February

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Debido al trabajo de JongIn y a los entrenamientos de JunMyeon, los dos no habían podido verse en demasiadas ocasiones, si acaso habían salido tres veces más en lo que llevaban del mes, sin embargo, esto no era sinónimo de perder la comunicación. Gracias a la tecnología que inundaba el mundo, los dos Kim siempre intercambiaban mensajes de textos e incluso llamadas para contarse lo agotador o divertido que habían sido sus días; Definitivamente ambos iban por buen camino.

― Deja a tu novio en paz. ―Le molestó KyungSoo, llegando hasta su lado en las gradas que rodeaban la pista de hielo. ― Ni siquiera prestaste atención a mi juego por estar con el celular.

KyungSoo pertenecía al equipo local de hockey, y por obras del destino, también entrenaban en la misma pista que ocupaba JunMyeon, por lo que su rutina consistía en ver los entrenamientos de cada uno para después acompañarse a casa.

― No es mi novio, es mi amigo.― Se defendió, sintiendo como sus mejillas ardían.

― Sí, claro, amigo. ― Hizo comillas en la última palabra. ― JunMyeon, se nota que estás babeando por ese tipo y viceversa, auguro un aproximado de tres meses para que termines saliendo con él. ― No es que JongIn le agradara mucho para ser la pareja de su amigo, si por él fuera, ya hubiera echado a ese negro a patadas pero JunMyeon se veía tan ilusionado y alegre cuando se veían, que no tuvo otra opción más que hacerse a la idea un futuro noviazgo.

― Es en serio, no somos como tú y ChanYeol que pretenden esconder su relación, pero ya son más que obvios. ― Sonrió altivo al ver como la expresión de KyungSoo cambiaba a una más seria, ¡Victoria para Kim!

― Ya vámonos antes de que termines con la cara bajo la capa de hielo.

Los jóvenes tomaron sus respectivas pertenencias y se encaminaron hasta la salida del gimnasio, lugar donde un joven de cabellera castaña y de perfecta sonrisa cargaba un gran ramo de rosas rojas y una cajita de cartón repleta de chocolates, fue con ese detalle en que los deportistas se dieron cuenta que ese día era catorce de febrero.

― Sí, "amigos".― Se volvió a burlar el de labios de corazón, palmeando ligeramente el hombro de Suho. ― Te veo luego. ― Adelantó sus pasos para dejar a solas a los tortolos, saludando con un ligero movimiento de cabeza al moreno.

― JongIn, ¿Qué es esto? ― Dijo asombrado, aún no creía que el chico tuviera ese detalle con él.

― Creo que es obvio. ― Le entregó los dos presentes al más bajo, quien los recibió como si estuviera cargando collares de piedras preciosas. ― Feliz San Valentín.

― Gracias. ― Su rostro adquirió era coloración carmín que ya era normal en cada ocasión que se topaba con In. ― Yo no tengo nada para ti. . .― Vale, ahora se sentía mal.

― Con sólo ver tu sonrisa me doy por bien servido.

JunMyeon no pudo evitar pensar que ese chico era todo un príncipe. ― Al menos déjame invitarte a comer.

― No es necesario.― Respondió con vergüenza.

― Es lo menos que puedo hacer, anda vamos o ¿Es que no quieres estar conmigo? ― Chantajeo al menor al mostrarle un pucherito que derritió a JongIn.

― Bien, tú ganas. Acepto esa comida.

― ¡Genial! ― Acomodó los regalos en su brazo diestro, pues con la zurda se aferró al brazo de su pretendiente. ― No está muy lejos y sirven una comida deliciosa, ya verás que te va a encantar.

Los ojos del castaño parecían sonreír ante el relato que el mayor contaba con tanta emoción, si ir a ese lugar le hacía tan feliz a JunMyeon, sería capaz de repetir ese regalo una y otra vez.

* * * *

¡Gracias por leer, los amo chingos!

Twelve months to love ◊ KaiHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora