Antes de la tormenta

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El día lunes él decidió juntarse conmigo después de él trabajo, él salía media hora antes que yo, así que me fue a buscar, ame ese día caminamos y la verdad se saco las ganas de comer comida tailandesa, pero hay en su cara comencé a notar que no estaba convencido con la decisión de volver, traté de hablarle sobre proyectos o ideas de salidas a lugares juntos, pero no lo vi convencido, me dio miedo, no quería separarme de él y no hablamos del tema, pero seguía repitiendo para mí "lo lograremos seremos los dos" al final después de caminar un buen rato lo fui a dejar hasta su comuna y volví tarde a mi casa.

El martes ocurrió lo mismo, él fue a buscarme y decidí invitarlo al cine, vimos star wars viii, durante la película para mí era costumbre tomarle la mano, y en cuanto lo voy a hacer, me quita su mano, me dolió y me dio pena, sentí inmediatamente una muralla que puso entre él y yo, al cabo del rato me dio la mano el, la acepté y apreté fuerte con intensión de no soltarla, pero ya se estaba formando en mi mente lo que iba a pasar y por mucho que trataba de no tomarlo en cuenta, ya había visto esas señales antes. Esa noche llegue tarde, no solo porque la película duró mucho, si no también porque por alguna razón locomoción a mi casa no pasaban y tuve que caminar hasta ella llegando pasado media noche, pero no me importó porque valió la pena había disfrutado el día.

El miércoles no lo vi, pero hablamos por wassap, lo que temía estaba ocurriendo, él dudaba de haber vuelto, dudaba que fuera una buena idea y la verdad lo comprendía, no porque yo dudaba, si no por todo su entorno y más que nada su familia, no me llevo muy bien con su abuela pero sé que lo estaba tratando mal, él mismo me contó que se estaba enojando por cualquier cosa más de lo normal, me sentía culpable, por mi culpa estaba sufriendo en su casa y egoístamente aún así quería estar con él, durante el día decidí dejarlo solo, tratar de no hablar para no ejercer más presión, me dio pena volvíamos al mes de sufrimiento, mis dolores ya eran controlables, pero aún así seguían y seguía con la pérdida de apetito. Para la tarde me manda un audio diciendo "te amo" y "te extraño", no entendía nada primero me decía que no estaba seguro de lo nuestro y después me decía eso, me dio rabia sentía que se estaba riendo de mí, pero todo se calmó cuando le escribe "eso es lo que siento" como podía ser que esas palabras me calmaran en un segundo, me sentí abatido y no quise hablar mucho, puse música y dejé que me inundara hasta dormir.

El jueves ya no estaba seguro de lo que él quería, mis sentimientos los tenía claro, deseaba luchar por lo nuestro, es más tuve una discusión con una de mis hermanas por el, me sentía poderoso teniéndolo a mi lado me sentía posible de lograr todo, pero no sabía si él iba a buscarme ese día como dijo, al salir del trabajo estaba frente la puerta del edificio, me emocionó recordar los tiempos en mi antiguo trabajo, me encantó verlo parado, tan solo me encantó, aunque no duro mucho, esa muralla invisible era más gruesa ahora, sus ojos estaban apagados no estaba ese brillo que me encantaba ver, mi corazón se apretó como nunca, la respiración eran más cortas y mi mente me dijo "que no sé de cuenta o pensara que es por su culpa", no sé de donde saqué fuerzas y fingí que nada pasaba, caminamos, pasamos al costanera center a comprar y después a sentarnos en el pasto frente al río mapocho, durante todo el camino me comporté egoísta hablándole sobre proyectos para los dos, sobre cómo a pesar de todo quería luchar por él sin importar quien estuviera frente y lo que esperaba de él, pero él decía pocas cosas, en ese momento me percaté que nunca había escuchado su reflexión sobre el porqué habíamos terminado lo único que decía era: "lo arruine", "no se que decir", "no se lo que quiero". Entendí entonces lo egoísta de mis acciones, solo yo nos veía como pareja, se arrepentía de volver, no sé qué lo impulso a tomar esa decisión pero era claro que se arrepentía, no sé si al final le nacieron los sentimientos por el otro chico, pero si importar que sabía que esto debía terminar, no quería vivir en un mundo que no era cierto, no quería ser el único ilusionado, no quería sentirme como si se estuvieran riendo de mí, pero eso sentí y sigo sintiendo.
No quería irme con esa sensación así que le pedí que pensara sobre nosotros, si era buena idea o no, dentro de mí el dolor era fuerte, tenía el celular con la aplicación de pokemon go y un libro a mano para distraerme cambiaba del celular al libro cada vez que el dolor hacía presión, pero necesitaba escuchar de su boca por lo menos decir "vamos por el fin de semana completo a cualquier parte, pero los dos", cualquier plan sin importar lo pequeño que fuera me daría la esperanza de que esto funcionaría, pero se quedó callado y en un momento se puso a llorar repitiendo "no sé", no sabía que hacer, en ese momento reviso el celular y me percato de un mensaje de mi madre, no la pienso dos veces y la llamo y le pido ayuda, le explico la situación y ella me responde "crisis de pánico", le pido que hable con él con el fin de ayudarle pero él no quiere contestar el teléfono, dentro de mi sano que necesitaba escuchar lo que ella le iba a decir y le pongo un audífono del manos libres, el otro lo tenia yo y le digo a mi madre que él lo escucharía y ella comienza a hablar:

