puedes levantarte, no hacen falta tantas formalidades -mi novio arqueó una ceja y lentamente se recompuso encontrándose con la mirada fría y de odio de la señora. Simplemente no pudo enfrentarla y prefirió arrastrar la vista a las chanclas de casa que adornaban los pies de la mujer- Entremos he preparado la cena.
Todos asentimos. Mis padres se adentraron primero y yo esperé al más bajo para que lo hiciéramos juntos.
-Estás bien? -no pude evitar preguntarle. Al escucharme dirigió la mirada a mí, sus ojos hablaban por él.
- Sí -no dudó en contestarme.
En ese momento supe que lo que necesitaba era un abrazo, un enlace de manos, hacerle saber que no estaba solo, sin embargo mi cuerpo se bloqueó al momento en que acerqué la mía a la parte distal de la suya. No podía cogérsela, la molestia de haber confiado en él y haber sido traicionado no me dejaba. Al final, no lo hice.
-Vamos a entrar -le dije y me abrí paso. Él me siguió adentro.
"Si en aquel momento lo hubiera sabido... habría aprovechado más el tiempo que teníamos juntos...
Ahora... es tarde"
El exterior había cambiado con el tiempo, lucía un poco más viejo pero el interior era exactamente el lugar donde había crecido, parecía que todo se había detenido para aquel lugar. Me sentí de nuevo pequeño y no pude evitar sonreír. Tantos recuerdos me atacaban, tantos buenos que no pude evitarlo, no obstante también resurgieron los malos borrando aquella sonrisa estúpida que se me había formado en la cara.
-Sehun... -enunció mamá para llamarme la atención. Volví de la luna y dirigí mi vista- Lleva a... -arqueó la ceja en señal de interrogación, no se habían presentado.
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sᴀʟᴠᴀᴛɪᴏɴ (sᴇʙᴀᴇᴋ)
Fanfiction"Puedes cambiar el destino de alguien que va a morir?..." "Estoy aquí para salvarte... " "Cuál es tu miedo?" "Verte morir de nuevo... " "Verme morir de nuevo?" "Sí... Porque ya estás muerto..." +17 Ships de la historia Sebaek Mención del Chanbae...