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*CAPÍTULO 15*

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—Aún no puedo creer que hayas cometido esa estupidez ¡Eres una pen-de-ja! —se largó una carcajada la morena.

—Agus, no es gracioso ¿Sabes la cantidad de dinero que debo sacar de mi billetera solo por haber circulado en rápida velocidad considerable? ¡No lo puedo creer! —le tiré una almohada.

Miré el magnífico atardecer sobre mi ventana corrediza, ya eran las 18:00pm y Agus no tenía turno en el hospital hasta mañana. Incluso James me dejó irme unas horas antes del trabajo.

— ¡Tía, tía, tía! —llegó Noah corriendo hasta saltar a mi cama— ¿Es cierto? ¡Te pusieron una multa! ¡Eres toda una loca! —se largó una carcajada también— no me digas... —me miró picaron— te gustó un policía y bueno... te abras desabrochado tus botoncitos de tu top para  invocar el ganso, eh —sacó la lengua y la movió de arriba y abajo, como saboreando la situación en que me exponía.

Me sonrojé cuando llegó el recuerdo de que se me había caído la salsa sobre mi traje en la cárcel y como terminé con Ross.

¡Olvídate de él ya!

— ¡Noah! Controla esa boca antes que yo te la cierre —le fulminó Agus.

— ¡Ay mamá! Ni que fuera un angelito, hace mucho que esa inocencia mental la perdí por culpa de las historias eróticas que lee el abuelo cada vez que voy a su habitación por la noches a visitarlo cuando no puedo dormir, completa trauma desde los siete años —abrimos los ojos como platos, nunca supimos de ese lado oscuro de Thomas.

Ah, la mierda...

—Bueno pues... los hombres son todos unos ineptos que solo les interesa sexo, sexo y más sexo —expliqué yo directamente, y recibí un codazo de Agus.

—El abuelo leía sexo lésbico, eso es entre mujeres, ¿Verdad? —este niño ya ni se consideraba uno— eso es lo que me contó un amigo mío —Noah giró sus pupilas a otros lado recordado una travesura que se le escapó de la boca.

Noah

—Noah, estás loco ¿Quieres que multé a _____ por andar con ese empresario? No le veo nada malo —noté que forjaba su rostro para disimular su molestia.

—No seas estúpido, ¿Acaso esa carita refleja molestia? ¿Celos? Es por eso que mi tía debe ser castigada, si supieras como es James Tyler, es un careta —suspiré— y tú no tienes pinta de ser eso, eres perfecto para mi tía, además de que si tuviera primos y salieran a ti, seriamos hermanos del parecido que tendremos —dije alegre.

—Tienes mucho conocimiento, ¿Acaso esa bocota tiene tu madre? — hablo Riker extrañado.

—No, mamá es igual de amargada que tú, me agarra de las orejas cada vez que suelto una mala palabra, mi vocabulario se refleja más en mi tía, que ella desde que era un bebé siempre se enojaba conmigo cuando le tocaba cambiarme los pañales y yo le tiraba chorros de orina en sus pechos —tapé mi boca para no reírme— y ella se le escapaba una que otra mala palabra y yo aprendí de ella.