"Cariño, amorcito entiendo porque tienes pena tienes el corazón dividido en tus dos amores, tú abuela y mi hijo, pero debes pensar en lo que te hace feliz a ti, no a tu abuela o a mi hijo, desde aquí siento tu pena, debes ver las cosas pensando en tu bien, debes ser egoísta, si toma la decisión tómala por tu felicidad, tu familia te seguirá amando y mi hijo igual, pero debes soltar esa pena"

Mientras ella hablaba entendí la dura posición en que lo ponía, estaba haciendo presión, no era de ayuda y no podía serlo, era una molestia a sus sentimientos y aún así quería estar con él, quería verlo feliz. Entendí que lo que hice en noviembre de terminar todo fue lo peor que pude hacer, lo lastimé de tal forma que generé un problema de emociones dentro de él pero también sabía eso y deseaba repararlo, pero nuevamente de la peor forma, ejerciendo más presión, que tan mala persona podía ser, me comencé a odiar a mí mismo y por dentro quería pedirle disculpas, aunque no todo es mi culpa, él jamás a sido sincero con el mismo y a tomado decisiones de manera impulsiva a las cuales después se arrepiente.
Después que mi madre corta, él se puso a llorar con fuerza, trataba de calmarlo mientras él me apretaba más, quería llorar con él pero por dentro me decía "tú eres un monstruo, no lo mereces, no mereces a nadie" me encontraba la razón, luego de un rato entre llanto soltó un suspiro y perdió el equilibrio, quedamos tirados en el pasto en una posición romántica, frente a toda la gente, mientras lo miraba lo único que quería era besarlo, pero creí que no tenía el derecho a hacerlo, después de un rato él me beso, fue cosa de segundos pero disipó todo mal pensamiento dentro de mi, luego soltó otro suspiro y sentí como comenzó a descansar. Después de los suspiros sentí que la muralla había desaparecido mi corazón trataba de latir rápido y con toda esa presión comenzó a doler, el brillo en sus ojos volvió, volvía a sentirme feliz al verlo al fin descansar al ver que sus tormentas internas ya estaban despejadas, caminamos un poco más y lo fui a dejar al paradero de su micro, esta vez no lo fui a dejar hasta renca porque debía ir a buscar a mi madre al terminal de buses, cuando entro a la micro y lo vi feliz me alegre, pero por dentro me sentía un monstruo, recordé que siempre creía cuando chico que mi nacimiento fue un error, que nunca debía nacer y que no tenía el derecho a ser feliz, cuando su micro partió, la fuerza que había tenido para fingir que los dolores no estaban se esfumó y caí sentado al suelo, en ese paradero me quedé sentado por un rato, un largo rato.

Después de él Donde viven las historias. Descúbrelo ahora