Lagrimas compartidas

17 0 0
                                    

Cuando alzo la cabeza me tiritaron las piernas, no podía creer que en este mes de sufrimiento no había cambiado ninguna pizca los sentimientos hacia él, cuando me vio quite al tiro el contacto visual, Los mismo sentimientos de ese día que intentamos pasar el teléfono a mi nombre, con un gesto lo hice caminar hasta un punto donde nos habíamos sentado a conversar una vez que fuimos a buscar unos juegos.
-bueno, quería saber cómo estabas y verte solamente.
Sentía que se reía de mi, para eso quería juntarse, solo para verme como estaba, no estoy bien y aunque era su culpa, no lo culpo, pero me molesto que hizo todo esto solo por eso, sentía que era un castigo para mí verlo, quería besarle, abrazarlo y gritarle que nunca más haría tonteras, pero se repetían sus palabras en mi cabeza "yo ya miré al frente y seguí adelante", "será mejor que conozcas otras personas", "yo estoy saliendo con alguien y van bien las cosas, vamos para algo más" cada una de ellas era una flecha en mi pecho, yo nuevamente comencé a llorar y le relate toda sensación que tenía, todas las reflexiones que tuve, como en varias ocasiones por creer hacer lo mejor para el termine lastimándolo y lo lamentaba mucho, demasiado.
La conversación tenía unos silencios incómodos, él me contó que comenzara a ir a psicólogo, más pena me dio, cuál fue el nivel de daño que tuve que hacerle para que él vaya al psicólogo, me siento una persona horrible, a quien quiero y quería cuidar para que no le hicieran daño, era yo el que más daño le hacía. Con eso entendí que me merecía el dolor de este mes, es más creo que no es castigo suficiente, pienso que debería desaparecer mi existencia para que la gente fuera feliz, pero jamás seré tan valeroso para terminar con mi vida, deberé ser un cobarde toda mi vida y con la culpa de haber lastimado a la persona que más amo. En uno de esos momentos vino nítidamente el recuerdo de nuestro primer viaje juntos, cuando cumplimos seis meses, era tan nítido que en plena ciudad sentía el sonido del mar, las olas romper y lo veía apoyado en una baranda, en el momento que se dio vuelta y me enamoré completamente de él, donde dije "quiero vivir toda mi vida contigo" le describí ese momento, luego comenzaron a pasar un sin fin de recuerdos y comencé a reírme con llanto, se los describí y él mismo comenzó a llorar, tenía tantas ganas de apoyar mi cabeza en su hombro, de llorar juntos, pero me contuve no quería hacerle más daño, él no dijo nada, esperaba que también recordara algún momento, pero no hizo nada más que llorar cuando yo le relate los momentos.
Ahí ya no debíamos seguir, decidí irme y sin mirar atrás le hice un gesto con la mano y me fui, mientras caminaba me detuve, no quería irme aún, pero al darme vuelta me dije que no era justo, ya fui demasiado egoísta con el y solo termine lastimándolo.
Pase a una tienda a comprar y camine, me pare frente a mi antiguo trabajo y hay lo visualicé, con su polera gris, poleron carmesí (qué era original y nadie tenía) sus pantalones negros y con la cabeza mirando al teléfono, mientras estaba apoyado en un poste, y vi como salía yo de las puertas corredizas Emocionado de verlo y caminar juntos a la universidad. Luego seguí caminando y nos vimos cruzando la calle al lado del teatro, para entrar al paseo san Agustín a ver si la tienda pokeñoño tenía una nueva figura, mientras caminaba por huérfano hacia santa Ana, todos me miraban, con cada recuerdo lloraba, luego de caminar un rato llegue a una banca donde me sentaba a esperar que él saliera de su trabajo, mire por última vez los edificios, me paré y me quedé frente la puerta del edificio de juzgado donde trabaja, me vi en un lado de la puerta esperándolo y él saliendo, buscándome y con una sonrisa cuando me veía, luego camine al metro y seguí de largo hasta Santo Domingo con San Martín, me quedé parado frente a la esquina donde tomaba siempre locomoción a su casa, tenía la esperanza de encontrarlo ahí, quería abrazarlo aunque sea por última vez, pero no lo encontré y brotaban los recuerdos, no sabría decir cuantas veces lo fui a dejar ahí y me quedaba esperando que la micro la perdiera de vista para irme yo y lo veía por la ventana de la micro y movía los labios diciendo "te amo" a lo que respondía de la misma forma "yo también".
Por último baje a la estación santa Ana y me quedé al lado de los cajeros, el lugar donde nos vimos en persona por primera vez, el lugar donde le estreché la mano, y recordé "atrapé varios pokemon shiny con el método de pesca para cambiarte...". Por último a ese lugar, aunque un poco tonto, le di las gracias por habernos unido ahí, tome el metro a casa.

Mientras escribo esto no eh podido parar de llorar, ya me duele la cabeza, me da lata que terminara así, yo sigo viéndolo junto a mi, espero poder seguir al lado de él, quiero estar a su lado, nadie más me importa... como desearía verlo y olvidar todo, si pudiera no volvería a cometer estos errores, hubiese deseado que a mí me dieran una segunda oportunidad, pero le deseo lo mejor, mientras él sea feliz -aunque sin mí- me basta, espero aunque sea de lejos verlo sonreír de nuevo, sobre mi dolor pasará algún día, pero mi primer amor jamás lo olvidaré.

Después de él Donde viven las historias. Descúbrelo ahora