Esta es la historia de Yuuri Katsuki, un joven japonés que lo tenía todo hasta que el destino decide jugar en su contra, no sabe qué pasará de ahora en adelante pero tiene una cosa clara: su vida ya no será la misma.
Una boda, un buen amigo, la loc...
Desperté con más dificultad que otros días. Froté mis ojos y tomé mi teléfono. Será mejor que vaya preparando mi funeral.
¡No puedo creerlo! ¿Cómo es que no escuché la alarma? ¡Estoy media hora atrasado! Chris va a matarme. Y hoy es el día en que llega mi jefe ¿por qué rayos no me desperté?
Me cambié y tomé una manzana para mi desayuno y salí corriendo, no pude saludar a nadie, fue muy descortés de mi parte lo sé pero voy tarde y lo más probable es que vayan a despedirme.
Pasé corriendo cerca de "el trío de idiotas" quienes ni si quieran llegaron a decirme nada por lo rápido que iba.
Terminé de comerme mi manzana y tiré el corazón en un cesto, debería ser basquetbolista. Me limpié la boca con la manga de mi abrigo.
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Llegué a mi trabajo en menos de diez minutos, me siento como flash. Uno de los modelos pasó cerca de mí y me habló.
–Será mejor que te apures, te están esperando – Se acercó aún más a mí – Tu cabello es un desastre, déjame ayudarte con eso – Cuando terminó se alejó y antes de irse añadió – Aún no llega el jefe, tienes tiempo. Ve a los vestidores de hombres y corre al lugar de las sesiones de fotos.
– ¡Gracias! – Grité reemprendiendo mi marcha.
Mientras me iba acercando a los vestidores me empecé a quitar la ropa, exceptuando los pantalones, no quisiera tener que remediar con fotos sorpresa en los periódicos.
Rápidamente busqué la prenda que debía ponerme y en eso entró Minami quien me ayudó y me llevó hasta el lugar de maquillaje.
Prácticamente no me hicieron nada. Según la maquillista yo "era perfecto" y no necesitaba nada más que un poco de rubor. Me sentí halagado por lo que dijo, le agradecí y corrí de nuevo dejándome guiar por Minami.
Él me había explicado que por ser mi primera sesión debía ser algo "especial" por lo que el lugar donde se tomarían fotos sería en un jardín privado de la compañía que no estaba muy lejos de ahí.
Me indicó que subiera a un auto e hice lo que me pidió. Me sorprendió que él fuera quien conduciría, porque para mí era muy joven y también por su altura. Era algo bajito. Cuando le pregunté me dijo que tenía dieciocho.
Es menor que yo y él sí sabe conducir.
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