Después de él

Tu y yo

Eran las 5am del día domingo, miraba el techo oscuro mientras escuchaba a los pájaros piar, hacía recuento de los últimos dos días que tuve, lo pase tan bien, pero faltaba algo, algo que cada vez que pensaba que era mi pecho se helaba y sentía un leve dolor en el corazón, sabía perfectamente que era lo que faltaba pero aún así pensaba en otras cosas.
Luego de ver las series de anime habituales, me fui a bañar, cuando baje mis padres se preparaban para salir camino a la iglesia. Los despedí y le dije que fueran con cuidado, Calenté agua en el hervidor y me preparé desayuno, como mis padres fueron a la iglesia era mi turno de cocinar, encendí el televisor puse YouTube y que la música sonara, preparé las cosas del almuerzo y cuando llegaron mis padres, como a las 13:30 aprox almorzamos.
A esa misma hora me llega un mensaje de él, me pedía que nos juntáramos durante la semana ya que tenía cosas que decirme, las cuales no se atrevió el jueves a contarme, en primer momento no le queria contestar, yo había asumido que él no quería nada más conmigo y que si no pudo decir lo que pensaba, no debería importarme, seguro me iba a tratar mal; pero recordé que al decirle todo el jueves me desahogué y pude sentir que seguía adelante, así que le respondí el correo consultando si prefería hablarlo por teléfono o en persona, luego de enviarle ese mensaje me vino el dolor en el pecho y corazón nuevamente, desde el jueves que no tenía uno, así que le envío otro mensaje pidiendo que mejor me llame ya que no soportaba el dolor del pecho y no quería que interfiera con mi horario laboral, al no tener respuesta le volví a mandar un mensaje pidiendo que me llame al tiro, quería terminar con el dolor, de hecho el dolor en el pecho y las punzadas en el corazón no paro desde el mensaje que él me envió, a las 17:09 hrs me llamo, preparado a escuchar todo lo que me odiaba y que no quería verme nunca más, me senté en el suelo, apoyé la espalda contra la cama y me dije "deja que se desahogue, por muy doloroso que te diga las cosas, deja que lo suelte es lo mínimo que puedes hacer" al contestarle, me saluda y no alcanza a preguntarme "cómo estás" y siento que se come la palabra, balbucea y se pone a llorar. No entendía que sucedía, lo único que traté de hacer fue limitarme a tranquilizarlo, por el teléfono se escuchaba el sonido de un motor, el sonido de las máquinas para pagar con las tarjetas de transporte y un sonido que parecía ser un torniquete, definitivamente él iba en un bus, así que traté de calmarlo para que no llorara en el bus, donde había gente desconocida, no quería que sufriera, entre los llantos me dice:

-te extraño, la verdad intenté ser fuerte, pero me duele, quiero volver aún te amo y mucho.

Al escuchar esas palabras mi vista se puso borrosa, no podía creer lo que estaba escuchando, jamás lo esperé, me alegraba tanto escucharlo pero tampoco quería que llorara en público, como me di cuenta que estaba en un bus, pensé que estaba por su casa en renca, así que le pregunto para ver si me puedo encontrar con él en algún punto, la respuesta no me gusto, me dijo que venía de san bernardo, me sentí decepcionado, pero no pensé dos veces y le pregunté:

-quieres juntarte en alguna parte para que hablemos?
-si, donde- me responde
-vas a tomar micro a renca en santa Ana? -nuevamente confirma la pregunta- te parece que nos juntemos donde nos vimos por primera vez -por tercera vez responde con un si- me visto y salgo-

Creo que a sido la primera vez que me visto rápido, tomo mi bolso, a una botella le hecho agua de la llave y corro sin pensarlo hacia el paradero, en la mitad de camino el corazón me ardía, lo estaba haciendo trabajar, pero no importó, lo único que ocupaba mi mente eran sus palabras: "te extraño" "quiero volver" "aún te amo", la locomoción justo estaba pasando, así que corrí más rápido y alcancé a subirme, al sentarme las punzadas en el corazón eran más fuerte y dolían, pero no le presté atención solo me importaba una cosa, verlo.
Llego a la estación de metro, me apoyo contra la muralla del vagón y me digo "tranquilízate, respira profundo, esto no es nada" cuando recupere un poco el aliento y el corazón se calmo le escribí, avisándole que iba en camino, para hacer un poco más rápido el viaje puse música.
El camino se me hizo largo, tenía demasiadas ganas de verlo, cuando estaba a una estación de nuestro punto de encuentro comienza a tocar la canción "step up, love" de Daoko y Yasuyuki Okamura, pero esta era un cover en español, el metro partió hacia la estación destino y lo único que escuchaba era la canción y mi deseo de verlo.

🎶"quiero que nuestro amor crezca más"🎶
🎶"aún estoy aprendiendo amar"🎶

Sentía que los dos minutos ente una estación y la otra eternas, estaba dispuesto a bajarme del metro y empujarlo para que fuera más rápido o tirarme por la ventana y salir corriendo, la ansiedad me consumía, quería verlo, deseaba verlo, sentía que ahora tenía el permiso de poder tocarlo.

🎶"no me importa que pase ya"🎶
🎶"por el día y la noche en mi mente estás"🎶

El metro se detuvo en la estación, las puertas estaban tardando demasiado en abrir, yo no aguantaba, la canción seguía.

🎶"tu mirada me congela y me atrapa"🎶
🎶"me vuelves loco, espero quedarme en tu corazón"🎶

Las puertas abrieron, corrí hacia las escaleras y salte cada tres peldaños para hacerlo más rápido, el corazón estaba con las punzadas fuertes, el pecho helado y el estómago retorcía, no me importaba nada, de hecho no percaté hasta llegar arriba.

🎶"me encanta lo físico y lo sentimental"🎶
🎶"es más emocionante sabiendo que tengo tu amor"🎶

Cuando llego arriba no escuchaba nada, mis pensamientos desaparecieron, no escuchaba los pasos, no escuchaba el tren partir, no escuchaba la música, todo en un silencio perfecto y ahí estaba, sentado en el suelo, en el mismo lugar donde años atrás un día de febrero estaba yo esperándolo, él estaba jugando con la 3DS, seguí corriendo y en cuanto él me vio trato de guardar la consola en la mochila para pararse, pero parecía que se le resbaló, aunque pudo guardarla, lo abracé e inmediatamente comenzamos a llorar, pero esta vez él lloraba más intensamente que yo, me abrazo fuerte mientras yo le pegaba palmadas en la espalda, lo único que me atreví a decir fue:

"Ya llegue, tranquilo, aquí estoy"