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JunMyeon fue llevado al área de urgencias a la brevedad, ese desmayo que había sufrido fue la principal razón por la que los cuatro chicos que le rodeaban se oponían tanto a que participara en la competencia, ellos ya sabían que Suho colapsaría, mas no quisieron decir nada para no destruir los sueños y esperanzas de Kim, ahora veían que haber sido blandos fue un grave error.

En la sala de espera, tres varones se mantenían sentados sobre las incomodas y frías sillas de metal, dos de estos se acurrucaban entre sí, mejor dicho, BaekHyun lloraba escondiendo su rostro en el pecho de SeHun, mientras este se encargaba de dar mimos a su pareja, resistiendo las propias ganas de llorar; KyungSoo tenía su mirar clavado en el blanco techo del hospital, mientras trataba de ignorar a JongIn que no paraba de ir de extremo a extremo, revoloteándose el cabello en una clara señal de desesperación.

― Me estás poniendo los nervios de punta. ― Habló con voz áspera el de ojos negros, deteniendo el andar de Kim. ― ¿Podrías sentarte o irte a casa?

― No me iré y lo sabes muy bien. ― Sin JunMyeon presente, no tenía que seguir aparentando que se caían, además tampoco Do se esforzaba en ser cordial.

― Deberías largarte. ― Si no se levantaba en ese momento a arrastrar a JongIn del brazo era porque el lugar donde estaban exigía un nivel de respeto a los pacientes y familiares. ― Deja de torturarte tanto y de complicar las cosas.

― Prometí que nunca me apartaría de su lado. ― Su voz sonaba decidida pero con unos cuantos gajes de llanto. ― Lo cumpliré y aprovecharé hasta el último minuto, no me importa que no te parezca, no puedes hacer nada para prohibir quedarme.

― ¿Quieres averiguar cómo sí puedo? ― Se levantó, encarando al moreno que también no le quitaba la vista de encima.

― Este no es el jodido lugar. ― La molesta voz de Oh llamó la atención de ambos varones. ― Sólo están haciendo que el ambiente se vuelva más pesado de lo que ya es. ― Trató de concientizar a su amigos, mientras que sus manos se encargaban de tallar la espalda de Byun que en todo ese rato no había parado de sollozar. ― La sanidad de hyung es lo único que les debería de importar.

Completamente avergonzados de haber sido regañados por el menor del grupo, tomaron asiento, manteniendo siempre una distancia considerable y evitando mirarse para no terminar en una nueva riña.

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― Creo que no debimos salir con esta lluvia.― La expresión de JunMyeon lucía consternada al tratar de visualizar la carretera a través de la espesa cortina de agua, que se formaba en los vidrios de la camioneta. ― Estoy seguro que KyungSoo y los demás entenderían nuestra ausencia.

― ¡Claro que no! ― Fue la respuesta que obtuvo de su pelirrojo, alto y orejón mejor amigo, que en ese momento fungía como conductor del vehículo. ― No quiero esperar ni un día más para conocer al chico que te trae tirando baba. ― Se burló, sacando una suave coloración carmín en el patinador de menor estatura. ― Además, ya tiene mucho tiempo que no veo a KyungSoo.

― Siempre hablas como idiota cuando dices algo respecto a él. ― Ahora fue su turno de mofarse; Oh dulce karma.

Ni Park, ni Kim supieron cómo ocurrió o cuándo ocurrió, simplemente de un segundo a otro, pasaron de risas incontrolables a gritos, luces de automóvil deslumbrando su visión, chirridos de neumáticos derrapando por el pavimento y a incontables golpes que masacraban sus cuerpos al caer y dar vueltas por el peñasco de la carretera.

― ¡ChanYeo! ― Abrió de par en par sus ojos, dejando salir un montón de lágrimas que encontraron camino por las mejillas para perecer en la tela blanca de la almohada. ― Chan. . .

Twelve months to love ◊ KaiHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora