- ¿Un bebé? -Dije sorprendida.
Ellos prácticamente tenían su vida echa. No podía llegar y arrebatarles eso.
- Sí -Hizo una mueca.
- ¿Qué acaso no conocen lo que es un condón? ¿Una pastilla anticonceptiva? -Dije indignada y el rió.
- Tenemos que decirle... –El hizo una mueca.
– No quiero meterme en problemas –Dije mirando mis manos.
– No te meteras en problemas Ángel.
– Anna me va a odiar. Me va a hacer la vida imposible, yo no quiero eso. Niall nunca me creerá.
– Puede que a ti no, pero a mí sí –Zayn caminó a la puerta y volteo a verme.
– Hoy no –Dije cerrando los ojos mientras un escalofrío me recorrió.
– ¿Entonces cuando?
Quería evitar el tema. Era completamente abrumador.
Quería huir de esa realidad.
Ellos habían avanzado tanto, habían vivido y me hacía feliz.Pero ya no me necesitaban.
Y era egoísta el hecho de que quería que ellos me necesitaran.– Besame –Dije desesperada, sin pensar.
El me miró y no reaccionó. Me acerqué a él y lo bese sin pensar.
Tal vez era yo la que los necesitaba desesperadamente.Sus manos se posaron en mi cintura y sentí como él se sentaba en la cama conmigo encima. El beso no se detenía, nos estaba faltando el aire pero aún así nos queríamos cerca. Sentí el sabor a metal en mi boca y me separé rápidamente. Él me miró y cerró sus ojos, como si estuviera decepcionado de sus impulsos.
Me quedé quieta un momento. Lo miré mientras él seguía con los ojos cerrados. Toqué su camisa y la levanté un poco, dándole a entender que no quería que se detuviera. Él abrió los ojos y me miró atento. Toqué sus tatuajes por debajo de ella. Él la quitó.
Dios mío.
Me iba a desmayar en cualquier segundo.Lo volví a besar sintiendo sus manos en mi cintura, tocando mi vientre lentamente.
Parecía fuego mi cuerpo, me sentía tan íntima con él.
Quería esto con muchas ganas.
Demasiadas.– Detente o yo no me podré detener –Dijo contra mis labios. Suspiré.
– No quiero que te detengas –Dije volviendolo a besar. Él me dió la vuelta quedando encima mío y reí por su acción dominante.
Sentí como tocaba la camiseta que me dió y la subía poco a poco. La quitó y me miró.Tocó mi cintura y me miró. Mi pulso se tranquilizó cuando beso mi mejilla.
– Te he extrañado muchísimo –Dijo en mi oído. Sentí sus labios besas mi cuello y bajar poco a poco.
– ¿Puedo pasar? –Preguntó Louis pasando sin tocar.
Me alejé rápidamente de Zayn y me cubrí. Zayn se quedó quitó y sentí como su mirada de obscurecia.
– Joder, aprende a tocar Louis –Se quejó dando la vuelta.
– Idiota –Dijo rodando los ojos y buscando algo entre los cajones de Zayn. Encontró algo y se fue azotando la puerta.
Miré atenta a Zayn.
Él se acostó a mi lado y me miró.
– ¿Porqué te saliste de la banda? –Dije mirándolo atenta. Y me arrepentí enseguida.
El rió por mi curiosidad y me miró.
– La fama –Dijo mirando al techo–, odio la fama. Perrie me tenía harto, me hacía feliz, pero nunca soporte sus celos. Era frustrante. La fama empeoraba las cosas, paparazzis por todos lados. Peleaba con los chicos por casi cualquier cosa, eran peleas tras peleas, no nos soportabamos los unos a los otros. Y decidí salir. Salir de esa mierda, no de la banda, de la fama. Y dejé Modest... Pasaron muchas cosas, me empujaron a hacerme solista, lo hice por obligación pero me terminó gustando. Terminé con Perrie, comencé con Gigi. Todo bien. Y luego, llegaste tú.