sᴀʟᴠᴀᴛɪᴏɴ (sᴇʙᴀᴇᴋ)

CAP 10: Pequeño oso

Me quedé ahí helado... recibiendo su beso tan inesperado y después de un prolongado tiempo volvió a apoyarse sobre sus talones para abrir lentamente los ojos y hacer contacto con los míos.
-B-Baekhy... p-porqué has... - dije demasiado atónito por lo que no podía recalcar las palabras bien.

-Shhhh... -posó el dedo índice sobre mis labios y tornó a despegar sus talones del suelo para volver a alcanzar mi boca.

Mis ojos volvieron a abrirse completamente. Estaban tan abiertos que cualquiera juraría que más que oriental era puro occidental.

El beso de Baekhyun era tímido y su cuerpo temblaba como un flan tenía miedo de mi reacción pero aún así probó a lanzarse. Ni siquiera sus pies podían seguir manteniéndose de puntillas por su temblor. De vez en cuando apretaba el contacto de nuestros labios para tratar de profundizar algo más el beso sin tener que hacerlo demasiado esperando a que yo hiciera algo... aguardando a que me moviera al son de su melodía.

Haz algo idiota...

Está esperándolo...

Pero da igual lo que me repitiera mi vocecita interior que hiciera, seguía quieto como un puto árbol sin ser capaz de reaccionar.

Sus labios no estaban nada mal... eran cálidos, esponjosos, suaves y estaban llenos de amor para dar justo lo que un alma rota como yo necesitaba. Baekhyun se separó ligeramente de mí para coger un poco más de aire y de nuevo volvió a echarse a volar. Una vez más volvió a por el calor que desprendían mis labios y de golpe lo estrellé contra el suelo. Rompí el beso un tanto brusco.

-Para...

Baekhyun no pareció sorprenderse, tampoco estaba decepcionado asimilaba esperárselo.

-Lo siento... -se alejó bastante de mí y arrastró la mirada por toda la habitación rompiendo nuestro agarre un tanto incómodo.

"... Idiota..."

Me sentí vacío al dejar de notar el afecto que ofrecía su mano.

-Baekhyun...

-No, lo siento... - interrumpió y se llevó la mano a la cabeza para cerrarla y cogerse el cabello con fuerza- N-no se que estaba pensando... -sonrió a un lado forzoso seguramente ahora deseaba que me golpease la cabeza y olvidara todo- Puedes pegarme... -hablaba nervioso- ... pero... no me alejes...

-Hey... -dije dulcemente para dar un paso al frente y agarrar con cuidado esa mano con la que inconscientemente se hacía daño- Está bien... tranquilo -ocupé toda la masa de la suya con la mía entrelazando los dedos.

Lo necesitas... vuelve a buscarlos... te hacen sentir bien... mejor que nunca...

El más bajo me observó ahora luciendo algo más tranquilo y acarició mi mejilla para después dejar descender la mano por todo mi pecho y abdomen.

-Quédate... -le miré.

-Sehunnie-ah... -estaba más perdido en el recorrido de su traviesa mano y menos centrado en lo que decía.